Ione Belarra (Pamplona, 1987) afronta el final de la legislatura con una doble responsabilidad: conseguir desatascar en el seno del Gobierno de coalición algunos de los principales proyectos de su Ministerio de Derechos Sociales, como la Ley de Vivienda o la de Derechos Animales, y guiar los pasos de Podemos, la formación de la que es secretaria general, en el ciclo electoral que anuncia 2023.
La ministra le pide a sus socios de Gobierno que no echen el freno a las reformas tras la aprobación, esta semana en el Senado, de los terceros Presupuestos del mandato. Y se muestra moderadamente optimista sobre el desbloqueo de algunas de las promesas que quedan en el cajón. Más cautelas expresa con lo que está por venir en su espacio político. Belarra cree que ha llegado la hora de que Yolanda Díaz aclare qué va a hacer, con quién y cómo, y confiesa que le gustaría ver a la vicepresidenta defendiendo las siglas de Unidas Podemos en las autonómicas y municipales de mayo.
Sobre la crisis institucional que vive España tras el choque del Tribunal Constitucional con las Cortes Generales, opina que el PSOE no debería limitarse a acelerar la renovación del tribunal de garantías y plantea ir más allá con una reforma urgente del sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial. Belarra recibió a elDiario.es este miércoles, en la sede del Ministerio.
¿Va a participar Podemos en la redacción de la Proposición de Ley que está preparando el PSOE para renovar el Tribunal Constitucional?
Estamos ante un golpe judicial al Poder Legislativo. Esto es algo sin precedentes, es uno de los ataques más graves a la democracia española de las últimas décadas. El Tribunal Constitucional ha parado una votación del Poder Legislativo, que es en el que reside la soberanía popular. Es gravísimo, es inédito y está fuera del orden constitucional. Está fuera de la legalidad en España. Y forma parte de una estrategia que es golpista por parte de la derecha y tiene que ver con que el Partido Popular y también con la derecha mediática y la derecha judicial, que no respetan lo que se votó en las elecciones del 2019. No son demócratas, no respetan el resultado de las urnas ni la mayoría parlamentaria que salió de ahí, y mucho menos que una fuerza política como Podemos esté en el Gobierno.
Ante un ataque de estas características tenemos que defender la democracia con más democracia. No valen medias tintas, no vale ser timoratos. Necesitamos ir al fondo de la cuestión y expiar el pecado original, que es la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Tenemos un sistema de renovación que le da capacidad de veto a la derecha. Necesitamos adaptar ese sistema al nuevo panorama político español porque España ha cambiado y está hecho a medida del bipartidismo. Eso pasa por cambiar el sistema de mayorías con el que se elige.
¿Pero, entonces, apoyarán la propuesta del PSOE?
Estamos intentando convencer al Partido Socialista de que no valen medias tintas, de que necesitamos ir al fondo de la cuestión, que es la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Está muy bien renovar el Tribunal Constitucional porque el ala derecha se está atrincherado para frenar algunos avances fundamentales de este Gobierno. Leyes que emanan del Parlamento como la ley de vivienda, la ley solo si es sí, la subida del salario mínimo. Estamos ante un ataque gravísimo a la democracia española y necesitamos renovar ya el Consejo General del Poder Judicial. No se va a resolver esta crisis institucional simplemente renovando el Tribunal Constitucional.
Estamos ante un ataque gravísimo a la democracia española y necesitamos renovar ya el Consejo General del Poder Judicial
¿Su apuesta es rebajar esas mayorías para la elección del Consejo General del Poder Judicial?
Estamos dispuestas a dialogar. Tenemos una propuesta que hemos trasladado al conjunto de grupos parlamentarios que forman parte del bloque democrático. Lo que estamos tratando de hacer entender al PSOE y al conjunto de la ciudadanía española es que la democracia no puede sostener por más tiempo este ataque sin precedentes que ha hecho el PP, que es secuestrar el órgano de gobierno de los jueces. Es donde el Partido Popular puede atrincherarse para seguir protegiendo a sus corruptos y es inasumible.
