La recta final de las primarias se convierte en una batalla campal entre Cospedal, Casado y Santamaría
A tres días de la votación de los afiliados inscritos en las primarias del PP, el enfrentamiento entre los tres candidatos favoritos para suceder a Mariano Rajoy no deja de subir de temperatura, y eso que los tres han colaborado estrechamente en distintas etapas dentro del partido y son compañeros de filas desde hace lustros. Era conocida la animadversión entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, y a la pugna interna entre ambas se ha sumado ahora el tercero en liza, el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado. Una lo relaciona con el 'aparato' para negar que él represente la regeneración, y la otra lo vincula con el 'aznarismo', la etapa en la que se engendraron los casos de corrupción más graves que han sacudido la historia reciente del PP.
Dirigentes del partido consultados por eldiario.es dan por hecho que solo una de las dos pasará a la segunda vuelta tras la votación del próximo jueves, y asumen que Casado logrará ser uno de los dos más votados por los afiliados y tiene muchas opciones de ser el más respaldado en un cónclave en el que Cospedal y Santamaría partían como las favoritas. ¿Las razones? “Por ser el primero en dar el paso, por ser el primus inter pares, porque se le ve como el que puede sumar y no restar y porque está haciendo una muy buena campaña”, sostiene el alcalde de un importante municipio madrileño que respalda al vicesecretario.
Ante el nuevo escenario en el que en el PP han incorporado a la terna de favoritos a Casado –una encuesta de El Confidencial realizada entre votantes del PP, no entre los afiliados inscritos en la consulta sitúa a Sáenz de Santamaría como primera, seguida del vicesecretario de Comunicación–, los equipos de ambas han revisado sus estrategias. La exvicepresidenta del Gobierno presume de no atacar a sus adversarios: “Yo no hablo del resto de los candidatos. Mi candidatura es en positivo y yo vengo a presentarme yo, cómo se presenten los demás es cosa de ellos”, asegura, cada vez que se le pregunta.
El rival más fuerte
Pero Sáenz de Santamaría no puede disimular su molestia cuando se le recuerdan, por ejemplo, las palabras de Casado cargando contra ella y Cospedal por su supuesto control del partido y de los aparatos. “Yo no estoy en el aparato del partido”, aseguraba la semana pasada, cuando se le preguntaba por la evidencia de que el PP ha inflado sus censos en los últimos años. Pedía a los periodistas preguntar “a Pablo” al respecto, dando a entender que él sí está en la dirección del PP, nada menos que en el puesto de vicesecretario. Quienes la apoyan dentro del partido reconocen que Casado ha dado la “sorpresa” y que es el rival más fuerte de la exvicepresidenta, el que más hace peligrar sus expectativas.
Cospedal también ha decidido entrar al cuerpo a cuerpo con Casado, una estrategia que marcará la recta final de la campaña, según apunta alguno de sus colaboradores entre los diputados del Congreso. “Hay candidaturas que parece que están próximas al anterior presidente del partido”, aseguró este lunes la secretaria general en una entrevista en la cadena SER. “Parece ser la de Pablo Casado porque así él mismo lo traslada en muchos de los actos e intervenciones”, dijo Cospedal en esa misma entrevista. Los dardos de la expresidenta de Castilla La Mancha no se quedaron ahí. A la insistencia del vicesecretario sobre la necesidad de un cambio generacional en el PP respondió Cospedal con otro recado a su compañero de Ejecutiva: “La edad por sí sola no supone regeneración”.
Casado no dejó pasar esos mensajes. Horas después respondió: “Me extraña que personas que llevan 30 años haciendo política con Aznar digan que soy el candidato de Aznar”, aseguraba, antes de recalcar: “Estoy muy orgulloso de haber sido jefe de gabinete de Aznar y portavoz de Rajoy. Creo que a nuestro afiliado le gusta que nuestra gente esté orgullosa de su historia y que no reniegue de ella. No entiendo por qué otros candidatos reniegan de Aznar”. A pesar de ser quien más defiende el legado del partido, Casado es percibido por los principales cargos del PP como el candidato que aglutina a todos los sectores contrarios a los aparatos tanto regionales como nacionales. Ahí radica, insisten en el partido, la razón de su previsible éxito en las primarias.