Ana Botella está tocada. Desde que llegó a la alcaldía de Madrid no levanta cabeza: la gestión de la tragedia del Madrid Arena –con escapada a Portugal de por medio–, la huelga mundialmente conocida de barrenderos, el fracaso olímpico, a lo que se suma un pronóstico muy poco prometedor en las encuestas.
Ignacio González también está tocado. Al igual que Botella, tiene el cargo por la renuncia de quien lo ganó en las urnas; apostó fuerte por Eurovegas, y perdió; no ha dejado de enfrentarse con el Gobierno por los impuestos y la financiación autonómica. Las encuestas tampoco le quieren, y arrastra el proceso judicial por su ático en Estepona, en el que está imputada su esposa, Lourdes Cavero. Y no hay que olvidar que Mariano Rajoy le vetó hace cuatro años para presidir Caja Madrid.
Ni Botella ni González tienen asegurado que se presentarán a las elecciones. Más bien al contrario. Está muy en el aire, aunque ninguno de los dos renuncia a sus aspiraciones. Es una batalla con múltiples jugadores: la alcaldesa y el expresidente José María Aznar; Ignacio González y Esperanza Aguirre; Moncloa, Génova... Y, en pleno pulso entre la expresidenta regional y la dirección de su partido a raíz de la elección por parte de Rajoy de Juan Manuel Moreno Bonilla para presidir el PP andaluz, se conoce que Francisco Granados tuvo una cuenta en Suiza de 1,5 millones de euros.
Granados, hombre de confianza total de la expresidenta madrileña hasta hace tres años –fue su mano derecha en el partido hasta noviembre de 2011–, ahora se encuentra muy alejado de ella. Y también de González: “Si digo lo que pienso aquí, no me volvéis a invitar a este plató”, ha afirmado sobre el presidente madrileño este jueves en 13TV: “Que hay una pelea interna es evidente, yo no descarto nada, pero no creo que eso esté relacionado con lo que ha ocurrido. Estoy sufriendo un linchamiento injusto”.
Fuentes del PP, sin embargo, afirman: “¿Granados? La batalla en el PP madrileño es entre rubias. Los dos principales referentes del PP en Madrid son ahora mismo [Esperanza] Aguirre y [Cristina] Cifuentes”. “Lo que le pase a Granados, al final”, explican otras fuentes, “hace que se vuelva a hablar de la Gürtel y de sus excolaboradores en la trama: Alberto López Viejo, Arturo González Panero, Guillermo Ortega o Benjamín Martín Vasco. Aunque es verdad que es muy hábil y siempre hace ver que los escándalos no tienen nada que ver con ella”.
La presidenta del PP madrileño ha lanzado este jueves en Antena 3 dos mensajes fundamentales: “un político no puede tener cuentas en Suiza” y “no me voy a arrojar al ruedo electoral”. Pero todo el PP, tanto madrileño como nacional, sabe que la candidata con más posibilidades para conservar la alcaldía es ella.
“El problema es que, si Botella no tira la toalla, es muy difícil que Rajoy tome la decisión de apartarla. Tendrá un gran dilema: aguantar a una candidata perdedora o apostar por una con posibilidades. Y también le costaría muchísimo tener que pedírselo a Esperanza”, explican las fuentes. Y ese dilema tiene más elementos: “Hay dos cargos, la alcaldía y la presidencia, y Rajoy podría ceder la elección de uno a Aguirre, pero no los dos. Y le interesa más conservar la comunidad autónoma que la alcaldía”. Y ahí surgen los nombres de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, e, incluso, “una persona del PP madrileño a la que ven bien en Génova: Lucía Figar (consejera de Educación)”.
En este juego de tronos, los más debilitados siguen siendo Botella y González. Aguirre, en su pulso con Rajoy, a cuyo “dedo divino” atribuye los cambios en el partido en Andalucía, no deja de repetir, y cada vez más, que su modelo para las candidaturas ha de ser más abierto de lo que establecen los estatutos. ¿Qué pasaría en unas primarias abiertas en Madrid, aunque fueran consultivas? “Aguirre arrasaría. ¿Y cómo iba a poner a otro candidato Rajoy? No podrá”, aseguran fuentes del PP.