¿Su propuesta es establecer un sistema de doble votación en el que en la segunda sea suficiente una mayoría absoluta y no la actual de tres quintos de la Cámara?
No es exactamente así, porque la propuesta ha ido sufriendo cambios. Pero quiero ser discreta porque ahora mismo estamos en negociaciones con otros grupos parlamentarios.
¿Cree que la Mesa del Senado debería haber desobedecido al Constitucional?
Ya no estamos en esa pantalla. Ese debate lo ha zanjado el PSOE.
¿Ustedes les pidieron hacer otra cosa de lo que han hecho, que es acatar?
Ese escenario está zanjado y ahora mismo tenemos que dar respuesta a una crisis institucional sin precedentes en la historia de nuestro país que es que se frene una votación de un parlamento. En esto no caben las medias tintas ni ser timorato. Necesitamos que el PSOE entienda que tenemos que renovar el Consejo General del Poder Judicial cuanto antes porque, si no, el daño que le está haciendo la derecha a la democracia española quizá sea irreparable.
Más allá de la actuación del Constitucional, ¿ustedes apoyan los términos en los que se ha desarrollado esa reforma del Código Penal? Me refiero al delito de malversación. ¿Entiende que haya gente que no comprenda que esta reforma se haya hecho a la medida de los líderes independentistas condenados por el procés?
Forma parte de una negociación entre el PSOE y ERC que nosotros acompañamos y que es imprescindible. Hemos generado un consenso entre todos los progresistas en España y es que tenemos que avanzar en la desjudicialización del conflicto con Catalunya. Hay una parte del acuerdo que nos gusta más, como la derogación del delito de sedición, que yo creo que era una cuenta pendiente que la legislación española tenía para homologarse a otras normativas europeas. Y luego hay otra parte, que es la de la malversación, que nos ha generado dudas desde el principio y que nos las sigue generando. Pero se trata de un acuerdo global y lo respetamos y acompañamos.
¿Está satisfecha por cómo ha salido la Ley de Familias del Consejo de Ministros? Los sindicatos han pedido que los permisos parentales con hijos de hasta ocho años sean remunerados.
Casi nunca estoy satisfecha con lo que hemos conseguido. Veníamos de tal grado de sufrimiento por las políticas de austeridad y recortes del PP que todo es poco. Entiendo lo que piden los sindicatos, entiendo lo que reivindica la ciudadanía. Entiendo el problema gigante de conciliación que tenemos en España, en el que las familias tienen que hacer malabares con las escuelas, las actividades extraescolares, los abuelos y las abuelas. Pero sabiendo que siempre queda mucho por hacer, yo sí estoy satisfecha. Creo que es una buena norma porque empezamos a poner en el centro los cuidados, que también son un trabajo no remunerado que han hecho mayoritariamente las mujeres y que no han tenido ningún tipo de valoración social. Y, ahora, con esta norma, por primera vez les vamos a dar valor. Por primera vez les vamos a decir que si necesitan quedarse un día en casa porque su niño o su niña se ha puesto enfermo y no pueden ir a trabajar porque no tienen con quién dejarlo, el Estado se ocupa y tenemos un permiso de cuatro días de fuerza mayor para que puedan atender a sus hijos, a su pareja para acompañarle al médico o lo que sea necesario.
¿Se renovará el escudo anticrisis que decae el 31 de diciembre?
Quiero ser discreta sobre cómo va la negociación, pero sí creo que las medidas que hemos propuesto son muy importantes. Tenemos suficiente perspectiva como para saber que las propuestas que ha puesto Podemos encima de la mesa han sido un éxito rotundo en términos del escudo social. Hemos vuelto a proponer que la financiación del Estado en el transporte público suba al 50% viendo que es una medida que ayuda a las economías de muchísimas familias y, además, nos permite luchar contra la emergencia climática. También el tope al gas por el que se nos crucificó un poco, pero que creo que ha demostrado que es lo que nos ha permitido frenar la inflación. Hemos vuelto a proponer que el tope al gas se mantenga en 40 euros también los próximos seis meses porque creo que ha sido muy eficaz y hay muchos mimbres para convencer a la Comisión Europea de que España ha hecho lo correcto.
