La bronca vuelve a Madrid en un debate marcado por la gestión ante el virus

Madrid, 9 sep (EFE).- La bronca política ha vuelto al Ayuntamiento de Madrid, que ha dejado atrás el consenso de los Acuerdos de la Villa y en el primer debate del estado de la ciudad de José Luis Martínez-Almeida ha sido escenario de dardos entre el equipo de gobierno y la izquierda, con choques también entre Más Madrid y Vox.

El alcalde de Madrid ha encarado su discurso de este miércoles, de hora y media, apelando al consenso de los pactos logrados en julio, un texto que le guiará y del que dice haber cumplido un 58 %, pero en su intervención ha dedicado además criticas al Gobierno de Sánchez, reclamando el uso del remanente y afeando los problemas en la implementación del ingreso mínimo vital.

Martínez-Almeida ha salpicado su discurso de anuncios, sobre todo en materia de medio ambiente, donde ha anunciado limitaciones al aparcamiento de las bicicletas, tarifas variables para el parquímetro según la polución o un bus nocturno a demanda, además Madrid suspenderá la tasa de terrazas e instalará cámaras de seguridad en la Puerta del Sol.

El primer choque entre la apelación al consenso y un debate que finalmente se ha movido entre ataques se ha dado ante las críticas del portavoz socialista Pepu Hernández al doble traje del regidor como portavoz nacional del PP y la complacencia del Ayuntamiento frente a la gestión de presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso, a las que ha contestado la portavoz 'popular' Andrea Levy, elevando el tono de la discusión.

La concejal del PP ha enarbolado la foto de la firma de los Acuerdos de la Villa: “¿Se acuerdan de esta foto? Nosotros sí, y los madrileños también porque está imagen es mucho más que una foto, es una declaración de intenciones y sobre todo un compromiso (...) En el PP no nos vamos a mover ni un milímetro de este compromiso de diálogo, y como en esta foto, mírenla bien, vamos a seguir al lado del diálogo, del consenso”.

Desde la izquierda Más Madrid ha afeado la posición del Gobierno bicolor de PP y Cs por hipócrita. Rita Maestre, que se estrenaba en su rol de portavoz, ha señalado que “ninguna administración está para ponerse medallas (...) y si sobra confrontación sobran también golpes en el pecho”.

Maestre, al igual que los socialistas, ha denunciado la falta de rastreadores o de médicos en la atención primaria y ha acusado al equipo de Gobierno de hablar de un Madrid que “no existe” y de no reclamar a la Comunidad de Madrid los recursos necesarios.

“Usted puede mantenerse con ese nivel de hipocresía, pero nosotros no. Vamos a seguir en la empatía, en la responsabilidad, en la crítica constructiva, y por eso es mi deber señalar que la ciudad de Madrid está en una situación desastrosa”, ha apostillado Maestre, censurando además el tono del debate: “ha vuelto Martínez-Almeida”.

La vicealcadesa de Madrid, Begoña Villacís (CS), ha admitido la mala situación que atraviesa la capital que podría provocar nuevas restricciones, y ha reconocido la labor de la oposición, pero su posición, también crítica con el Gobierno de Sánchez, no ha permitido templar los enfrentamientos.

El alcalde ha cargado contra los dos portavoces de la izquierda, a Maestre le ha pedido que se “centre” porque el de este miércoles era el debate de la ciudad y no el de la Comunidad; al portavoz socialista le ha dicho que “se tome un tiempo muerto” para “estar a pie de calle los siete días de la semana” y conocer la ciudad en vez de pronunciar “discursos preconcebidos”.

También ha habido un encontronazo entre el portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, y Maestre, a cuenta de una petición del primero sobre hacer un plan integral contra la inmigración ilegal y la delincuencia, que ha motivado acusaciones de xenofobia por parte de Más Madrid a lo que el presidente del Pleno ha señalado que se habían comprometido a huir de estas calificaciones y el alcalde ha pedido “coherencia”.

“No puedo entender entonces que ustedes, señora Maestre, pactaran el futuro de la ciudad de Madrid con un grupo racista y xenófobo. Lo digo porque conviene no dramatizar las expresiones que se utilizan”, ha espetado Martínez-Almeida.

Tras el debate del estado de la ciudad, Madrid encara la gestión de la segunda ola del coronavirus entre reproches de los grupos, con una negociación de los presupuestos en el aire a la que solo se ha referido el PSOE, dispuesto a negociarlos, y un otoño dramático en el horizonte, según han coincidido en señalar todos los grupos.