La Justicia confirma sanciones a un policía por pedir el voto para Vox y bromear con acuchillar a menores migrantes
La Justicia ha confirmado dos sanciones disciplinarias a un agente de Policía Nacional cercano a Vox llamado Alejandro León, más conocido como 'Jandro Lion', por pedir el voto para el partido de Santiago Abascal en un vídeo de YouTube y también por bromear con agredir a menores migrantes con una navaja. Las dos sentencias reprochan al agente que use su condición de policía en sus vídeos para emitir este tipo de mensajes y también que haya intentado asociar a la Policía Nacional con Vox apenas tres días antes de las elecciones generales de noviembre de 2019. En su canal de YouTube, tras la publicación de la noticia por parte de este periódico, ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Supremo.
Alejandro León, conocido en sus diversos perfiles de internet como 'Jandro Lion', es un policía nacional destinado en la localidad madrileña de Móstoles que desde hace años desarrolla una intensa actividad en varias redes sociales, sobre todo en su canal de YouTube. En su momento fue uno de los portavoces del sindicato policial Jusapol –ahora denominado Jupol y con el que ahora está enfrentado– nunca ha escondido sus simpatías por la ultraderecha de Vox o sus críticas contra el feminismo.
Varias de estas intervenciones y vídeos se han traducido en dos sanciones que acaba de confirmar la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Una de dos meses de suspensión por pedir veladamente el voto para Vox en las elecciones generales de 2019 y otra más de 20 días por bromear en un vídeo con agredir a menores extranjeros con una navaja que le regaló el sindicato Jupol, al que pertenecía entonces. El agente se disculpó posteriormente por estas segundas declaraciones realizadas cuchillo en mano.
El primer vídeo fue publicado tres días antes de las elecciones y en él este agente de Policía Nacional cargaba contra el Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros en materia de ciberseguridad una semana antes, afirmando en el título que España estaba sumida en una “dictadura socialista”.
Era al final del vídeo cuando este agente se refería a la campaña electoral y se abanicaba con el sobre con el que Vox remitía sus papeletas mientras decía: “Ay, qué clarito lo tengo, tronquis”. Para la Dirección General de la Policía, este gesto iba más allá de la libertad de expresión reconocida a los policías, vinculaba al cuerpo con un partido político concreto y, por tanto, constituye una falta grave y merece una sanción de dos meses sin placa.
El Tribunal Superior de Madrid acaba de avalar esta primera sanción. Una sentencia, todavía recurrible ante el Supremo, en la que los jueces de lo contencioso rechazan todos sus argumentos de defensa: ni existen errores formales en el procedimiento ni estaba realizando estas declaraciones a título personal. Los jueces tienen claro que Alejandro León utiliza su condición de agente de Policía Nacional en sus vídeos y que, en este caso, vinculó al cuerpo “con un determinado partido político”, el de la ultraderecha que comanda Santiago Abascal y que en esos comicios obtuvo 52 escaños y más de 3,6 millones de votos.
“Se trata de una persona conocida, con un gran número de seguidores tanto en Youtube como en Twitter, y que se prevale de su condición de funcionario de policía y miembro de un sindicato para realizar estas manifestaciones”, dicen los jueces. Alejandro León, apodado 'Jandro Lion' en sus perfiles de internet, se presenta “como miembro del CNP, si no expresamente, ni con el uniforme de policía en los vídeos, sí utilizando símbolos, anagramas o logotipos relacionados con las Fuerzas de Seguridad”, añaden. Y tanto esta petición velada del voto para Vox como otros comentarios en Twitter usando los símbolos de la Policía y la Guardia Civil con el nombre del partido también vulneraron la neutralidad política exigible a un policía.
“Al margen de la crítica legítima que pudiera quedar amparada en la libertad de expresión, la solicitud de voto para Vox en un contexto de utilización de simbología de la institución policial resulta contraria a los principios de neutralidad e imparcialidad”, explica el TSJM. Las palabras de León, zanjan los jueces en esta primera sentencia, exceden su derecho a la libertad de expresión, más constreñido en el caso de estos funcionarios públicos: “Se vale del Cuerpo al que pertenece y vinculan a la Institución con un determinado partido político”, reprochan los jueces.