También hemos propuesto un cheque de alrededor de 300 euros para equilibrar la balanza. Ahora mismo tenemos empresas de alimentación en España que están haciendo beneficios sobre lo que ya ganaron en 2021 y 2020. Eso es inaceptable. En un momento en el que muchas familias no pueden llenar la nevera tienen que hacer un esfuerzo. Tenemos que poner un impuesto extraordinario y con ese impuesto extraordinario y con otros fondos del Estado poder financiar ese cheque. Yo creo que eso, sumado a la congelación de los precios del alquiler y de las hipotecas, que son los principales gastos de las familias, completaría de manera muy eficaz el escudo social.
No doy crédito a lo que ha pasado con la Ley de Derechos Animales, teníamos un acuerdo cerrado con el PSOE en el Gobierno
¿Aún ven posibilidades para un acuerdo en la Ley de Derechos Animales o hay riesgo de que finalmente decaiga por la posición del PSOE respecto a los perros de caza?
No doy crédito a lo que ha pasado con la Ley de Derechos Animales porque nosotros teníamos un acuerdo cerrado con el PSOE en el Gobierno. Es la fuerza mayoritaria del Gobierno, no llega nada al Consejo de Ministros que no le parezca bien. Y ya teníamos un acuerdo. Después de eso, el PSOE presentó una enmienda que excluye a los perros de caza. Esta ley no regula nada sobre la actividad de la caza, absolutamente nada. Solamente protege a todos los animales del maltrato animal, que eso sí es una novedad en España.
Quien está sacando a una parte de los perros de esta norma se está colocando del lado de los maltratadores de animales, de quienes cuelgan galgos o entierran cachorritos en cal viva. No me lo puedo explicar porque estoy convencida de que hay una parte muy importante de los votantes socialistas a los que no les parece bien que se maltrate a los animales. Creo que se están equivocando. Les he pedido que retiren la enmienda porque impide que haya una mayoría progresista que saque adelante la ley. El PSOE solo tiene dos opciones: o volver al acuerdo que teníamos la semana pasada, o retirar la enmienda. O bien tirar una ley del Gobierno, que yo creo que es un escenario que nadie se puede plantear en estos momentos.
Hay un escenario similar con la Ley de Vivienda, de la que ustedes también son coproponentes. Vamos a asistir, si el Tribunal Constitucional lo permite, a una reforma en tiempo récord del Código Penal de asuntos tan espinosos y complicados como la derogación de la sedición o la reforma de la malversación. Y, sin embargo, la Ley de Vivienda puede acabar en un cajón a final de legislatura. Habrá mucha gente que pueda llegar a pensar que menuda pena que ninguno de los líderes independentistas tuviera problemas para pagar el alquiler porque, si no, seguramente se hubiese desbloqueado la Ley de Vivienda.
Hemos intentado armar la mayoría suficiente para sacar adelante la ley y eso pasaba por que no se pueda desahuciar a familias vulnerables sin que haya una vivienda alternativa, que podamos tener una regulación más efectiva de los precios del alquiler en las zonas de mercado tensionado… Son elementos que eran necesarios incorporar al texto para poder sacar adelante la ley. Sin embargo, el PSOE ha mantenido una actitud muy resistente a introducir cambios. Yo no desisto. Sigue habiendo conversaciones casi cada semana para sacar adelante la ley y yo confío que se va a sacar adelante.
¿Hay un riesgo real de que este Gobierno de coalición de izquierdas llegue al final de legislatura y tenga que decirle a su electorado que no ha sido capaz de impulsar la Ley de Vivienda?
