La dirección de Izquierda Unida estudiará esta semana si toma medidas, y cuáles, ante lo que considera un “reiterado incumplimiento de estatutos” por parte de Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares dentro de la coalición que lidera Alberto Garzón. Así lo ha acordado la Colegiada de IU este mismo lunes, según han confirmado fuentes de la dirección a eldiario.es.
La decisión se adoptará este sábado, según han informado las mismas fuentes. IU reúne a su Coordinadora Federal, máximo órgano ejecutivo de dirección de la coalición. Si hubiera propuesta de sanción de algún tipo, es el espacio para debatirla y, llegado el caso, aprobarla.
Izquierda Abierta (IzAb) es un partido fundado en 2012, coliderado por Llamazares y la exalcaldesa de San Fernando de Henares (Madrid), Montserrat Muñoz. Desde su fundación se coaligó con IU, como lo habían hecho previamente el PCE –desde 1986– o Izquierda Republicana, entre otros.
Estar coaligados con IU produce derechos y obligaciones a sus integrantes. Los estatutos [aquí en PDF] aprobados por la XI Asamblea Federal, celebrada en 2016, los recoge en su artículo 31. Impiden, por ejemplo, la militancia en un tercer partido. Y garantizan “representación en los órganos de dirección y coordinación” así como el acceso a los recursos económicos de la organización “como contraprestación a su renuncia a presentarse en los procesos electorales”.
Los estatutos también obligan a “respetar los acuerdos tomados democráticamente por los órganos correspondientes, previos los oportunos debates, y no combatirlos o cuestionarlos públicamente”.
La dirección de IU cree que IzAb ha dejado de cumplir su parte del acuerdo. La principal crítica se centra en que, desde hace un año, Llamazares y otros destacados miembros de Izquierda Abierta “promocionan un partido cuyos responsables discrepan de manera abierta con IU”, en referencia a Actúa.
El partido, fundado hace un año e impulsado por Llamazares, Muñoz, Baltasar Garzón, Luis García Montero y excargos de IU, ha comenzado un proceso deliberativo tendente a concurrir, al menos, a las próximas elecciones municipales, tal y como adelantó eldiario.es.
Actúa, según apuntan desde la dirección de Alberto Garzón, “no descarta la posibilidad de competir con IU”. Esa opción es especialmente clara en Madrid, donde ya han comenzado los contactos con el PSOE regional, pero mucho menos previsible en lugares como Andalucía.
Aunque Izquierda Abierta tiene doble militancia, no todos los afiliados a IzAb lo son a IU. Es el caso de Montserrat Muñoz, que formaba parte de la antigua organización de IU en Madrid, IUCM, que fue expulsada tras el fiasco electoral de 2015 con su gestión política en Caja Madrid como principal motivo. Muñoz, como otros, renunció a reincorporarse a IU.
Las diferencias estratégicas entre IU e IzAb han sido constantes, especialmente en su relación con Podemos. La distancia parece ya insalvable. Llamazares ha criticado con mucha dureza lo que considera la “disolución” de IU en Podemos y se ha pronunciado abiertamente contra el acuerdo de confluencia estatal para 2019.
Llamazares sigue siendo el portavoz de IU en el Parlamento de Asturias aunque él mismo señaló a eldiario.es hace un año que su lealtad a la organización que llegó a liderar en la década pasada “expira al final de esta legislatura”.
Desde la dirección de IU señalan también que los representantes de IzAb “han abandonado los órganos” de la coalición. “Es allí donde deberían darse los debates democráticos. Con su ausencia, impiden que los debates estén donde tienen que estar”, señalan a eldiario.es.
Izquierda Abierta también se plantea su relación con IU. Sus miembros tomarán una decisión después del verano.