El retrato de la corrupción municipal en España se puede trazar desde el mismo momento en el que comienza la declaración voluntaria que David Marjaliza hizo ante el juez Eloy Velasco el pasado verano. Pliegos amañados, recalificación de suelos y mordidas del 20% para el político son parte del paisaje que describe Marjaliza, quien quedó en libertad a la espera de juicio seis meses después de empezar a colaborar.
Marjaliza asegura que la trama funcionó en la localidad madrileña de Valdemoro desde que Granados llegó a la Alcaldía, en 1999 y hasta después de abandonar el cargo para ascender en el PP madrileño. “Porque luego entra José Miguel (Moreno), que es amigo íntimo de Paco y mío”, le dice Marjaliza al juez en un momento de la declaración grabada, a la que ha tenido acceso eldiario.es. Ese espacio de tiempo de corrupción se extiende, según Marjaliza, hasta 2010.
El empresario explica que Granados se llevaba el 20% a través de una sociedad que compartían y que procedía de las ganancias tras las recalificaciones de suelo, adjudicaciones y promociones y venta de viviendas. Según el relato de Marjaliza, Granados le citó a comer un día junto a otro promotor, de mayor capacidad que él, para que se aliaran y poner en marcha el entramado de corrupción. En la sociedad estaba el propio Marjaliza; el otro promotor, Ramiro Cid Sicluna; y la mujer de Ignacio Palacios, jefe de gabinete de Granados.
Cuando la sociedad se disolvió, Granados se llevó ese 20% pactado, a pesar de no haber puesto dinero para su creación. De otro lado, y según cuenta el imputado, Granados obtenía entre 3.000 y 6.000 euros por vivienda entre 1999 y 2007 de forma constante, con independencia de las ganancias finales por la sociedad.
En un momento del interrogatorio, el juez Velasco le pregunta a Marjaliza si Granados contaba con la ayuda de “funcionarios municipales” para la “generación de pliegos”. “Supongo que los tendría, pero los pliegos son tan amplios que al final siempre es fácil que haya una decisión hacia un lado o hacia otro”, narra Marjaliza.
Juez Velasco: ¿Usted echa más la culpa al político que al técnico?
Marjaliza: Sólo hay que leer los pliegos. Si usted hace un pliego y dice que a la oferta más barata, no hay técnico que pueda tumbarlo. Si usted hace un pliego que 60 puntos son el desarrollo, la imagen… todo subjetivo, es fácil que a usted le guste una cosa más que otra.
Juez Velasco: Pero Granados no estaba en las mesas de adjudicación…
Marjaliza: Supongo que habría una indicación…
Juez Velasco: ¿Política?
Marjaliza: Una indicación de esta obra, o este proyecto, o este concurso a fulanito, daría un nombre y el técnico buscaría la forma.
Hay un momento del interrogatorio en el que el juez Velasco pregunta a Marjaliza: “Y con esto, ¿ganaba el pueblo, ganaba Granados, ganaba Moreno Torres?. Y Marjaliza contesta: ”Yo creo que ganábamos todos. Las parcelas valían mucho dinero en su momento, se generaban muchos ingresos para el Ayuntamiento, pero hombre, esto es un negocio, y tenía que haber un margen“.