Los comentarios incitaban al odio y a la violencia, pero se dieron en un chat privado así que no son delictivos. Así lo dictó el juez que investigó las amenazas policiales a la alcaldesa Manuela Carmena en un grupo de whatsApp de la Policía Municipal en el que también se ensalzaba el nazismo y se proferían comentarios racistas. La Audiencia Provincial obliga ahora a reabrir la investigación que cerró el pasado 27 de abril.
En un auto al que ha tenido acceso eldiario.es, la Audiencia Provincial de Madrid ha dado la razón al denunciante del caso, un policía que sufrió durante meses amenazas en ese chat, inicialmente destinado a tratar reivindicaciones laborales. El agente, conocido en el chat con el nick de Ronin47, presentó una denuncia en la que adjuntó decenas de folios con los mensajes.
Tras analizarlos e imputar a tres agentes, el titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid concluyó que el delito de odio castiga a quienes “públicamente fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente, al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo”, y entendió que en este caso no daba ese requisito de publicidad de los mensajes.
“Los comentarios ciertamente xenófobos, e incitadores al odio y violencia contra un grupo de personas por motivos de su raza, vertidos en el referido chat por parte de dichos dos investigados, tuvieron como únicos receptores a las personas agregadas a dicho chat, sin que por las características técnicas de dicho grupo fuera posible su publicitación a terceros ajenos o extraños al mismo, que no podían acceder a su contenido”, escribió en el auto que dio carpetazo al caso.
El juez cerró la investigación antes de contestar a un escrito de la defensa del denunciante, que ejercen los abogados de Comisiones Obreras. Estos le habían pedido que reconsiderase su decisión de no llamar a declarar a un agente de la Policía Municipal que usó una herramienta del cuerpo para acceder a datos personales del denunciante, que había recibido varias amenazas de muerte de otros integrantes del chat.
El archivo incurrió en “causa de nulidad”
La Audiencia Provincial, en un auto firmado por Pedro Javier Rodríguez, Francisco Jesús Serrano y José Manuel Fernández-Prieto, considera que no haber contestado al recurso de reforma supone infringir el derecho a la tutela judicial efectiva, que está recogido en la Constitución. El cierre de la investigación incurre por tanto “en causa de nulidad”, por lo que el juez debe reabrir el caso y contestar al recurso.
Como la Audiencia Provincial ha aceptado el primer motivo para impugnar el cierre de la investigación los jueces ni siquiera han profundizado en el resto. Por ejemplo, en que el grupo no era cerrado, como sostiene el juez, sino que podían entrar nuevos participantes pinchando en un link. O que cuatro de los seis testigos en los que se basa el archivo de la causa manifestaron su animadversión al denunciante.
La defensa del denunciante llamó también la atención sobre el cambio de opinión del juez, que en un primer auto consideró que el hecho de que “las expresiones se viertan en un chat privado no excluye que se realicen públicamente como es el caso de un grupo con 116 agentes que no se conocen”. Después dijo, en el auto de sobreseimiento, que esos comentarios “tuvieron como únicos receptores a las personas agregadas a dicho chat”, sin que, por las características técnicas, pudieran salir de ahí.
Algunos de esos mensajes se dirigían directamente a Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid y máxima responsable de la Policía Municipal, suscitados a raíz de que calificase las cargas policiales del 1-O como un “error terrible”. “Lo que es terrible es que ella no estuviera en el despacho de Atocha cuando mataron a sus compañeros”, escribió un agente en el chat, que se había abierto para tratar las reivindicaciones laborales de los policías que trabajan en el turno de noche.
“Ojalá tenga una muerte lenta y agónica” o “Que se muera la vieja ya” fueron otros de los comentarios. En el grupo, integrado únicamente por agentes, también hubo apología del nazismo -“Hitler sí era un señor, con él ya estarían las chimeneas echando humo” o “el fascismo es alegría”- y comentarios contra los inmigrantes -“Hijos de puta, los moros”, “yo los tiraba al mar, comida para peces”-.
CCOO defiende que los agentes se coordinaron
El abogado de Comisiones Obreras, Antonio García, celebra la decisión de la Audiencia Provincial de que se reabra la investigación porque “permite mantener viva la causa y abre la posibilidad de que el Juez acuerde que se practique la declaración del agente que irregularmente accedió a los datos personales del denunciante”.
“Esa declaración es para nosotros muy importante porque podría demostrar la existencia de coordinación entre los investigados y otros miembros de la Policía Municipal para amedrentar y amenazar a quien denunció los mensajes nazis, xenófobos, fascistas y racistas”, añade en declaraciones a eldiario.es. Eso confirmaría, dice, que existe “un grupo en la Policía Municipal de Madrid que practica el odio, la discriminación, las amenazas y la coacción desde una ideología contraria a los principios democráticos básicos”.
“Todos cuantos han declarado en el Juzgado han admitido que no conocían a la mayoría de integrantes el chat ni sabían quiénes eran, por lo que las manifestaciones vertidas en el chat están lejos de tener un carácter privado. Si a ello añadimos que la intención de los investigados era precisamente difundir explícita y públicamente sus mensajes de odio, no tiene fundamento en nuestra opinión, mantener ese carácter privado que se le quiere dar”, concluye.