Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Ignacio Sanz y Ricardo Gómez, Premios Ala Delta y Alandar de Edelvives

EFE

Madrid —

0

Los escritores Ignacio Sanz y Ricardo Gómez son los ganadores de las últimas ediciones de los Premios Ala Delta y Alandar, que la editorial Edelvives dedica anualmente a la Literatura Infantil y Juvenil, respectivamente.

El escritor segoviano Ignacio Sanz ha obtenido el XXIV Premio Ala Delta de Literatura Infantil por su obra “El hombre que abrazaba a los árboles”, en la que narra la historia de Felicidad, una niña que cuenta la vida de su vecino Marcial, un viejo leñador que acude cada día al monte a hacer acopio de madera.

El libro ahonda en la relación que surge entre la niña y su vecino cuando le acompaña, cada sábado, a realizar esa labor, momento que el leñador aprovecha para contarle historias que vivió en Canadá, dónde aprendió su oficio.

Según el autor, la historia parte de un hecho real: el olmo que ahora luce espléndido en el Paseo Nuevo de Segovia gracias al empeño de un hachero que se negó a talarlo, y en su fondo late una mirada “hacia la naturaleza y hacia la gente solidaria y desvalida que no se da por vencida y tiene por aliada una imaginación prodigiosa”.

Ignacio Sanz (Lastras de Cuéllar-Segovia, 1953), es licenciado en Sociología aunque desde hace años se dedica exclusivamente a la escritura y la narración oral y obtuvo en 2010 el mismo galardón de Edelvives por “Una vaca, dos niños y trescientos ruiseñores”.

Ricardo Gómez ha obtenido el XIII Premio de Literatura Juvenil Alandar, dotado al igual que el anterior con 12.100 euros, con su obra “Juegos inocentes juegos”.

El libro premiado tiene como protagonista a Sebastián, un chico de dieciséis años que vive con su madre en un modesto barrio de Madrid y es un gran entendido de la informática.

Según el autor, el dinero que el adolescente gana probando prototipos de aviones completa la magra economía familiar, aunque en ocasiones los combates y escenarios son tan reales que comienza a sentir escrúpulos, especialmente cuando su madre se pregunta si es legítimo matar aunque sea en un juego de ordenador.

Ricardo Gómez (Madrid, 1954) impartía clases de Matemáticas en institutos de enseñanza hasta que, con 40 años, comenzó a escribir, afición con la que obtuvo en 2003 el premio Alandar por “Cazadores de estrellas”.