El juez Carlos Valle ha archivado la querella contra un agente israelí que empuñó su pistola durante una protesta contra la participación de la Embajadora de ese país en un acto que se celebraba en la Universidad Complutense. En un escrito de un solo párrafo, el magistrado dice asumir el razonamiento de la Fiscalía, cuyo representante informó previamente a avor del archivo porque el “escolta” de la embajadora no tuvo “ánimo intimidatorio” al apuntar a los manifestantes con su arma reglamentaria.
La conclusión del archivo es que el informe de la Policía ha bastado para convencer al fiscal y al juez. “Visto el informe presentado entendemos que no existió un ánimo amenazatorio en el agente de seguridad si no que se limitaba al cumplimiento de las funciones de escolta que le eran encomendadas”, reza el escrito del fiscal, al que ha tenido acceso elDiario.es.
Los querellantes, tres activistas propalestinos que participaron en la protesta, han adelantado que recurrirán la decisión del titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid “para no permitir que nuestro país sea una vez más responsable directo de la larga lista de crímenes que Israel comete impunemente”.
En el oficio policial, la Brigada Provincial de Información explica que el individuo que sacó su arma –al que identifica con nombre, apellido y número de tarjeta de residente extranjero– tiene pasaporte diplomático del Estado de Israel y nació en Rusia. “Es una persona acreditada legalmente como personal diplomático en funciones de protección de la Excma. Sra. Embajadora del Estado de Israel”, añade la Policía española.
El paraninfo de la Facultad de Filología de la Complutense acogió los pasados 7 y 8 de febrero un ciclo denominado ‘Acuerdos de Oslo: una conmemoración’. La primera jornada contó con la participación del embajador palestino en España. Al siguiente día estaba anunciada la intervención de la jefa de la delegación diplomática israelí en Madrid, Rodica Radian-Gordon. Grupos estudiantiles y propalestinos habían anunciado una protesta que derivó en enfrentamientos entre estos y el personal de seguridad de la universidad a los que se sumaron agentes israelíes, según el testimonio de los manifestantes.
El choque provocó la intervención de la Unidad de Intervención Policial (UIP), que acabó con el arresto de dos mujeres, una de ellas de 22 años y otra de 44, que a día de hoy siguen imputadas en otro juzgado por resistencia a la autoridad. A un total de 44 manifestantes se les notificó la apertura de un proceso administrativo por infracción de la Ley de Seguridad Ciudadana.
En su atestado, los agentes de Información, desplegados de paisano en la Facultad, aseguran que no vieron al agente israelí sacar la pistola, tal y como acredita un vídeo grabado por los manifestantes. Pero añaden que una vez se planteó esa posibilidad han identificado al individuo y la pistola que portó: “marca Glock, calibre 9mm parabellum, con número de identificación (…) debidamente guiada por las autoridades de intervención de armas del cuerpo de la Guardia Civil y asignada para el cumplimiento de sus funciones de protección a la persona identificada”.