“Que se preparen los mena”
Una segunda sentencia dictada por la misma sección del Tribunal Superior madrileño apenas un día antes confirma una segunda sanción a este policía nacional por otro de sus episodios más polémicos, perpetrados también cuando formaba parte del sindicato Jusapol. En agosto de 2019, varios miembros de esta plataforma le regalaron una navaja con dedicatoria: “Para Jandro Lion, el mejor YouTuber jusapolero. Con cariño, Jusapol Ciudad Real”. En un vídeo, se puede ver cómo León recoge la navaja y entre risas comenta: “Que se preparen los 'mena', que los voy a dejar en el suelo” en alusión a atacar con una navaja a menores extranjeros que viven solos en nuestro país.
La supuesta criminalidad extendida entre estos menores es una de las banderas políticas –carente de datos que la avalen– de la ultraderecha, hasta el punto de que Vox lo utilizó como arma política en la campaña electoral madrileña de 2021 en uno de sus carteles. En el caso de Alejandro León, la Fiscalía de Delitos de Odio rechazó denunciarle teniendo en cuenta que él no difundió esas imágenes y que, además, se disculpó posteriormente, pero sí fue sancionado con 20 días de suspensión por una falta grave de “desconsideración con los ciudadanos”.
El Tribunal Superior de Madrid también acaba de confirmar esta segunda sanción en una sentencia igualmente recurrible ante el Tribunal Supremo. Los jueces nuevamente rechazan sus argumentos de defensa: que era un acto privado y él estaba fuera de servicio y que habló “sin ánimo de ofender a ninguna institución”. Los magistrados, sin embargo, entienden que sus expresiones “resultan indudablemente ofensivas y atentatorias a la honorabilidad y buen crédito de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, al banalizar, aunque pretenda hacerse de forma jocosa, sobre las agresiones a ciertos colectivos de personas”, más aún viniendo “de quienes son los funcionarios encargados de velar por nuestra seguridad”.
Sus palabras bromeando con la posibilidad de acuchillar a un menor extranjero son, para el Tribunal Superior de Madrid, “una desconsideración a los ciudadanos y un descrédito notorio al CNP”. Y no puede alegar que era un acto privado porque, en primer lugar, se le entregaba un premio como miembro del sindicato Jusapol, del que era portavoz en ese momento, y era “una persona conocida y con cierta repercusión social”, lo que multiplicó la difusión de los hechos. “Defender que se trata de un acto privado cuando es el propio recurrente el que fomenta su exposición pública es una contradicción”, reprochan.
En un vídeo hecho público en su canal de YouTube a lo largo de la mañana Alejandro León ha afirmado en primer lugar para desmentir esta noticia y después reconocer que no ha sido notificado por sus abogados y que recurrirá ante el Tribunal Supremo pero con una “nueva asesoría jurídica” y su “nuevo sindicato”. Ambas sentencias puedes consultarse en las bases públicas de jurisprudencia: la relativa al vídeo de la navaja en este enlace y la relativa al vídeo insinuando una petición para Vox en este otro enlace.
Los jueces recuerdan que no es la primera vez en que confirman una sanción a un agente de Policía Nacional por declaraciones hechas en público que van más allá de su derecho a la libertad de expresión, aunque no se hagan mientras están de servicio. En 2020, por ejemplo, el mismo tribunal confirmó una sanción de 15 días de suspensión a un policía que, tras una concentración de Jusapol en 2017 en Oviedo, difundió a otros policías a través de WhatsApp un audio en el que afirmaba que “hoy hemos conocido de primera mano las cloacas del Ministerio del Interior, que un DAO me ponga al teléfono para decirme que me vaya de allí, que nos esté el Jefe Superior vigilando, que nos estuvieron chantajeando toda la tarde, que nos estuvieron intentando sobornar”, entre otras cosas. En ese caso los jueces también entendieron que, aunque no estuviera de servicio, “se dirigió a otros compañeros por su condición de tales”.
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