El Gobierno de Pedro Sánchez volverá a aumentar los fondos para la lucha contra la pobreza infantil este verano. A pesar de la prórroga presupuestaria, el Ejecutivo destinará 15 millones de euros al Programa para la Garantía de los Derechos a la Alimentación, Ocio y Cultura de los Menores durante las Vacaciones Escolares (VECA), un plan dedicado a comedores infantiles así como a la financiación de actividades de ocio y campamentos para los menores vulnerables durante los meses estivales.
El Ejecutivo incrementará en cinco los millones destinados a ese plan con respecto al año pasado. En España hay 630.000 niños y niñas en situación de pobreza severa, que suponen el 7,5% de la población infantil, según los últimos datos oficiales (correspondientes a 2017). La pobreza severa queda identificada como la de aquellas familias que viven en hogares con ingresos por debajo del 25% de la renta mediana de la población en España –en la práctica con menos de 355 euros al mes.
El objetivo del programa es garantizar las tres comidas al día para los menores así como cumplir con el derecho de los niños al ocio, el recreo y la cultura. El Gobierno considera que el plan es esencial para “mejorar el acceso de los niños más vulnerables a alimentación sana y equilibrada en ausencia de becas de comedor escolar tras el final de las clases” y, respecto al “ocio educativo” sostiene que se debe reforzar en unos “meses cruciales para combatir desventajas sociales de estos menores”.
El Ejecutivo también destaca que el programa pretende “facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral de familias económicamente vulnerables que no tienen recursos para sufragarse servicios de cuidados para sus hijos e hijas” durante los meses de vacaciones.
Nada más llegar a Moncloa, el Ejecutivo duplicó los fondos que estaban previstos por el de Mariano Rajoy para el verano de 2018 para hacer frente a la lucha contra la pobreza infantil. Fue el Alto Comisionado creado por Sánchez a tal efecto el que se encargó de llevar a cabo el plan VECA.
Ahora que ese organismo, que depende directamente del presidente del Gobierno, ha quedado descabezado por la marcha de su titular al Congreso, la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Luisa Carcedo, ha tomado las riendas del plan. Carcedo fue Alta Comisionada contra la pobreza infantil hasta la dimisión de Carmen Montón, cuando asumió la cartera de Sanidad.
Carcedo presentará el plan en el Consejo de Ministros de este viernes y en los próximos días lo tendrá que analizar la comisión territorial del área en la que están representadas todas las comunidades autónomas. Los fondos se distribuyen a través de los gobiernos regionales y municipales. Una vez esté aprobado, el Ejecutivo dará luz verde de forma definitiva al programa.