El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se ha despedido del cargo en su última comparecencia en Moncloa tras la reunión del Consejo de Ministros. Pedro Sánchez ha querido aprovechar hasta el último minuto de Illa al frente del departamento con esa rueda de prensa antes de informar el rey de los cambios en el Gobierno. “Seguiré enfocado en dar lo mejor de mí mismo, junto a todos y todas, para vencer este virus”, ha dicho en su adiós antes de dimitir para concurrir como cabeza de lista del PSC a las elecciones catalanas. Illa es consciente de que está en la diana del resto de partidos por el abandono de la cartera más sensible en plena tercera ola de la pandemia, pero se ha mostrado convencido de que se debe ahora a su partido, que por primera vez en muchos años se ve capaz de competir por la presidencia de la Generalitat: “Es un honor servir a mi país en momentos que cómodos no han sido y me voy a otra responsabilidad que anticipo que no va a ser cómoda. Me he movido siempre así, buscando aquello que mis compañeros y yo mismo consideramos que puede ser más útil”.
Illa ha admitido que le da “pena” dejar atrás esta etapa en Madrid, una ciudad que ha definido como “maravillosa” y en la que tiene amigos “dentro y fuera” del Gobierno, según ha expresado. “Me siento un servidor público y siempre estaré donde crea que pueda ser mas útil”, ha zanjado su discurso inicial en el que ha aprovechado para despedirse de los portavoces de Sanidad en el Parlamento después de que la víspera todos los grupos, incluido Unidas Podemos, le atizaran por abandonar el cargo en plena tercera ola y antes de comparecer en la Comisión correspondiente. Illa ha sorteado las críticas: “He ido muchas veces al Congreso, cuantas veces se me han requerido, he solicitado acudir varias veces, he aprendido de mis adversarios políticos; el Gobierno va a comparecer y va a hacer honor al compromiso del presidente de hacerlo una vez al mes”.
“Somos un Gobierno de coalición, hay matices distintos, encajo esto con la mayor normalidad y sin despistarme de lo que son mis compromisos”, ha respondido sobre las recriminaciones que llegan del socio minoritario. Aunque ni Illa ni la portavoz, María Jesús Montero, han querido dar pistas sobre los “ajustes” en el Gobierno, el aún responsable de Sanidad ha asegurado que su sucesor rendirá cuentas en el Parlamento. La actual ministra de Política Territorial, Carolina Darias, es la que tiene más papeletas de asumir esa cartera.
Salvador Illa llegó al ministerio hace muy poco más de un año, el 13 de enero de 2020. Lo hizo sin experiencia en gestión sanitaria, a un ministerio con casi todas las competencias transferidas a las comunidades y que por entonces ejercía un papel principalmente de coordinación autonómica, más para ejercer de eje entre el Gobierno y el Govern de Catalunya. Dos semanas después, el 31 de enero, se confirmó el primer caso de COVID-19 en España, en La Gomera. Para el 14 de marzo la situación ya había explotado y el Gobierno tomó la decisión de decretar el primer estado de alarma de 2020 y segundo de toda la democracia, colocándole a él como mando único frente a la pandemia y como ministro con más poder del gabinete.
Se va a la campaña catalana con una situación, ha reconocido, “muy preocupante” en hospitales y con una incidencia acumulada rozando los 900 casos debidos a la tercera ola de coronavirus, aunque hay indicios de un descenso en la tendencia de contagios. “Siempre he creído en los trabajos de equipo, y en el Ministerio y las comunidades hay un equipo de servidores públicos que estoy seguro de que harán un trabajo magnífico frente a esta tercera ola que va a ser derrotada, igual que la primera y la segunda”, ha comentado sobre abandonar en estos momentos. De hecho, se ha mostrado convencido de que no será necesario un confinamiento domiciliario y que la actual oleada se vencerá con las restricciones implantadas las comunidades autónomas y el paraguas del estado de alarma.
