Isabel Serra (Madrid, 1989) ha aceptado un reto a priori muy complicado: sustituir a Íñigo Errejón al frente de la candidatura de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, después de que el cofundador del partido rompiera con él para tejer una alianza con Manuela Carmena. Las encuestas, de momento, sitúan un poco por encima a esta exmilitante de Anticapitalistas que fue una de las abanderadas del sector crítico de Podemos en Madrid desde su nacimiento.
Serra conversa con eldiario.es después de uno de los habituales desayunos informativos de campaña. Un acto organizado por y para las élites en los que Podemos sigue sonando a veces disruptivo cuando, como este lunes, critica abiertamente a los patrocinadores del evento. Algo no muy habitual en el Madrid de la moqueta.
La candidata de Unidas Podemos defiende en esta entrevista su papel como garante de las políticas de izquierdas. Algo que ya ocurriera en la campaña del 28A. La diferencia, dice, es que muchos de los que votaron entonces al PSOE por “miedo” a Vox ahora temen que Pedro Sánchez pacte con Ciudadanos. Eso, cree, puede darle aire a ella el próximo 26 de mayo.
El barómetro del CIS que se publicó la semana pasada les sitúa cuartos en la Comunidad de Madrid. Hace cuatro años fueron terceros, incluso segundos en las elecciones generales de 2015. ¿Qué ha pasado en estos cuatro años para que se produzca esta pérdida de voto? ¿A qué lo achaca?
No estamos en una situación de movilización como en la que estábamos. Podemos surge después del 15M para llevar todas esas demandas que están planteando en la calle a las instituciones y la bajada en el nivel de movilización tiene efectos evidentes sobre una fuerza política como la nuestra. Son los momentos en los que los pensionistas están en la calle exigiendo pensiones dignas o las mujeres en el 8 de marzo cuando volvemos a tener más fuerza y más sentido como proyecto político.
La movilización ha bajado también por los éxitos de Podemos, como echar a Rajoy e impulsar políticas de cambio con el Gobierno de Pedro Sánchez, como la subida del SMI. Tras eso, el Gobierno de la corrupción y de los recortes que es el PP deja de estar en el centro y pasa a estar el PSOE.
Además, el surgimiento de Vox genera una campaña en la que el miedo ha sido un factor determinante a la hora de decidir el voto. Y eso ha jugado a favor del PSOE. El PSOE es un calmante, pero no es el antídoto frente a la extrema derecha. Solamente Unidas Podemos tiene la capacidad de defender los servicios públicos y es quien puede hacer frente a ideas como las de Vox, que tratan de generar una guerra del penúltimo contra el último.
Y en último lugar, el campo político se ha resituado entre izquierda y derecha. Y eso tiene efectos a la hora de situarnos en un determinado espacio del eje político.
¿Ha perdido Unidas Podemos el voto de la ilusión que se generó en 2015?
Hay una pérdida de novedad. Unidas Podemos lleva cinco años en las instituciones. Somos un partido muy joven, pero aparecemos ya como una fuerza institucional. Eso tiene efectos en muchísima gente que sigue desconfiando de las instituciones y de la política en una situación en la que esas instituciones no están garantizando seguridad, bienestar ni protección. Me refiero a la incapacidad que tienen las instituciones de garantizar un empleo digno frente grandes empresas que se saltan la ley, por ejemplo incumpliendo el Estatuto de los trabajadores cuando dice que hay un máximo de 80 horas extra. La desconfianza hacia las instituciones aumenta y afecta a quien está dentro.
¿Se lo ha robado el PSOE?
No creo que el voto socialista sea el de la ilusión. Como decía antes, opera un voto del miedo frente a la posibilidad de que llegue la extrema derecha. Tiene que ver también con cómo funciona el sistema electoral.
