París, 5 oct (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró este martes que busca reducir la tensión diplomática con Argelia, después de que ese país africano decidiera llamar a consultas a su embajador en París y cerrar su espacio aéreo a aviones galos.
“Deseo que haya una desescalada, tenemos que seguir hablando. Va a haber desacuerdos, pero hay que seguir por este camino”, aseguró en una entrevista en la radio France Inter.
La tensión se produjo después de que el diario Le Monde publicara el sábado unas declaraciones, atribuidas a Macron, en las que aseguraba que Argelia se construye desde su independencia sobre “una renta de memoria” apoyada por un “sistema político-militar”.
Además, Francia decidió reducir a la mitad el número de visados otorgados a ciudadanos argelinos y marroquíes y a un tercio a los tunecinos al considerar que no hay una buena cooperación con esos países en la repatriación de clandestinos.
El presidente francés recalcó que siente un gran respeto por el pueblo argelino y que tiene “relaciones de confianza” con su homólogo, Abdelmedjid Tabboune.
Reconoció que Francia y Argelia tienen “una historia común” y que muchos franceses son de origen argelino, al tiempo que afirmó que hay un trabajo interno que hacer en Francia para sanar las heridas del pasado.
“Nuestra incapacidad de mirar esta historia de frente se ha convertido en la matriz de muchos de los problemas en las relaciones con ese continente”, dijo el presidente, que señaló que se trata “de un problema francés”.
Macron reconoció que hay muchos ciudadanos que han construido su pasado “sobre el rechazo de los otros”, pero afirmó que su obligación es “crear un proyecto nacional que una en el que todo el mundo se reconozca con su historia, que es la de todos”.
El mandatario francés pidió al historiador Benjamin Stora un informe sobre las relaciones históricas entre Francia y Argelia, que también ha levantado ampollas entre ambos países.
Macron defendió ese informe como una necesidad “para la juventud francesa y argelina” y recordó que el historiador fue “insultado y amenazado” en Argelia. EFE
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