Citroën pone a la venta la tercera generación del C3. No es un modelo cualquiera para la marca; desde 2002 ha colocado en la calle 3,5 millones de unidades. Rival de los Ford Fiesta o Seat Ibiza, el subcompacto francés mantenía hasta ahora una alta dosis de funcionalidad, dejando de lado aspectos más emocionales. Bien se sabe que los tiempos cambian, y las necesidades del cliente, también: ahora los colores importan más que las prestaciones.
Pues bien, la firma del doble chevrón, que atrevida es un rato, se distancia del predecesor del C3 y añade al nuevo modelo una transfusión de crossover al estilo C4 Cactus. De éste, claro, hereda los famosos Airbumps (que simplificando mucho son burbujas de aire que protegen la parte inferior de las puertas), el capó alto o las protecciones de los paragolpes y los pasos de ruedas evocando un SUV; y hasta 36 opciones de personalización con 9 colores para la carrocería y 3 para el techo (más los vinilos y los cuatro ambientes interiores).
Para siempre, pues, pierde su silueta de techo curvilínea de filosofía monovolumen, reduciendo en cinco centímetros la altura del nuevo C3 y poniendo el acento en una estética más joven que le equipare son su competencia. Sobre esta puesta en escena, Citroën añade su particular punto de vista del automóvil, esto es, una pantalla central táctil de 7“ sin apenas botones auxiliares, tiradores de las puertas sustituidos por una tira de tela, o unos particulares asientos delanteros tipo sofá.
Todas ellas son soluciones, inteligentes y más económicas, ya vistas en el Cactus. Sí es nueva una cámara situada en el retrovisor central… ¡para fotografiar y grabar! En un ángulo de 120 grados y en resolución fullHD. Pulsando un botón en la base del retrovisor, el sistema (denominado Citroën ConnectedCam) toma fotos o graba vídeos de hasta 20 segundos. ¿Peligroso al ser un elemento de distracción? Parece que Citroën también piensa en las preguntas de los periodistas más molestos: la cámara, dice, se activa automáticamente 30 segundos antes de producirse un accidente (y sigue grabando 60 segundos después).
Hablando de seguridad, el nuevo Citroën C3 se estrena con asistentes como el de alerta de cambio involuntario de carril, el detector de vehículos en el ángulo muerto, la alerta de fatiga, el programador de velocidad o el sistema de reconocimiento de señales de tráfico. Por su parte, a principios de 2017 el sistema multimedia será compatible con dispositivos móviles Apple y Android.
El nuevo C3 se pone a la venta a finales de año con los mismos motores que el modelo saliente (cuatro de gasolina y dos diésel, entre 68 y 110 CV) y tres niveles de equipamiento (Live, Feel y Shine) que, combinados, configuran una gama con precios entre los 11.750 y 16.750 euros.
Más información en la web oficial de la marca Citroën.