El Ayuntamiento de Boadilla subió ilegalmente los sueldos de los concejales y cargos de confianza del alcalde, Arturo González Panero, también conocido como 'El Albondiguilla', uno de los principales imputados en el 'caso Gürtel'. Entre los trabajadores elegidos a dedo que deberán devolver el dinero se encuentra Elena Cerezo, la esposa del alcalde de Alcorcón, David Pérez.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha declarado ilegal la subida de sueldos que el Ayuntamiento de la localidad madrileña, donde se sitúa el epicentro de la trama corrupta, aprobó para el año 2008, poco antes de que el juez Baltasar Garzón comenzara la instrucción de Gürtel. Los sueldos de los cargos de confianza de 'El Albondiguilla' se incrementaron hasta un 23,9%, mientras que la Ley de Presupuestos Generales del Estado limitaba los aumentos salariales en un 3%.
La esposa de David Pérez era jefa de gabinete del imputado por la red corrupta que lideraba Francisco Correa y mantiene el mismo puesto con el actual alcalde, Antonio González Terol. Pasó de cobrar 45.053 euros a 55.727 euros, es decir, unos 10.000 euros más, lo que supone un incremento del 23,69%, según denunció en los tribunales el grupo municipal de Alternativa por Boadilla.
La sentencia obliga a los trabajadores implicados a devolver en torno a 180.000 al consistorio. Elena Cerezo tendrá que ingresar los 40.000 euros de más que ha cobrado desde la aprobación de ese presupuesto (2008 a 2011). La oposición denuncia que todavía no han ingresado lo que les corresponde en las arcas públicas municipales.
David Pérez, que también es diputado regional y preside la Federación Española de Municipios y Provincias, es uno de los hombres de confianza de Esperanza Aguirre en el PP de Madrid. Actualmente, se enfrenta a un conflicto en la localidad de Alcorcón por la huelga de los trabajadores de limpieza tras incumplir el convenio colectivo. Pérez ha adoptado la misma estrategia que Ana Botella en Madrid y ha contratado a Tragsa para que lleve a cabo la recogida de basuras durante la huelga de los trabajadores de la empresa pública. El sábado cientos de personas se manifestaron en Alcorcón y la concentración terminó con disturbios. David Pérez aseguró que pasaría la factura de los destrozos a los sindicatos que convocaron la marcha en la localidad del sur de Madrid.