Illa ha repasado parte de lo que ha ocurrido desde ese 13 de enero al frente del ministerio, especialmente desde que la epidemia se agravó. Se ha referido a los 23 consejeros de Salud que ha habido en este año, y con los que se ha reunido semanalmente en el Consejo Interterritorial. “No ha sido nada fácil, hemos pasado por momentos complicados y de desencuentros. Les quiero expresar mi reconocimiento, gratitud y reconocimiento del trabajo duro que han hecho”, ha expresado el aún ministro. También ha puesto en valor los acuerdos que han conseguido alcanzar en el marco de la cogobernanza. Justo antes de abandonar el cargo, las comunidades se han revuelto ante la negativa del Gobierno a ampliar las restricciones a través de confinamientos domiciliarios o ampliación de los toques de queda. El miércoles pasado se lo habían pedido ocho comunidades, de PP y de PSOE, pero Illa rechazó por ahora cambiar el decreto de estado de alarma para ello. “No había una posición unánime. Había quien decía que podría ocasionar la concentración de personas en la misma franja horaria”, ha explicado este martes.
Además, ha insistido en que hay territorios que ya tienen “decretados confinamientos” y que una posible modificación del estado de alarma se seguirá analizando en el Consejo Interterritorial, aunque considera que no será necesario un lockdown como el de marzo de 2020.
“Siempre nos hemos guiado por criterios científicos”, se ha defendido Illa de los ataques de quienes consideran que no ha endurecido las restricciones por estar inmerso en la precampaña. “No voy a entrar a valorar lo que dicen los demás sea en términos positivos o negativos. Me limito a hacer mi trabajo lo mejor que sé. Hemos cometido errores también algún acierto. No conozco a nadie que haya acertado todo desde el primer día”, ha respondido a la pregunta de si hacía alguna crítica de su gestión en el ministerio.
En su intervención inicial ha tenido unas palabras para los profesionales sanitarios: “Quisiera dar las gracias a todos los profesionales sanitarios”, englobando, ha señalado, desde médicos especialistas hasta celadores y responsables de limpieza a los que la pandemia “ha puesto a prueba” y han dado lo mejor de sí mismos en esta etapa. Por último en el capítulo de agradecimientos, el ministro se ha referido al “conjunto de ciudadanos españoles”. “Hemos tenido que vivir meses con medidas muy duras que han alterado nuestra vida cotidiana y quiero agradecer el cumplimiento ejemplar con el que el conjunto de la ciudadanía las ha seguido”, ha rematado.
Con un punto de emoción en su intervención, ha confesado que el peor momento en su etapa al frente de Sanidad fue cuando le trasladó al presidente la necesidad de restringir el acompañamiento de familiares y allegados que perdían a un ser querido. Así, ha dicho que se lleva consigo a las víctimas de la COVID-19 y sus familiares.
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, no ha dejado escapar la oportunidad de alabar la “inestimable contribución” de Illa “al bienestar de los ciudadanos en uno de los años más duros, más sacrificados en la historia y, por tanto, doloroso para los ciudadanos”. A 48 horas de que Illa se disponga formalmente a disputar la presidencia de la Generalitat, Montero ha destacado la “humanidad y talante” del que ha sido su compañero en el gabinete. “Has aportado humanidad, serenidad y diálogo a la política en un momento en el que era necesario”, ha sentenciado.
Además, ha rechazado que esa salida y los consecuentes relevos en el gabinete sean un foco de preocupación en la coalición. “Puedo volver a reiterar el buen estado de salud del gobierno de coalición y la estabilidad independientemente de que la salida de Illa provoque algunos ajustes”, ha dicho Montero. A falta de que Sánchez comunique los cambios al rey y comparezca públicamente para anunciarlos, Carolina Darias es la que más papeletas tiene para hacerse cargo de Sanidad y Miquel Iceta de entrar en el Gobierno para sumir la cartera de Política Territorial.