Sí creo que lo que quiere muchísima gente es estabilidad para que se apliquen políticas de cambio que mejoren la vida de la ciudadanía. Por eso sí creo que ahora hay mucha gente que se puede estar preguntando si ha hecho bien en votar al PSOE cuando no aclara si va a hacer caso a las presiones de la agencia de calificación Moody's, del Banco Santander o de la CEOE para pactar con Ciudadanos o si va a optar por seguir avanzando en derechos y salir de esta crisis social y política en términos democráticos, como nos están diciendo el movimiento feminista y los jóvenes que se manifiestan en todo el mundo contra el cambio climático.
El CIS les da un resultado muy ajustado con Íñigo Errejón, un punto por encima. ¿Superar a la candidatura de Más Madrid es uno de los objetivos de Unidas Podemos?
Nuestro objetivo es evitar que gobierne la derecha. Evitar que siga un Gobierno del PP que tiene como objetivo beneficiar a las personas multimillonarias en la Comunidad de Madrid y seguir privatizando los servicios públicos. Y nuestro segundo objetivo es hacer un Gobierno de izquierdas.
Si me preguntas si prefiero que una mayoría de madrileños opte por Unidas Podemos, desde luego que lo prefiero. Igual que prefiero que opten por Unidas Podemos que por el PSOE. Porque somos el único proyecto político que ofrece garantías, que lleva trabajando cuatro años en la Asamblea de Madrid para ofrecer alternativas a esas políticas del PP. Y porque creo que es el proyecto que mejor defiende los derechos de los madrileños.
¿Qué diferencias hay entre ambos proyectos? Muchos miembros de ambas candidaturas compartían grupo parlamentario hace unos meses.
Yo sé cómo hemos trabajado nosotros nuestro programa político, recogiendo las demandas de los movimientos sociales con los que llevamos trabajando muchísimo tiempo. También sé lo que es Unidas Podemos y lo que hemos hecho en la Comunidad de Madrid. Es un proyecto político que permitió que muchísima gente que estaba huérfana dejase de estarlo, aunó los anhelos y simpatías de votantes de izquierdas que hasta este momento no encontraban un referente electoral.
Pero la pregunta respecto a cuáles son esas diferencias quien mejor la puede responder es Íñigo Errejón. Es él quien ha optado por salirse de Unidas Podemos.
Durante estos meses ha habido varios intentos de aunar los proyectos de Unidas Podemos y Más Madrid. Según el CIS y otras encuestas, la suma de la intención de voto y la suma de los diputados que se adjudican a ambos les situarían peleándose con el PSOE por ganar las elecciones. ¿Se arrepiente de algo? ¿Creen que podrían haber hecho algo mejor, distinto, para evitar que haya dos candidaturas?
Hay muchos madrileños, muchos votantes, mucha gente de movimientos sociales que no está contenta con esa división. Lo comprendo perfectamente. Con todas las cautelas, las encuestas plantean que no ha habido una ampliación del campo político sino que ha habido una división. Y creo que eso puede desmotivar a la hora de ir a votar.
En Podemos hemos tenido muchos errores. Yo he sido y soy crítica con posiciones y modos de hacer que ha habido durante estos años. Así lo he expuesto durante mucho tiempo. Podríamos haber hecho mejor cosas que tienen que ver con hacer de esta organización política una en la que los militantes y la gente de los círculos tenga más peso o asentar y democratizar esta organización para que sea una organización sólida y que construya en los movimientos sociales y en los barrios para que perdure.
Pero desde una posición crítica digo que en un proyecto colectivo hay que estar en los momentos en los que estás de acuerdo con las posiciones mayoritarias y también en los momentos en los que pierdes. Y ahí no comparto la decisión de Íñigo de haberse marchado. Sobre todo, porque no creo que el espacio de Más Madrid amplíe. No creo que la gente que se sintió vinculada a un proyecto como el de Podemos a día de hoy se sienta referenciada en Más Madrid. Creo que se ha achicado el campo.
En la presentación de esta mañana ha planteado algunos ejes programáticos de la candidatura, con especial hincapié en vivienda, como, por ejemplo, recuperar las viviendas que el IVIMA vendió a los fondos buitre. Esto ya lo planteó Carmena y al final no se hizo. ¿Cómo lo van a hacer ustedes?con especial hincapié en vivienda
En la Comunidad de Madrid estamos en una situación de emergencia habitacional. Los gobiernos del PP han especulado con la vivienda y la han entendido como un negocio y no como un derecho. Revertir este proceso para que todo el mundo tenga garantía de acceso a la vivienda es un pilar fundamental de nuestro proyecto.