Creo que el PSOE no se lo puede permitir y que se equivocaría mucho si bloquease no solo esta norma, la Ley de Vivienda, sino también, por ejemplo, la ley mordaza. Es inexplicable que la mayoría progresista no haya derogado ya la ley mordaza.
¿Sigue pensando que Yolanda Díaz es la mejor candidata para su espacio político?
Hemos sido cristalinas: pensamos que ahora mismo es Yolanda quien tiene que decidir si quiere ser la candidata del conjunto del espacio y de Podemos. Es ella quien tiene que tomar esa decisión. Yo no la puedo tomar por ella. Nosotras ya nos hemos expresado en multitud de ocasiones. Hace año y medio que lo llevamos diciendo, pero es ella quien tiene que decidir si quiere ser la candidata de Podemos y si vamos a proteger la unidad de aquí a las próximas elecciones generales. Creo que es muy importante que protejamos la unidad del espacio. Pablo Iglesias consiguió que todo el espacio de la izquierda transformadora, desde lo que representa el Partido Comunista de España hasta lo que representan los Verdes en Alemania con Alianza Verde aquí, se presentase unido a las elecciones. Por eso creo que es muy importante explicarle a la gente que lo fundamental es la unidad porque es la condición de posibilidad de revalidar el gobierno de coalición. Lo que necesitamos es presentar una candidatura de unidad. Y ahora mismo la unidad es lo más importante.
Dice que si su espacio no concurre unido a las elecciones generales, no salen las cuentas para un gobierno de coalición. Supongo que el partido político que usted lidera antepondrá entonces la defensa de sus políticas y la continuación del gobierno de coalición y que, por tanto, por su parte, aceptarían incluso cualquier cosa con tal de que se repita el gobierno de coalición antes de que gobierne la derecha con la extrema derecha.
Esa pregunta no hay que hacérsela a Podemos. Podemos siempre ha estado comprometido con la unidad. Hemos construido un espacio político con enorme generosidad, aunque no siempre se reconozca, porque creo que cuando montamos Podemos y cuando Pablo Iglesias era el candidato hubo muchísima generosidad. Por ejemplo, llegando a un acuerdo de coalición con Izquierda Unida, que nos costó una escisión interna. Yo creo que el compromiso de Podemos con la unidad es innegable y que esa pregunta ahora mismo está en el tejado de Yolanda.
Pero ustedes también tendrán algo que decir, imagino. Con las cosas que han pasado en los últimos tiempos, a estas alturas y como secretaria general de Podemos, ¿se sentiría más identificada con una candidatura de Irene Montero o de Yolanda Díaz?
Eso no está encima de la mesa. Nosotros, insisto, hemos sido cristalinos. Hemos dicho incluso que estamos dispuestos a que el candidato o la candidata del espacio no sea una persona con carné de Podemos. Eso revela una enorme generosidad a la que, honestamente, creo que muy pocos partidos estarían dispuestos. Creo que nunca el PSOE estaría dispuesto a construir un espacio en el que el candidato o la candidata no tuviera carnet del Partido Socialista. Pero insisto, esa pregunta ahora mismo la tiene que contestar Yolanda, que durante todo este tiempo ha estado organizando su partido. Creo que ya estamos en un punto en el que es necesario responder a la pregunta de si Yolanda es la candidata también de Podemos y si vamos a presentarnos a las elecciones con unidad, que es lo que nos está reclamando la mayoría de la gente.
Si Yolanda quiere ser la candidata del conjunto del espacio, yo creo que es posible un acuerdo de coalición con Sumar. Lo creo de verdad, pero necesitamos claridad y hoja de ruta
¿Cómo se ha llegado, en un año y medio, a que Yolanda pase de ser la candidata de Podemos señalada públicamente por Pablo Iglesias a que ahora haya que esperar a que ella decida porque, según usted, está montando su partido?
Porque ha pasado mucho tiempo y han pasado muchas cosas y ahora estamos en otro punto.
