La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

Luena califica la respuesta de Pedro Sánchez a Iglesias de “fina ironía a la altura de la grandeza de la historia del PSOE”

El número dos del PSOE, César Luena, ha calificado la respuesta de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias de “una fina ironía a la altura de la grandeza de la historia del PSOE”. Así ha contestado el secretario de Organización en una entrevista en la Cope cuando le han preguntado por la variación del discurso de la dirección socialista entre el viernes y el sábado. Durante la rueda de prensa de Sánchez en el Congreso tras su reunión con el rey, agradeció al líder de Podemos que abriera la puerta a llegar a un acuerdo y apenas 24 horas después, tras las declaraciones de dirigentes socialistas que tacharon el planteamiento de “humillante”, el PSOE emitió un comunicado en el que aseguraba que no iba a llegar a entendimientos que pasaran por el “chantaje”.

Luena ha asegurado que el jefe de los socialistas respondió con ironía al decir que entró en Zarzuela como secretario general del PSOE y que salió como presidente del Gobierno con los ministros nombrados. El dirigente riojano considera que la primera contestación de Sánchez estuvo a la “altura del numerito de Pablo Iglesias” y que, “a partir de ahí” el PSOE desarrolló una estrategia: basada en hablar “cuando nos toque con Podemos y Pablo Iglesias pero de acuerdo a propuestas y políticas”.

Los socialistas afean a Iglesias que planteara su oferta mientras Sánchez estaba en Zarzuela, sin comentárselo antes, y que hablara primero de “sillones”: “Creíamos que estaban más preocupados por la subida del salario mínimo interprofesional y por las políticas sociales que de los sillones -ha expresado Luena-. Han cambiado el Juego de Tronos por el juego de los cuatro grupos, los cuatro ministerios”. “No está la política española para numeritos y teatrillos”, ha afirmado en la rueda de prensa que ha ofrecido tras la reunión de la Comisión Permanente del PSOE.

A pesar de que los socialistas insisten en que “es el tiempo de Rajoy”, este lunes la dirección del partido ha admitido que su “preferencia” es gobernar en solitario “por tradición y trayectoria”. Luena también ha dicho que el PSOE llegará al acuerdo que considere “bueno para España”. No obstante, ha evitado decir si una coalición entre su partido y Podemos lo sería: “No puedo saber lo que es bueno para España al menos a día de hoy -ha respondido-. Hay una preferencia del partido teniendo en cuenta que son muchos supuestos, muchas hipótesis que luego igual ni se llegan a producir”, ha contestado.

Tampoco ha querido dar su opinión sobre la posibilidad de que ese eventual ejecutivo de coalición incluyera un Ministerio de Plurinacionalidad que ve con buenos ojos Podemos. “Primero tendremos que saber si vamos a tener la responsabilidad”, ha dicho Luena sobre el posible encargo del rey a Sánchez para que intente sacar adelante su investidura. “Si les he dicho que ni nos gustan los numeritos ni los teatrillos les he respondido”, ha zanjado.

El PSOE mantiene la convocatoria del Comité Federal prevista para este sábado del que saldrá la fecha del 39º Congreso en el que se revalidará el liderazgo de Sánchez o se elegirá un nuevo secretario general. El número dos del partido hablará esta semana con los dirigentes territoriales para intentar consensuar una fecha entre marzo y junio. Luena sostiene que decidir ahora esa fecha no contraviene la postura de Ferraz, que el 21 de diciembre decidió aplazar ese debate por la situación que atravesaba el país por las dudas sobre la gobernabilidad.

“Lo que hablábamos en diciembre era si hacíamos el Congreso en febrero o lo aplazábamos”, ha justificado el número dos del PSOE, que ha asegurado que se si no se hubiera retrasado el cónclave los candidatos estarían ahora “cogiendo avales”. “No podíamos estar en un tiempo muy intenso y a la vez cogiendo los avales”, ha señalado.“La situación actual da para que se pueda fijar entre marzo y junio”, ha agregado.

No obstante, ha matizado que el calendario será “compatible” con la posibilidad de que se convoquen unas nuevas elecciones, es decir, que se podrá adaptar o modificar. También ha dejado claro que en ese caso tendrán que convocarse primarias para designar al candidato a la presidencia del Gobierno. Sánchez pretende optar en los dos casos a mantenerse al frente del PSOE o a ser de nuevo el aspirante a la Moncloa.

Aprobación del pacto

La dirección del PSOE, además, ha lanzado un desafío a los dirigentes críticos que quieren que el hipotético acuerdo de gobierno que alcance Sánchez se someta a la aprobación del Comité Federal. Luena ha asegurado que la dirección no está “obligado” a hacerlo. “¿Puede hacerlo? Sí. ¿Debe? No”, ha expresado el secretario de Organización que ha añadido que mantendrá el diálogo con los dirigentes territoriales.

Luena sostiene que el pacto al que pueda llegarse emanará de la resolución del anterior Comité Federal, que estableció líneas rojas a las negociaciones del candidato socialista, que no puede sentarse con Podemos si no renuncia al referéndum en Cataluña ni con los independentistas. Los barones más críticos no quieren ni oír hablar de un Gobierno de Sánchez avalado por ERC o Democracia y Libertad, aunque sea por medio de la abstención. Fuentes próximas al secretario general han matizado tras la rueda de prensa que Sánchez tiene intención de someter, si de da el caso, el pacto al que llegue a la aprobación del Comité Federal.