¿Cómo? En primer lugar, ampliando el parque público de viviendas para que todas las familias en situación de exclusión tengan una vivienda digna y porque nos permite influir en el mercado y reducir los precios del alquiler que han subido hasta un 40% en algunos barrios como Puente Vallecas o como Arganzuela en los últimos tres años. Para eso hay que movilizar la vivienda vacía, como plantea la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, con diferentes impuestos y penalizaciones a la vivienda vacía.
Pero también hay que recuperar esas viviendas mal vendidas a los fondos buitre. Primero, abriendo procesos judiciales. Y, en segundo lugar, utilizando una competencia que tienen las comunidades autónomas que es la expropiación por uso.
¿La vivienda seguiría perteneciendo a su dueño pero la Comunidad Madrid podría disponer de ella para sacarla al mercado? ¿Cómo es exactamente?
Más allá de la expropiación por uso nosotros planteamos una serie de impuestos precisamente para movilizar esa vivienda vacía. Un impuesto sobre las socimis que básicamente supone acabar con la bonificación del 95% que tienen a día de hoy en la Comunidad de Madrid. En segundo lugar, un impuesto sobre la vivienda vacía a los grandes tenedores. Esto es, a las personas físicas con más de tres viviendas vacías y a las personas jurídicas con más de cinco viviendas vacías. Y en tercer lugar, un impuesto al patrimonio de las personas jurídicas, que dejarían de pagarlo en el caso de que pusiesen esa vivienda en régimen de alquiler social.
Ha hablado también de una renta social igual al SMI. ¿A qué personas iría dirigida?
Nuestra propuesta es ampliar la Renta Mínima de Inserción para que llegue a todas las familias en situación de riesgo de pobreza en Madrid. A día de hoy, solamente acceden unos 30.000 hogares. Y solo en situación de pobreza severa hay en torno a 80.000 o 90.000 familias. Es decir, no acceden ni siquiera las familias que están en situación de pobreza severa. Además, la cantidad es bajísima. 400 euros para toda una familia y cuando una persona accede a un empleo de más de dos semanas, pierde la renta mínima. O la pierde si la familia que la recibe comparte vivienda, cuando hay muchas familias que reciben la renta de inserción que tienen que compartir vivienda.
Nosotros pensamos que hay que acabar con esas penalizaciones por compartir vivienda. Hay que acabar con el hecho de que te excluyan por conseguir un empleo precario. Y hay que acabar con el laberinto burocrático que han generado desde el PP.
Si conseguimos que llegue a todas las personas en riesgo de exclusión, independientemente de que tengan un empleo precario o de que compartan vivienda, es un camino hacia tener una renta garantizada. Hablamos de una renta mínima hacia una renta garantizada.
Uno de los temas estrella de la legislatura y la campaña es la movilidad, con el nuevo protocolo por contaminación y Madrid Central. En su discurso ha hablado de mejorar la movilidad del sur y de la periferia. ¿Cree que el Ayuntamiento ha dado la espalda a los barrios del sur de Madrid y que sus políticas de movilidad benefician al centro?
Nosotros hablamos de la necesidad que hay en la Comunidad de Madrid de hacer una transición ecológica para cambiar el modelo productivo del ladrillo y del turismo por un modelo con industria de energías renovables que haga frente a la crisis de biodiversidad y el cambio climático. Planteamos un plan de acción por el clima para descarbonizar la Comunidad de Madrid, favorecer las energías renovables o una estrategia de residuos cero, que, por cierto, también es algo que afecta a algunos municipios de la Comunidad de Madrid que se tragan las contaminaciones de los macrovertederos como Loeches.
Eso pasa evidentemente también por reducir el transporte privado y mejorar el transporte público también frente a la degradación del PP, que se ha utilizado también contra Madrid Central reduciendo el personal o el número de trenes del Metro.
