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Alberto Garzón niega que el destino de IU sea la desaparición

El resultado electoral de Izquierda Unida-Unidad Popular en las elecciones generales del 20 de diciembre ha abierto la puerta a que una pregunta que hasta ahora se planteaba de puertas hacia dentro comience a hacerse en público: ¿Es IU la herramienta adecuada para aunar a la izquierda rupturista española? Las respuestas son múltiples pero a pocos se les escapa la necesidad de abordarla con urgencia ante el riesgo de que el empuje de Podemos esquine a una organización que cumple este 2016 30 años de existencia.

El primero en plantear la cuestión fue el candidato el 20D, Alberto Garzón, al día siguiente de los comicios. El 21 de diciembre Garzón ya llamó “a repensar la izquierda” y a consolidar “una convergencia de izquierdas” similar a la lograda en Cataluña y Galicia, donde IU ha participado con muy buenos resultados. En Comú Podem fue la primera fuerza y En Marea la segunda. Las diferencias están en la profundidad de la reflexión que hay que hacer. Y dentro de IU hay diferentes planteamientos.

Precisamente, la diputada electa por En Marea, Yolanda Díaz, asegura en una entrevista que eldiario.es publica este sábado que el tiempo de las refundaciones ya ha pasado y apela a superarla y crear otra herramienta acorde “a la sociedad del siglo XXI”. En otra entrevista con eldiario.es el secretario general del PCE, José Luis Centella, hace un planteamiento más moderado:“Hay que superar la actual IU, pero sin IU no hay futuro para una izquierda transformadora”. También se ha pronunciado en público el exdirigente y voz autorizada de IU Julio Anguita, quien reclama un entendimiento entre IU y Podemos en el que ambos cedan y cree que Garzón es la persona adecuada para abrir ese debate.

El calendario interno de IU ya tenía marcado 2016 como fecha para una Asamblea ordinaria. La duda es saber cuándo se hará. El pasado 22 de diciembre se reunió la Presidencia federal de la coalición. Este órgano convocó para el próximo 9 de enero al Consejo Político Federal. Será allí donde se cierre la senda que llevará a la Asamblea federal. Fuentes de la dirección de IU apuntan a que será entre abril y mayo, ya que antes no da tiempo y después supondría postergarlo demasiado.

Los sucesos han adquirido velocidad tras la publicación en El País este viernes, primer día del año, de la posible hoja de ruta diseñada por Garzón y su principales colaboradores. Poco después, el diputado electo salía al paso en su cuenta de Facebook, donde se confesaba perplejo por la información del periódico que lleva por titular “Alberto Garzón pone fin a Izquierda Unida y creará otro partido” [posteriormente, El País ha modificado el titular Alberto Garzón quiere crear un nuevo partido sin las siglas de IU]: “Repasando la prensa me encuentro desconcertado con que un titular de periódico asegura que yo mismo doy fin a Izquierda Unida. Redactado en presente. Así, sin enterarme, he dado fin a mi organización política... Decir que es una situación surrealista sería quedarse corto”, escribe.

El que fuera número uno de la candidatura de IU-UP lo llama “espectáculo de política-ficción” y lo relaciona con otras noticias aparecidas en los últimos meses que daban por hecho el fin de IU como proyecto político independiente: “Durante septiembre y octubre despertamos sorprendidos varias veces tras leer titulares que afirmaban que ya estaba confirmado que IU desaparecía y se metía en Podemos; o que yo mismo me presentaba en la lista de Podemos”. Según Garzón, nada de eso va a ocurrir, pero es cierto que la coalición está obligada a continuar el proceso de renovación que inició con la formación de una candidatura electoral para el 20D de la que formaron parte personas que no estaban en IU. “Hace falta que veamos qué ha fallado”, dice en relación al resultado electoral que dio a IU sólo dos escaños con 923.000 votos, “y sepamos fortalecer instrumentos al servicio de las clases populares”.

Alberto Garzón confirma que el resultado de las últimas elecciones obliga a IU a un proceso intenso de refundación, pero niega que ya esté decidido el desenlace o que se pueda dar por muerta a la actual Izquierda Unida. Garzón avisa de que será un proceso largo, pero que no hay aún nada completamente decidido.

Fuentes de la dirección de IU consultadas por eldiario.es confirman que “todo está abierto” y que el debate sobre la necesidad de repensar la misma organización es compartido por todos los militantes de la coalición, por la mayoría de la dirección y por la mayoría del PCE, el principal partido de la coalición que es IU.

Lo que no está claro es qué se decidirá en la Asamblea. Y antes. ¿Por qué tipo de asamblea optará el CPF del 9 de enero? Hay varias opciones sobre la mesa: abierta a otras organizaciones, movimientos o personas; una ordinaria de IU y, en función del resultado, valorar qué hacer; una que sea a la vez destituyente y constituyente, etcétera. Tanto en la dirección como en los distintos órganos hay personas y cargos que han apostado por unas u otras, así que pocos se atreven a predecir el resultado del debate del 9 de enero, máxime en una organización con unos estatutos muy garantistas y habituada a pactar soluciones intermedias.

Garzón lo explica en su texto en Facebook, donde asegura que ese debate cuyo desenlace no está definido aún “debe desembocar en la conformación de una herramienta organizativa de la izquierda federal y transformadora que dispute el poder a la oligarquía y abra un proceso constituyente para un nuevo país”. Supone reconocer que el proceso de renovación pretende construir algo diferente a la actual IU, pero “desde la autonomía y la independencia”, lo que descarta la desaparición de la coalición o su integración en otro partido, como Podemos.