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Leguina presidirá la Cámara de Cuentas de Madrid aupado por el PP de Ayuso

El primer presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, preside desde este martes la Cámara de Cuentas regional. Así lo han decidido los nuevos consejeros del órgano fiscalizador tras tomar posesión, según informa 'Abc'. Leguina fue aupado al cargo directamente por la actual presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, ya que recibió únicamente los votos del PP en la Asamblea. El partido de Ayuso controla la mayoría de la Cámara de Cuentas, por lo que la elección de Leguina como presidente no podía hacerse sin su concurso.

El control del PP de Ayuso sobre el órgano fiscalizador de la región se fraguó a finales del año pasado. El día del sorteo de Navidad, la Asamblea de Madrid celebró un pleno extraordinario para aprobar los Presupuestos de 2024 y, de paso, diferentes modificaciones legales. Entre ellas, una para laminar a la oposición en la Cámara de Cuentas.

Cuatro meses después, Ayuso completa la jugada. Primero propuso a Leguina como consejero. Un cargo que lleva aparejado un sueldo de 100.000 euros. El propio expresidente de Madrid dijo no tener muy claro cuáles serían sus funciones y que se enteraría “más a fondo” cuando se incorporara. El PP designó en solitario a cinco de los consejeros del órgano fiscalizador.

Pero Leguina tendrá que enterarse, además, de qué funciones tiene como presidente. Este martes, los nuevos siete consejeros han tomado posesión de su cargo. Después, se han reunido por primera vez y le han elegido como su presidente.

Leguina culmina así su tránsito. En 1983 fue elegido presidente de la recién constituida Comunidad de Madrid. Desde algunos años antes lideraba al PSOE en la región. Leguina cedió el poder al PP en 1995 y, desde entonces, la derecha ha gobernado de forma continua en Madrid.

Su distanciamiento con el PSOE llegó tras asumir José Luis Rodríguez Zapatero al liderazgo estatal del PSOE. Leguina apoyó a su rival, José Bono, de la mano de Felipe González y otros líderes antiguos del socialismo español. Leguina acabó pidiendo el voto para Ayuso, lo que supuso su expulsión como militante socialista.