Vivimos en una región en la que mueren 17 personas al día por la contaminación. Hay que plentear un protocolo de descontaminación similar al que ha aplicado el Ayuntamiento de Madrid, pero la consecuencia no puede ser perjudicar a la periferia. En los últimos meses, estamos viendo cómo está aumentando la contaminación en barrios como el Ensanche de Vallecas o Vicálvaro. Hay que hacer un plan conjunto contra la contaminación que no la lleve a la periferia. Por ejemplo, nosotros planteamos que tiene que haber una estructura del transporte público circular, en red, y no radial, que no penalice a los madrileños por el hecho de vivir en la periferia.
Hablamos del Ayuntamiento. En el desayuno ha dado su apoyo a la candidatura de Manuela Carmena y a la de Carlos Sánchez Mato. Podemos dijo en enero, cuando Íñigo Errejón se alió con Carmena, que apoyaba a Carmena. ¿Hay algún cambio sobre esto que dijo el propio Iglesias?
Lo que nos permitió ganar el Ayuntamiento fue la candidatura de Ahora Madrid que aunaba un buen número de actores sociales y políticos de los cuales Manuela Carmena ha prescindido. Ojalá no hubiese pasado eso, pero para no obstaculizar y no crear más confusión a los ciudadanos decidimos no presentarnos. A partir de ahí, lo que ha pasado es que ha surgido una nueva candidatura. Es un cambio importante.
Debemos asumir que va a haber mucha gente que va a votar a Unidas Podemos y a Manuela Carmena, pero la candidatura encabezada por Sánchez Mato también tiene una labor fundamental en la ciudad de Madrid para impulsar políticas de transformación y de reequilibrio territorial y social.
¿Cree que la candidatura a Sánchez Mato llegará al 5% mínimo necesario para entrar al Ayuntamiento de Madrid?
Espero que así sea porque eso sería una buena noticia tanto para quienes apoyan la candidatura de Sánchez Mato como para quienes apoyan la candidatura de Manuela Carmena. Es lo que puede permitir que no gane la derecha.
Sea cual sea el orden final el 26 de mayo, Unidas Podemos tendrá que pactar con el PSOE y con Más Madrid para intentar desalojar a la derecha después de 24 años. Hablaba este lunes del Plan Bolonia como uno de los elementos que habría que empezar a desmontar. Ángel Gabilondo fue precisamente el ministro de Educación que lo implantó. ¿Cómo se lleva esa contradicción?Ángel Gabilondo
Gabilondo primero lo defendió como rector y posteriormente lo terminó de aplicar como ministro y representa muy bien lo que es el PSOE, con esas políticas de desregulación, liberalización y precarización de una mayoría social en este país. El Plan Bolonia significó devaluar los estudios, la entrada de los bancos en la universidad, no solamente en los consejos sociales pudiendo decidir sobre lo que es, lo que hace y cómo avanza la universidad, sino también gracias a ese aumento de tasas que se aplica justificado en las políticas de austeridad a partir de la crisis, que viene acompañada precisamente de esas becas préstamo con las que el Banco Santander se hace de oro endeudando a estudiantes que no tienen otra forma de pagarse los estudios. Y el Plan Bolonia también significa una precarización que se ha generado gracias a que se exijan prácticas externas en empresas: hay muchos estudiantes que lo que están haciendo es trabajar sin remuneración y las empresas lo aprovechan para expulsar a trabajadores estables.
Como te digo, el PSOE siempre ha sido así. Nosotros no levantamos un proyecto desde las plazas para darle un cheque en blanco al PSOE. Por eso decimos que no nos fiamos, que necesitamos estar ahí controlando e impulsando esas políticas de cambio. Y creo que si no fuese por Unidas Podemos, el PSOE dejaría las reformas laborales que tanto han precarizado a la gente o pretendería dejar la Ley Mordaza que tanta represión permite y genera. Es Unidas Podemos la que tiene que impulsar que el PSOE deje de ser lo que lleva tanto tiempo demostrando que es.