Tras negarse durante varios días a dar una explicación, el Ministerio de Hacienda ha reconocido a través de un comunicado que hubo un error en la imputación de transmisiones de inmuebles a la infanta Cristina. La información que recibió la Agencia Tributaria estaba atribuida a un DNI que coincide con el de Cristina de Borbón y que no correspondía al utilizado en la venta.
Hacienda dice que “no comprobó ni verificó los datos porque no podía al estar prescritos”, al ser anteriores a los últimos cuatro años. Además justifica el error por el alto volumen de transacciones que llegan cada año a la Agencia Tributaria.
Cómo es posible que en 13 transacciones aparecidas en cuatro registros de la propiedad diferentes a lo largo de varios años apareciera como vendedor el singular DNI (número 14) de la infanta es algo que aún no tiene una explicación coherente, y de hecho tampoco se puede encontrar en el comunicado de la Agencia Tributaria. El organismo público se limita a manifestar que son los datos que recibió en su momento.
El Ministerio que dirige Cristobal Montoro explica que los datos que la Agencia Tributaria remitió al juez Castro son los que figuran en sus bases de datos, que son proporcionados por terceros, y se enviaron en respuesta a la petición recibida el 31 de mayo.
Añade que estas peticiones de información de juzgados y tribunales son habituales y la Agencia Tributaria tiene obligación de cumplimentarlas en virtud del artículo 17 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
La agencia insiste que en respuesta a estas peticiones se remite un volumen de información ingente que, en ocasiones, afecta a miles de datos, a varios años y que es solicitada para ser remitida en plazos muy breves. Para dar idea del volumen de información que maneja la Agencia Tributaria, recuerda que “anualmente se reciben y procesan más de mil millones de datos que hay que imputar a los contribuyentes”.
La historia deja en muy mal lugar al Ministerio de Hacienda, que aparentemente no se molesta en comprobar o cotejar con su base de datos las notificaciones que recibe de notarios y registradores de toda España. Que esto ocurra en plena campaña de declaración de la renta es aún más embarazoso. Por eso, el comunicado afirma que la información que se utiliza para la asistencia a los contribuyentes (y cita como ejemplo los borradores de la renta) tiene “el máximo nivel de calidad” y pasa por “sucesivos contrastes y depuraciones”.