¿A usted le parece bien que Yolanda Díaz se vaya a mantener al margen de las elecciones autonómicas y municipales?
A mí me gustaría que Yolanda hiciera campaña por Podemos y por Unidas Podemos en las elecciones autonómicas y municipales.
Es una obviedad que se han ido complicando las cosas en su espacio en el último año y medio. ¿Qué cree que Podemos debería o podría haber hecho para no haber llegado a esta situación? ¿Y qué ha echado en falta de Yolanda Díaz?
Si nos pasamos todos estos meses hablando de nosotras mismas con la crisis institucional que tenemos, con las enormes necesidades que tiene la gente de nuestro país en este momento para llenar la nevera o pagar el alquiler, nos equivocaríamos. Por eso, precisamente, lo que está reclamando Podemos en este momento es claridad, hoja de ruta. Que sepamos a dónde vamos, cómo vamos. Si Yolanda quiere ser la candidata del conjunto del espacio, yo creo que es posible un acuerdo de coalición con Sumar. Lo creo de verdad, pero necesitamos claridad y hoja de ruta. Fíjate que en estos días ha habido rumores sobre si el presidente querría convocar elecciones en una crisis institucional...
¿Ustedes qué piensan sobre eso?
Yo lo descarto completamente, pero el escenario es complejo e incierto. Creo que vamos a llegar al final del año que viene, pero tenemos que estar listas para cualquier escenario.
Usted reivindicó hace unos días que, en todo caso, la candidatura se ha de vehicular a través de la participación ciudadana, de las bases. ¿Fue un error que Pablo Iglesias señalase a Yolanda Díaz como líder del espacio y como candidata sin haberse producido ese proceso que ahora ustedes reclaman?
No me siento capacitada para responder a esa pregunta. Lo fundamental ahora es dar respuesta a la situación que tenemos en este momento y que la unidad no se entierre en los despachos. Necesitamos que la gente sea escuchada y que participe activamente. Las respuesta a las consultas que hemos hecho o la participación a través de primarias para elegir a nuestros representantes es nuestra mayor fortaleza, porque es lo que nos ha permitido tomar las decisiones difíciles. En los momentos más complicados fue la militancia de Podemos la que nos arropó. Por ejemplo, cuando dijimos una cosa muy valiente en contra de todos los operadores mediáticos, que era que teníamos derecho a estar representados en el gobierno de coalición. Y fíjate lo que ha supuesto eso en términos de hacer posibles políticas que siempre nos habían dicho que eran imposibles. No deberíamos dar pasos atrás en la participación democrática.
Decía antes que Podemos, bajo el liderazgo de Pablo Iglesias, fue capaz de trascender incluso sus siglas y hubo un momento en que el espacio confederal, bajo el nombre de Unidas Podemos, llegó a aglutinar a casi a toda la izquierda del Partido Socialista. Ahí estaban Más País, Más Madrid, Compromís, los Comunes, Izquierda Unida, muchísima gente. Sin embargo, toda esa gente, e incluso algunos líderes territoriales de Podemos, parecen confluir hoy en torno al liderazgo o la candidatura de Yolanda Díaz, o así por lo menos se escenifica en sus actos. ¿Qué ha pasado para que parezca ahora que es la dirección de Podemos la que está un poco sola frente a todas esas formaciones?
Nosotros hemos defendido siempre la unidad y tratamos de articular y cuidar el espacio en torno a Podemos. Lo que están haciendo nuestras direcciones autonómicas que tienen que cerrar acuerdos con Izquierda Unida y con Alianza Verde es ofrecer revalidar el mismo acuerdo del 2019. Creo que es una oferta generosa y que es muy sensata. Y, sin embargo, nos estamos encontrando con que hay otros actores a los que no les vale eso. Es fundamental preguntarles al resto de actores del espacio por qué lo que valía en 2019 no vale ahora. Necesitamos seguir trabajando por espacios lo más amplios posible. Desde luego, a Podemos nos van a encontrar ahí porque es donde hemos estado siempre.