Los tribunales británicos han rechazado una nueva petición de Juan Carlos I de evitar el banquillo amparándose en la inmunidad de la corona. Según informa a esta hora la agencia EFE, el juez Matthew Nicklin, del Tribunal Superior de Londres, ha rechazado este martes permitir que el rey emérito, Juan Carlos I, recurra el fallo que dictó que no tiene inmunidad ante la demanda por presunto acoso presentada en Inglaterra por su ex amante Corinna Larsen. El rey emérito todavía puede llevar el caso ante la Corte de Apelación.
La decisión de la Corte de Justicia británica fue conocida la semana pasada: el juez Nicklin entiende que ningún tipo de inmunidad que reconocen las leyes británicas de 1978 protegen a Juan Carlos de Borbón frente a las acusaciones de acoso de Larsen, que afirma que fue espiada, vigilada y amenazada por el entorno del monarca, antes y después de su abdicación de 2014. El juez entendió que son hechos que no tienen nada que ver con su cargo y que en la actualidad no forma parte de ningún departamento de la Casa Real aunque siga formando parte de la familia real.
Este martes, según la agencia EFE, la posibilidad de recurrir la decisión ante el propio juez Nicklin ha quedado rechazada pero el abogado británico de Juan Carlos I todavía puede plantear sus dudas ante la Corte de Apelación.
El magistrado hizo público la semana pasada un documento en el que exploraba todas las posibilidades de la ley británica de 1978 que reconoce inviolabilidad a jefes del Estado de otros países que sean llevados al banquillo. Entendió que en la actualidad Juan Carlos de Borbón no es jefe del Estado aunque mantenga la categoría de “emérito” y que no desempeña un trabajo en ningún departamento o 'household' de la Casa Real a las órdenes de su hijo Felipe VI. También rechazó que los hechos que se van a juzgar en esta demanda civil, diferentes actos de acoso supuestamente por orden del monarca, no tienen nada que ver con su cargo.
Sobre esto, el juez Nicklin llegó a afirmar que reconocer esta inmunidad por actos no relacionados con la monarquía y después de su abdicación en 2014 sería tanto como permitirle atracar una joyería de Londres sin consecuencias legales para él.