El sector crítico de Izquierda Unida de Madrid (IUCM), que logró el 49% de los votos en el último congreso de la coalición, solicitó ayer a la dirección que convoque en 72 horas una Presidencia regional para esclarecer la situación económica de la federación después de que el pasado miércoles la Agencia Tributaria subastara, sin éxito, cuatro de sus inmuebles para saldar con Hacienda una deuda de 1,2 millones de euros.
El texto lo firman 38 de los 82 miembros de dicha Presidencia regional y en él conminan “a la dirección federal a que tome cartas en el asunto forzando la gestión de este problema de manera conjunta y consensuada”.
Fuentes de la ejecutiva de IUCM aseguran que son los órganos de dirección quienes dirigen la coalición. Además, recuerdan que el próximo martes hay convocada una reunión de la dirección ejecutiva donde será analizada, entre otras cuestiones, la situación económica de la organización.
Los militantes adheridos al escrito denuncian “la opacidad y el descontrol financiero” de la dirección regional y aseguran desconocer el estado real de las cuentas de IUCM desde hace más de una década pese a las “múltiples peticiones de transparencia y trabajo en consenso”.
Los críticos recuerdan que en la última Asamblea regional, donde salió elegido el actual equipo de dirección, la militancia rechazó el informe de gestión y las cuentas de la anterior ejecutiva. Esta oposición no impidió que fuera elegida una nueva dirección de carácter continuista que, además, marginó al sector opositor. Por ello solicitan que la dirección aporte en la Presidencia regional los documentos que verifique la situación económica real del partido ya que “nunca han sido facilitado”, recuerdan.
Si pasadas 72 horas la dirección regional no convoca la Presidencia regional, los firmantes piden a la dirección federal que intervenga. “No se trata de conseguir el dinero demandado para la negociación del aplazamiento” de la deuda, asegura el escrito, sino de que fuerce una “gestión conjunta y consensuada” del problema. “Ya se han hecho aportaciones extras de las asambleas de base y cargos públicos que no sé sabe dónde han ido”, zanjan.
Izquierda Unida de Madrid atraviesa una complicada situación financiera: tiene una deuda superior a los dos millones de euros tanto con el Estado como con agentes privados. 1,2 millones corresponden al IRPF de los trabajadores retenidos por la coalición entre 1999 y 2009 que nunca fueron trasladados a Hacienda, quien embargó en 2007 los cuatro inmuebles propiedad del partido en la Comunidad (dos en Alcorcón, uno en Getafe y otro en Velilla de San Antonio). El pasado otoño ambas partes llegaron a un acuerdo para refinanciar la deuda pero IUCM debía depositar 300.000 euros como aval. Al no lograrlo, la Agencia Tributaria subastó este miércoles los locales, aunque la puja quedó desierta. La coalición tiene para reunir el dinero hasta el 13 de mayo, fecha en la que volverán a ser subastados los inmuebles a un precio menor.
IUCM reconoció el miércoles los errores cometidos durante la primera década del siglo XXI e insisten en su “voluntad de pagar”, pero tanto la organización madrileña como la federal han arremetido en los últimos días contra el Gobierno central y, en concreto, contra el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por “utilizar el aparato del Estado” para atacar al partido, que se querelló recientementecontra el extesorero del PP Luis Bárcenas y varios dirigentes y exdirigentes del partido.
En su escrito, los críticos de IUCM recuerdan que la última Asamblea regional aprobó la creación de una Conferencia Organizativa y de Finanzas antes de seis meses para analizar los problemas que arrastra la federación. Pese a ello, aún no se ha convocado dicho organismo.