El Gobierno retoma una actividad legislativa que enfrenta a los socios de coalición

En plena precampaña para las europeas y en la recta final de un ciclo electoral extenuante para la política española, el Gobierno ha empezado a mostrar esta semana una división sin precedentes en la legislatura. Sumar se ha desmarcado en el Congreso de dos leyes del PSOE y con ello refuerza un perfil propio ante los de Pedro Sánchez que incluso voces internas de la propia coalición reclamaban desde hace meses. Y no lo ha hecho con cualquier tema.

El primero de los descuelgues de los de Yolanda Díaz con su socio se produjo este martes en el Congreso. Sumar votó en contra de la iniciativa del Grupo Socialista para prohibir el proxenetismo durante el debate de su toma en consideración. Es decir, que ni siquiera admitió que la propuesta pasara el filtro del primer trámite parlamentario. El segundo portazo podría tener incluso más calado porque, si se confirman este jueves las posiciones, será la primera vez que Sumar vote en contra de un proyecto legislativo salido del propio Gobierno del que forma parte: la ley del suelo con la que los socialistas quieren facilitar la concesión de licencias urbanísticas.

El Ejecutivo quería acelerar la producción legislativa después de varias semanas de campaña electoral ininterrumpida que han puesto en suspenso el funcionamiento del Congreso. La sucesión de gallegas, vascas, catalanas y ahora europeas, con la Semana Santa y el Puente de Mayo en el medio, han postergado buena parte de las iniciativas que estaban pendientes. 

La cita del 12-M en Catalunya, principalmente, dejó la legislatura en standby y el Gobierno enterró incluso la negociación de los Presupuestos. Pero tras el éxito de los socialistas catalanes y el batacazo del independentismo en su conjunto la idea de la Moncloa es la de retomar cuanto antes una agenda de reformas en barbecho casi desde las generales del 23-J. A pocos días de que comience la última campaña prevista, la imagen será la de un Gobierno dividido y un Partido Socialista que tiene que mirar al PP para poder sacar adelante sus iniciativas, sin éxito en el caso de este martes con el debate sobre la prostitución. 

El debate de la prostitución

Tras intentarlo la pasada legislatura y ver su iniciativa bloqueada por el adelanto electoral, el PSOE volvió a registrar una proposición de ley para luchar contra el proxenetismo “en todas sus formas”, un movimiento que ya causó malestar en Sumar cuando se produjo. En el grupo parlamentario hablaron entonces de una estrategia de Moncloa para dividirlos en pleno ciclo electoral, en referencia a las profundísimas diferencias internas que existen entre los de Yolanda Díaz acerca de este tema. 

Las posiciones dentro de la coalición de izquierdas divergen en cuanto a cómo abordar la regulación o la prohibición de la prostitución según el partido, pero después de meses de trabajo la posición ha sido unánime. “Creemos que la voluntad de esta proposición de ley en la campaña de las europeas es puramente electoralista. Si no, no se entiende que el PSOE no haya hablado con nosotros”, arremetió la diputada de los Comuns, Gala Pin, en una rueda de prensa en el Congreso. 

En el grupo socialista se revolvieron contra esa argumentación. “Nosotros somos de izquierdas y por eso queremos abolir la prostitución. Otros, que dicen que son de izquierdas, quieren regular la explotación”, argumentaron desde el grupo parlamentario. 

Finalmente, el PSOE se quedó solo en esa votación. A pesar de mantener el suspense hasta el último minuto, el PP tampoco el PP la apoyó en contra de lo que hizo la pasada legislatura (Sumar también permitió su tramitación parlamentaria entonces, al contrario que este martes). El Congreso tumbó la norma con los únicos votos a favor de los socialistas. Sumar y el resto de socios de la investidura también la rechazaron, salvo Podemos, BNG y Coalición Canaria que decidieron abstenerse. 122 a favor, 184 en contra y 36 abstenciones contando también las de Vox.

