Los Hermanos Musulmanes anunciaron hoy el triunfo del “sí” en la primera ronda del referéndum sobre la nueva Constitución, celebrada ayer en Egipto, con el 99 % de los votos escrutados, a falta de que se difundan los resultados oficiales.
Según un comunicado del brazo político de la Hermandad, el Partido Libertad y Justicia (PLJ), el “sí” ganó en ocho de las diez provincias en las que se celebró el plebiscito, mientras que el “no” se impuso en dos, una de ellas El Cairo.
El “sí” venció en Alejandría (55,6 %), Asiut (76,5 %), Sohag (78,8 %), Dakahilia (55,1 %), Asuán (76,4 %), el Norte del Sinaí (78,3 %), Sharqiya (65,9 %) y el Sur del Sinaí (63,9%).
El “no” triunfó en la capital con el 56,9 % de los sufragios y en Garbiya, con el 52,1 %.
En la nota, el PLJ alabó la participación de los egipcios en la votación, aunque no ofreció cifras sobre la concurrencia de los electores a las urnas.
Los medios estatales han comenzado a publicar las cifras oficiales de resultados en algunas circunscripciones, aunque la Comisión Electoral había asegurado, en un principio, que no iban a difundirse hasta que se contaran los votos de la segunda vuelta del referéndum, prevista para el próximo sábado en el resto de provincias.
La televisión egipcia informó de que todavía continúa hoy el escrutinio de los sufragios en algunos distritos electorales.
Aun así, la emisora confirmó el triunfo del “sí” con el 60 % frente al 40 % del no, aunque matizó que se trata de resultados preliminares y oficiosos, “según datos de medios de comunicación”.
Durante la jornada de ayer, el Frente de Salvación Nacional, que agrupa a la mayor parte de la oposición laica que rechaza la nueva Carta Magna, denunció “irregularidades generalizadas” en el referéndum y acusó a los Hermanos Musulmanes de querer falsear el proceso para lograr la aprobación del texto.
Entre las infracciones detectadas por el Frente y otros grupos civiles figuran muchas urnas sin sellar con cera roja y el uso de supuesta “tinta mágica” para marcar los dedos de quienes ya han votado y que se borra al cabo de un rato.
Los opositores pidieron el “no” al texto constitucional porque critican que haya sido aprobado por una Asamblea Constituyente dominada por islamistas y alegan que recorta derechos y libertades, además de abrir la puerta a una interpretación islamista de la ley.