Semana importante para la izquierda, una más en los últimos meses. Izquierda Unida entra en la fase final del plazo que se impuso la dirección para lograr una candidatura de unidad para la asamblea federal, la decimotercera de la organización y la que elegirá al sustituto o sustituta del exministro Alberto Garzón. De momento hay tres precandidaturas: la ministra Sira Rego, el excoordinador andaluz Antonio Maíllo y Antonio García Rubio, que abandera al sector más crítico.
La comisión preparatoria de la asamblea, el órgano encargado de pilotar el partido hasta el congreso que se celebrará el 18 y 19 de mayo, estableció hace un mes la semana del 15 de abril para llegar a un acuerdo en el seno de la dirección para una lista unitaria. Tras la salida de Garzón hace unos meses, las principales corrientes de la organización pactaron buscar un consenso amplio para que el relevo de liderazgos no partiese a Izquierda Unida por la mitad.
Ante las dificultades en esa comisión para alcanzar un acuerdo, las partes aceptaron el límite de mediados de abril para llegar al consenso, aunque algunas fuentes de la federación sostienen que las fechas podrían terminar siendo flexibles. El plazo que es inamovible, según los documentos ya aprobados, es el 29 de abril: último día para que cualquier militante pueda presentar su candidatura a la coordinación federal.
Las negociaciones estallaron hace justo un mes. La ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, anunció que se presentaba a la coordinación federal de IU, un rumor a voces desde hacía tiempo. El problema, para un sector de la organización, es que lo hizo en pleno proceso de primarias para elegir al candidato a las elecciones europeas. Esa parte de IU, encabezada por el Partido Comunista de España (PCE) y la federación andaluza, la mayoritaria, se alineó poco después con Maíllo, que anunció que lanzaría una precandidatura con el objetivo de articular un acuerdo de unidad dentro de la dirección. La primera consecuencia de ese movimiento fue que todas las partes volvieran a la mesa para seguir negociando la candidatura unitaria.
Fuentes de las dos partes aseguraban en las últimas semanas que las conversaciones se habían encauzado aunque han trascendido pocos detalles de por dónde marchan las negociaciones. Un dirigente sostiene que hasta hace unos días el problema ni siquiera era todavía la lista de personas que integrarán esa dirección sino las diferencias sobre el “diagnóstico”de la organización y los “problemas políticos”.
En lo que coinciden diversas fuentes consultadas es en los problemas que provocaría una asamblea con dos listas que dividieran a la formación. “Aunque alguien gane con un 60% difícilmente podrá lidiar con ello al día siguiente”, sostiene un dirigente que ve improbable pronosticar un resultado certero en una competición entre Rego y Maíllo.
“Nosotros entendemos la política desde el debate, la síntesis política y el trabajo político a través de la confrontación de ideas y yo estoy convencida de que nos vamos a entender, porque conversar con él siempre es un placer a todos los niveles”, dijo Rego sobre Maíllo hace apenas unos días en declaraciones a Canal Sur.
Es menos probable que a esa candidatura de unidad se adhiera José Antonio García Rubio, que ya se presentó por fuera en la anterior asamblea, en 2021, con el objetivo de representar a la parte de IU crítica con las políticas de confluencia de Garzón. También se presentó en 2016 dentro de la lista que encabezó Paloma López y cerró de forma simbólica Cayo Lara. Cinco años después Rubio tomó el relevo y presentó una candidatura acompañada de un documento que tituló La Izquierda Necesaria. Obtuvo el 20% de los apoyos frente al ex coordinador federal.
Rubio ve muy lejos el acuerdo para una candidatura de unidad, entre otros asuntos porque no hay acuerdo, dice, sobre varios puntos importantes, entre ellos la política de alianzas. El dirigente asegura que su equipo ya tienen cerrada una lista de 95 personas: cerrarán la lista de forma simbólica el ex coordinador federal de IU Cayo Lara y el alcalde de Zamora, Francisco Guarido.
“Consideramos que, en las actuales circunstancias, lo más unitario es el acuerdo sobre la agenda de trabajo político de la nueva dirección y sobre su estructura. Sobre ello hemos presentado varias propuestas concretas en la Comisión Preparatoria de la Asamblea”, explica García Rubio, que sí ve posible llegar a un acuerdo después del congreso de mayo.
Su candidatura, La izquierda Necesaria, publicó en Twitter esta semana algunas de esas propuestas: “Trabajar conjuntamente en la preparación de una Conferencia sobre Política de Alianzas y Frente Amplio; preparar unitariamente la propuesta política y organizativa a debatir en esa Conferencia; elaborar una ley municipal que incremente la autonomía financiera de las corporaciones locales y asegure mayores competencias a los Ayuntamientos para reforzar nuestro carácter municipalista; y comprometerse a ejercitar la autonomía [...] en aquellas medidas que no sean objeto de los acuerdos de Gobierno”.
Negociaciones para las europeas
La asamblea federal se producirá apenas semanas después de las negociaciones para la lista de las elecciones europeas que Sumar cerró con los partidos esta semana y en las que Izquierda Unida ha tenido que conformarse con un cuarto puesto. Tanto el resultado de esas negociaciones como la forma en la que se han desarrollado causaron un ostensible enfado en la dirección de la organización.
La negociación de las europeas y la de la asamblea son vasos comunicantes. Porque junto a los nombres que salgan del congreso de mayo también se aprobará una nueva estrategia política que abordará la relación con Sumar en un momento en el que el proyecto de Yolanda Díaz está construyendo su articulación con los partidos políticos.
Además de García Rubio, hay parte de las bases de Izquierda Unida que muestran desde hace tiempo su descontento con el papel que Sumar quiere otorgar a la federación dentro de su espacio. El descontento desborda el de las federaciones más críticas como ha sido tradicionalmente la de Madrid.
Por eso el resultado de la negociación de las europeas puede influir en las posiciones que los diferentes candidatos puedan tomar a partir de ahora, después de que haya cundido entre los dirigentes la sensación de que se ha infrarrepresentado a IU en una lista en la que son la única formación estatal para una campaña en la que van a aportar tanto el dinero por subvenciones como el tiempo en espacios publicitarios y en debates.
Varios dirigentes mostraron su descontento público con esas negociaciones. Incluso Rego retuiteó en su perfil de X un mensaje en el que se comparaban el papel de IU en Sumar con el de las mujeres para con los hombres en el “reparto de roles patriarcal”. “Encargada de los cuidados, sin la cual nada funcionaría”, pero que no recibe a cambio “más que desaires y desprecios”.