Iglesias asegura que Sanchez se disculpó con él tras una “fuerte discusión” por la gestión de la marcha del rey emérito a Emiratos

El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha revelado este martes que tuvo una “fuerte discusión” con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a cuenta de la gestión de la salida de España de Juan Carlos de Borbón. Iglesias ha sostenido que Sánchez le pidió perdón por no haberle informado de que una parte del Ejecutivo estaba negociando con la Casa Real el destino del rey emérito tras las revelaciones periodísticas sobre su supuesta fortuna en paraísos fiscales. Según ha asegurado el líder de Unidas Podemos, el presidente le reconoció que le tenía que haber informado aunque sabía que “no iba a estar de acuerdo” con la decisión final adoptada. La respuesta desde el PSOE ha llegado por partida doble. Tanto la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, como la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, han puesto el acento en la necesidad de “guardar el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros”, aunque Iglesias no ha dicho que la conversación que ha referido se produjera en una reunión del Gabinete.

Iglesias ha concedido esta mañana una entrevista a la cadena Ser en la que ha evitado pronunciarse sobre el hecho de que la parte socialista del Gobierno conociera que se iba a anunciar un proceso de fusión entre Caixabank y Bankia, dos de las principales entidades financieras del país. Tanto Sánchez como la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, estaban al tanto del inicio de la negociaciones y de que se iba a comunicar a los medios. Pero ninguno de los ministros de Unidas Podemos estaba al tanto del asunto.

El vicepresidente ha rechazado valorar la ocultación de la información. “Si me preguntan por algo que me molesta de lo que hace el presidente, no lo responderé en los medios. Se lo digo en privado, no lo comento en los medios”, ha sostenido Iglesias. El líder de Unidas Podemos ha asegurado que es habitual que él y Sánchez tengan largas conversaciones sobre asuntos en los que difieren y que una de ellas se produjo tras el anuncio de la “huida” del rey emérito, según sus palabras. En su opinión, que Juan Carlos de Borbón “acabe en Emiratos Árabes es una vergüenza, su nombre viene en la CE y se va del país a una dictadura en un hotel de lujo. Tuvimos diferencias muy intensas

Cuestionado en varias ocasiones, Iglesias no ha querido incidir en el contenido de la conversación, más allá de las disculpas que, dice, le pidió Sánchez. Entonces, como ahora con la fusión de Caixabank y Bankia, Unidas Podemos se enteró por la prensa de lo que estaba ocurriendo, lo que ha provocado un fuerte malestar en el grupo confederal. Preguntado por si se ocultan muchas cosas dentro del Gobierno de coalición, Iglesias ha dicho que él no lo hace.

Iglesias ha reconocido que durante las negociaciones del Gobierno de coalición él insistió a Pedro Sánchez en la idea de utilizar la presencia del Estado en el accionariado de Bankia para crear una banca pública. “Perdí”, ha dicho. “Solo tenía 35 diputados”, ha lamentado. “Se va a hacer algo que no nos gusta”, ha asegurado sobre la fusión. “Me hubiera gustado que el destino de Bankia fuera diferente”, ha añadido.

En su opinión, “lo mínimo es mantener la participación pública para evitar que ocurra en este país lo que ocurrió la década pasada” con el sistema financiero. El líder de Unidas Podemos ha insistido en que la banca devuelva el dinero del rescate de hace ocho años con un recargo excepcional en el Impuesto de Sociedades que pagan.

Esa hipotética reforma impositiva debería producirse en el marco de los Presupuestos Generales del Estado, cuya negociación a varias bandas está en marcha. Pablo Iglesias ha defendido la vigencia del acuerdo programático que dio pie al Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, y ha insistido en que para hacerlo viable habría que optar por reeditar la mayoría de la investidura y no mirar hacia Ciudadanos, como insiste la parte socialista del Ejecutivo, lo que pasa por buscar el acuerdo con el PNV, ERC o EH Bildu, entre otros.

“Pueden hablar con quien quiera de lo que quieran”, ha dicho Iglesias sobre las conversaciones que el presidente y otros miembros del Ejecutivo están teniendo con Inés Arrimadas y otros representantes de Ciudadanos, para añadir: “Pero hay un acuerdo programático con la firma de Pedro Sánchez y con mi firma”. “Si alguien piensa que el Gobierno ha mentido en el programa de Gobierno, se equivoca”, ha zanjado.

Iglesias ha reiterado que él ha pactado con Sánchez una “metodología” para la aprobación de los Presupuestos que pasa primero por una negociación entre la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez. De ahí debe salir un proyecto de Presupuestos que será el que luego se negocie con el resto de fuerzas políticas. Y la base de dicho proyecto, ha remarcado, debe ser el acuerdo programático firmado entre los dos partidos del Gobierno.

Por eso, ha finalizado, cree imposible que Ciudadanos entre en el acuerdo final. Iglesias ha recordado que las políticas del partido de Arrimadas y las suyas no son compatibles y, aunque se ha abierto a poder revisar a la baja algunos impuestos que afectan “a las clases medias” o a la población en general, como el IVA, ha insistido en la necesidad de reducir la diferencia en la presión fiscal española con la europea, que el vicepresidente ha cifrado en siete puntos.

Respuesta del PSOE: “Guardar el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros”

Las palabras de Iglesias no han sentado bien en el PSOE, cuya respuesta ha llegado por partida doble, con la intención de zanjar un debate público que desvía la atención de otras cuestiones que consideran más importantes. Tanto la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, como la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, han puesto el acento en la necesidad de “guardar el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros” y han asegurado que ellas no van a revelar las conversaciones que se producen en el seno del Gobierno o entre sus miembros.

En la habitual rueda de prensa tras la reunión del Gobierno, Calvo ha defendido la confidencialidad de las reuniones del Gabinete. “No será por mí que se revelen las deliberaciones” del Consejo de Ministros, ha dicho la vicepresidenta primera. Calvo ha añadido que “lo importante son las relaciones que mantiene este Gobierno con la actual Jefatura del Estado, que son impecables. La obligación del Gobierno es sostener el orden constitucional. El propio rey hizo que fuera totalmente transparente las razones del rey emérito de salir de España”.

Lastra, por su parte, ha asegurado que no conoce “las conversaciones que el presidente mantiene con ninguno de los 22 ministros del Gobierno”. En una rueda de prensa en el Congreso, la portavoz socialista ha asegurado que no es su labor valorar las declaración de los ministros. Y ha concluido: “Si supiera de esas conversaciones entendería que yo no las hiciera públicas porque no lo he hecho público jamás”.