La portada de mañana
Acceder
Dos correos tumban la tesis del PP: la Confederación del Júcar avisó del peligro
El cortafuegos de Mazón: dos conselleras en la puerta de salida
Opinión - Rompamos el tabú: hablemos de decrecimiento. Por Neus Tomàs

Guía para que no te pierdas en la batalla del PSOE

El PSOE se juega su futuro el próximo 21 de mayo. Eso es lo que dicen los distintos bandos que se han articulado en el partido en los últimos meses. ¿Pero qué pasa ese día? Los socialistas celebran las primarias en las que elegirán al nuevo secretario general, es decir, los 187.360 afiliados designarán mediante el procedimiento de “un militante, un voto” que se instauró en 2014 al dirigente que les pilotará, en principio, los próximos cuatro años. A mediados del mes de junio, los delegados ratificarán al próximo líder y se definirá la composición de la nueva dirección del partido. 

El camino a las urnas. Patxi López, Susana Díaz y Pedro Sánchez han registrado su precandidatura para liderar el partido junto con cuatro desconocidos. En el PSOE dan por hecho que los tres dirigentes serán los únicos capaces de recoger el aval del 5% de la militancia, un requisito indispensable para poder ser designados formalmente candidatos y que los militantes encuentren el nombre en las papeletas el 21 de mayo, cuando el PSOE dispondrá urnas en las miles de agrupaciones socialistas de España. Los aspirantes a la secretaría general necesitan 9.368 avales, según el censo provisional, que tendrán que presentar antes del 4 de mayo a mediodía.

¿Qué son los avales? Son firmas de militantes del PSOE. Es un requisito imprescindible para que puedan aspirar a cargos orgánicos que persigue que no cualquiera pueda optar en los procesos internos. En las filas socialistas entienden que esa condición impide que otros partidos puedan influir en la selección de cabezas de cartel, por ejemplo, sobre todo en el ámbito local. Por eso en el sector oficial del PSOE ven con suspicacia la propuesta de Pedro Sánchez de abrir las primarias a los ciudadanos en todos los lugares por encima de 10.000 habitantes. Los socialistas aprobaron las primarias abiertas para la presidencia del Gobierno, pero en este caso no se elige al candidato a Moncloa. Ese será un capítulo posterior.

El primer termómetro. Los avales serán el test de cómo se reparten las fuerzas en el PSOE de cara a la votación del 21 de mayo. El mínimo de firmas necesario se conocerá el 24 de abril, cuando el censo sea definitivo -hasta ahora es provisional a la espera de resolver los problemas que se hayan detectado/denunciado-. Susana Díaz pretende ganar esta primera batalla arrollando en número de avales recabados.

En la candidatura de Sánchez están convencidos de que los que consiga la presidenta andaluza serán su “techo electoral” mientras que el exsecretario general tendrá más fácil recopilar votos que avales. Apuntan directamente al control que los 'aparatos' ejercen sobre los militantes. Patxi López, a quien sus rivales sitúan tercero en la contienda, ya ha dicho que no pretende convertir la recogida de avales en un “campeonato” y que centrará sus “esfuerzos” en lograr votos. 

Once días de campaña. El 4 de mayo se conocerán los avales que han conseguido los candidatos, pero no serán oficialmente proclamados hasta el 8 de mayo. Habrá que esperar esos cuatro días por la formalidad de la resolución de los posibles recursos. Los tres aspirantes seguirán con su agenda repleta de actos durante todo este tiempo, aunque la campaña comienza teóricamente el 9 de mayo y se prolonga hasta el 20 de mayo. En el PSOE no se dan tregua para la reflexión. 

Un solo debate como opción más probable. La gestora se ha comprometido a organizar un debate entre los candidatos, pero ha dejado en manos de sus equipos que pueda haber más. Patxi López quería inicialmente tres y ha rebajado su petición a dos -uno sobre modelo de partido y otro sobre modelo político-. Cree que puede ganar puntos enfrentándose a Pedro Sánchez y Susana Díaz porque pronostica que estos dejarán patente su polarización y considera que eso le beneficia. Sus rivales son partidarios de que solo se celebre un encuentro de este tipo. El organizado por la gestora se celebrará en el “ecuador de la campaña”. La fecha que suena con más fuerza es el 16 de mayo -para evitar el día anterior (San Isidro), que es fiesta en muchos sitios de España-.

Tres modelos para un mismo PSOE. Los tres candidatos creen que el PSOE se juega su futuro en estas primarias y cada uno plantea que su proyecto es vital para la supervivencia. Pero, ¿son irreconciliables? Para los 'susanistas' el modelo que defiende Sánchez se aleja de lo que ha representado el PSOE “de siempre”, que es su principal reivindicación.

El exsecretario general carga continuamente contra el modelo que representa la presidenta andaluza y, sin embargo, aseguró en una entrevista en Telecinco que tienen “dos modelos distintos, no antagónicos” dentro del PSOE.

Es una afirmación que choca con la actitud que mantiene desde que salió de Ferraz y que ha enfatizado en los últimos días al asegurar que una victoria de Díaz, a quien acusa de dejar al PSOE “en tierra de nadie”, les relegará a ser tercera fuerza. Patxi López centra su discurso en su capacidad para “unir” al partido y poner en marcha “una izquierda exigente”. 

La batalla final. A pesar de que los militantes elijan al ganador el 21 de mayo, no será entonces cuando se entierre el hacha de guerra. Al PSOE le quedará por delante un mes para cerrar el modelo político y económico que han planteado Eduardo Madina y José Carlos Díez y abordar cuestiones orgánicas, como las consultas a los militantes o el choque entre la democracia directa y representativa que denuncia Sánchez, que dimitió tras perder una votación en el Comité Federal, el máximo órgano del PSOE entre congresos y formado por unos 300 miembros. Sánchez y López defienden que sea la militancia quien pueda revocar al secretario general. 

Los militantes socialistas tendrán del 8 de mayo hasta finales de ese mes para presentar enmiendas. Además, las agrupaciones elegirán los delegados que irán a los 'congresillos'.

En esos 'congresillos' regionales y provinciales -del 24 al 28 de mayo- se producirán los primeros debates de enmiendas que luego irán al congreso de mediados de junio. Además, se seleccionarán a los delegados que irán a ese cónclave, donde tendrá lugar las discusiones y votaciones definitivas de las enmiendas, y del que saldrá la nueva dirección.

El equilibrismo para la nueva dirección. El ganador tendrá que hacer equilibrios para componer la nueva ejecutiva -con los tradicionales contrapesos en las federaciones y entre las distintas candidaturas-. También se negociará la nueva composición del Comité Federal. Durante el mandato de Sánchez quedó clara la importancia de los integrantes de esos órganos directivos: la dimisión de la mitad más uno de la ejecutiva buscaba acabar con su liderazgo y quedó patente que no contaba con el respaldo mayoritario del Comité Federal por lo que se vio obligado a dimitir.

En las filas socialistas hay malestar por la decisión de separar la votación del secretario general y la de elección de los delegados en las asambleas locales. Muchos dirigentes, especialmente 'sanchistas', consideran que tener que votar dos veces será desincentivador. Además, consideran que elegir a los delegados cuando ya se conoce al vencedor de las primarias también puede ser contraproducente. En la gestora esperan minimizar el nivel de guerra ante la celebración del congreso.