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La Justicia sanciona a cuatro subinspectores de Policía por una fiesta que se saltó las restricciones por COVID

Alberto Pozas

11 de julio de 2023 02:03 h

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En abril de 2021 todos los efectivos disponibles de la Policía Nacional en Ávila fueron convocados a una misión: pasar toda la noche vigilando una casa. No perseguían a un delincuente ni interceptaban un alijo de droga, sino que intentaban entrar en un domicilio donde siete policías celebraban una fiesta saltándose las restricciones impuestas en ese momento para contener la COVID-19. Ahora, según ha sabido elDiario.es, varios subinspectores han sido suspendidos durante un mes por acudir a la fiesta y no colaborar con sus compañeros cuando fueron alertados por una vecina que se quejaba del ruido. Según los jueces, causaron un daño “brutal” a la imagen de la Policía en plena pandemia.

La documentación a la que ha tenido acceso elDiario.es revela que los cuatro subinspectores y otras tres alumnas de segundo curso se habían reunido en el piso de uno de ellos para celebrar el final de los exámenes en la Escuela de Policía Nacional en Ávila. Los hombres aspiraban, en ese momento, a ascender al puesto de Inspector y las tres mujeres a entrar en la Escala Ejecutiva. Unos días en que las restricciones sanitarias impuestas limitaban a cuatro el número de personas que podían reunirse en una casa. El ruido que estaban montando llevó a una vecina, madre de varios niños, a llamar a la Policía a medianoche.

La Policía Local abulense acudió, pero los siete agentes se negaron a abrir la puerta. Tampoco abrieron cuando acudieron varios compañeros de Policía Nacional y les pidieron que se identificaran. El resultado fue que todos los agentes disponibles en Ávila –donde está la Escuela de Policía Nacional– tuvieron que montar un operativo alrededor de la casa para vigilar las entradas y salidas, un despliegue que se mantuvo hasta las siete y media de la mañana del día siguiente, cuando por fin abrieron la puerta. Solo accedieron a hacerlo cuando un inspector, que ni siquiera estaba de servicio, llamó para interceder en el conflicto.

Las tres aspirantes a subinspectora fueron expedientadas aunque se desconoce si fueron sancionadas, y pudieron ascender. Los cuatro subinspectores que estaban en la casa sí fueron sancionados con 30 días de suspensión cada uno y, además, no pudieron presentarse al ascenso al que aspiraban. Ahora los tribunales han confirmado las sanciones de al menos tres de ellos, en unas sentencias que critican con dureza su actuación.

“El daño es sencillamente brutal”

En abril de 2021 el segundo estado de alarma decretado por el Gobierno para combatir la pandemia de coronavirus atravesaba sus últimas semanas en vigor. Cada comunidad autónoma imponía sus propias restricciones y en ese momento, recuerdan los jueces, en Ávila no podían juntarse más de cuatro personas en una casa para prevenir los contagios masivos.

El cumplimiento de las restricciones fue uno de los mayores focos de atención pública durante la pandemia. Las comparecencias de mandos policiales y militares explicando diariamente en televisión las detenciones que habían practicado se mantuvieron durante meses. La Guardia Civil llegó a presumir de haber usado un helicóptero para vigilar a una mujer que paseaba a su perro por un camino rural de Burgos. Y un mes antes de estos hechos, en marzo de 2021, la Policía Local de Ávila difundió que había desmantelado una fiesta con diez jóvenes en un garaje por incumplir las medidas sanitarias.

Ningún cuerpo policial informó del operativo que hubo que habilitar, con todos los agentes disponibles en la provincia, para desmantelar una fiesta con siete alumnos de la Escuela de Policía Nacional en abril de 2021. Pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en las tres sentencias que ratifican las sanciones de un mes de tres de ellos, deja claro lo que piensa de su actuación. “El daño que unos hechos como los presentes causan en la imagen de la Policía es sencillamente brutal”, dicen las resoluciones.

Fiesta de fin de exámenes

Los subinspectores se identificaron pero se negaron a colaborar para que sus compañeros, algunos de ellos todavía en prácticas, pudieran comprobar cuánta gente había dentro de la casa y si cumplían o no con las restricciones. Un “nefasto ejemplo”, opinan los jueces, para el resto de policías que presenciaron el vodevil. Y un daño “sencillamente brutal” para la imagen de la Policía Nacional en un momento especialmente delicado.

Para los jueces, es “inasumible” que en plena pandemia, con toda la ciudadanía sometida a restricciones sanitarias y un recuento diario de personas fallecidas, suceda algo así. Critican que un aspirante a inspector de Policía Nacional “celebre una fiesta con un número de comensales superiores a los permitidos”, molestando a los vecinos hasta obligar a una mujer a llamar al 091 y que, además, se negasen a colaborar con los agentes de servicio, obligando a montar un operativo policial durante toda la noche.

Los hechos, zanja el Tribunal Superior de Madrid en tres sentencias que confirman las sanciones de tres de los agentes, “son de una gravedad absolutamente inexcusable”. Un policía que aspiraba a Inspector “no podía desconocer” la normativa. Más aún teniendo en cuenta, dicen los jueces, que su trabajo era “perseguir” ese tipo de infracciones como policía.

Los distintos expedientes, que todavía pueden ser llevados hasta el Tribunal Supremo, han tenido consecuencias para los cuatro subinspectores. Alumnos de la Escuela de Policía Nacional en ese momento, aspiraban a ascender y ser nombrados inspectores. La existencia de una falta grave por infringir sus deberes implicó que no pudieron optar a ese ascenso, además de ser sancionados durante 30 días.