A última hora del día, en una entrevista en el canal 24 Horas de TVE, Yolanda Díaz quiso restar importancia al choque con el PSOE sobre este tema y llegó a asegurar que las discrepancias sobre prostitución están pactadas entre ella y el presidente del Gobierno y que por eso no figuraba una ley como esta en el acuerdo de coalición.

Sin embargo, la diputada del PSOE y ponente de la iniciativa este martes en el Congreso, Andrea Fernández, se mostró muy crítica con la postura mantenida por sus socios de coalición. “Es incompatible completamente considerarse feminista y no defender la abolición de la prostitución. El feminismo es abolicionista. La prostitución está sostenida sobre una demanda que implica la participación obligada de miles y miles de mujeres en España bajo violencia, extorsión y prácticas inenarrables. Quien pretenda defenderlas de esa vulnerabilidad en ningún caso pueden ponerlas en la boca del lobo de esta manera. Son discursos que, bajo mi punto de vista, son inentendibles completamente”, afirmó de manera rotunda durante una entrevista en la Cadena Ser. 

Discrepancias sobre la vivienda

Pero esta división dentro del Gobierno será todavía más profunda si Sumar cumple con lo anunciado y apoya este jueves las enmiendas a la totalidad presentadas por varios grupos parlamentarios a la reforma de la Ley del Suelo que el Ministerio de Vivienda lleva al Congreso. Los ministros de Sumar ya mostraron su rechazo a este texto en el seno del Consejo de Ministros y lamentan que hasta ahora el PSOE no haya hecho ningún movimiento para tratar de ganar su apoyo.

“Los ministros de Sumar ya se opusieron a esta modificación legislativa”, dijo el portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, en rueda de prensa. “Permite que las constructoras se puedan saltar a la torera los estudios de impacto medioambiental e impide a la sociedad civil denunciar problemas en los contratos. Es la vuelta al pelotazo de Aznar. Así que no pueden contar con nosotros. En lugar de sacar esta ley con el PP deberían sacar con Sumar los alquileres de temporada y regular los pisos turísticos”, añadió Errejón.

Si Sumar mantiene su postura obligará al PSOE a volver a sacar una ley con el Partido Popular en plena precampaña de las europeas o a exponerse a otra derrota parlamentaria. El ‘no’ de los de Yolanda Díaz a esta reforma tendrá, además, una consecuencia simbólica pero relevante: será la primera vez que se desmarquen de una iniciativa del Gobierno, algo que durante toda la legislatura anterior solo ocurrió una vez con Unidas Podemos, cuando se llevó a pleno la Ley Audiovisual. 

Esta división dentro del Gobierno ocurre además unos días después de que ambos partidos celebrasen la primera reunión de seguimiento de la coalición, un encuentro que Sumar venía reclamando desde hace meses y en el que acordaron activar medidas de regeneración democrática y poner en marcha la pata social del acuerdo de investidura que sellaron en noviembre. 

En busca de un acuerdo hasta el jueves

Desde el PSOE achacan los roces con sus socios a un intento de “buscar su espacio” en un contexto electoral que entienden que no les está resultando favorable. “Les ha ido mal o muy mal en las tres citas electorales de este año y es normal que intenten también forzar posibles diferencias que en el fondo son de matiz”, explican en Ferraz, donde restan relevancia a esos choques y asumen con normalidad la discrepancia. “Somos los primeros interesados en que a ellos les vaya bien también”, aseguran. 

En la Moncloa, sin embargo, diferencian ambos asuntos. Si bien asumen el portazo respecto a la prohibición del proxenetismo y se muestran convencidos de que una medida así es respaldada por la gran mayoría de la opinión pública, con la ley del suelo hacen un llamamiento al consenso. La idea de la parte socialista del Ejecutivo es alcanzar un acuerdo de aquí al jueves que implique evitar otra imagen de ruptura en la coalición, en este caso con una iniciativa legislativa del propio Gobierno, en un asunto fundamental como es la vivienda y el mismo día que arranca la campaña de las europeas.