“Soy lo que se ve, con mis luces y mis sombras”. En estos términos se presenta uno de los tres candidatos a relevar a Rubalcaba al frente del PSOE. Eduardo Madina (Bilbao 1976) ha revolucionado al socialismo tras conseguir que el próximo secretario general sea elegido por votación directa de los militantes. Su órdago a las normas tradicionales le ha enfrentado a la todopoderosa Susana Díaz y ha permitido la irrupción en la carrera del madrileño Pedro Sánchez.
Madina reconoce que haber impulsado el voto entre militantes le ha acarreado algunos enfrentamientos, en un partido acostumbrado al control orgánico por delegados. La lista de avales conseguidos le sitúa como segundo en la carrera; las encuestas entre votantes le mantienen como favorito. Ninguno de ambos datos es definitivo en un PSOE sumido en el caos y la incertidumbre, con Pérez Tapias como tercer actor en liza.
¿Qué cree que ha pasado en estas semanas para pasar de ser el candidato favorito a liderar el PSOE, tras la retirada de Susana Díaz, a quedar como segundo en el número de avales?
Esto no es una competición de avales, en una competición de votos. Además, celebro que haya tres candidatos que hayan sido avalados para que podamos tener un Congreso más participativo y más abierto. Hasta el día 13 de julio queda mucho tiempo y los militantes, por primera vez en más de cien años, van a poder votar libremente a quien quieran. Nada preocupante lo de los avales.
¿Cree que Pedro Sánchez es el candidato de Susana Díaz y de gran parte de los aparatos regionales?
Yo soy de los que se cree a Susana Díaz, desde siempre, y la he escuchado decir que ella va a mantener una posición neutral en todo este proceso, y me la creo. Por tanto no comparto ese criterio.
¿Le perjudica que también haya logrado los avales Pérez Tapias para poder ser candidato?
No. Creo que es un gran tipo, una persona a la que tengo un gran aprecio personal tras haber compartido con él un tiempo en el Congreso de los Diputados con mucha cercanía. Pienso que lo hará muy bien, y creo que 200.000 personas puedan elegir entre tres es mejor que 200.000 personas tengan que elegir entre dos.
Pero usted tiene el perfil frente a Pedro Sánchez de ser un candidato más de izquierdas, y Pérez Tapias es de Izquierda Socialista, ¿No le restará votos?
Va a depender todo de qué candidatura haga cada uno. Y, en función de esas candidaturas, de qué voten los militantes. Insisto en que tienen que votar 200.000 militantes, y muchas de esas personas no han avalado a nadie, la gran mayoría. Por tanto, vamos a un debate muy rico, y me gusta más que haya más posiciones y que los militantes de mi partido puedan participar teniendo más opciones. Vamos a un Congreso con mucha gente convocada, tres candidaturas... es una gran oportunidad para el PSOE.
¿Se plantea alguna posibilidad de pacto con Pérez Tapias o puede garantizar que irá solo hasta el final?
Yo voy a hacer mi candidatura y mi proyecto. Y supongo que Pedro Sánchez y Pérez Tapias harán lo mismo hasta el final, y los militantes decidirán. Mi compromiso es que desde la participación debemos ir luego a la integración y la unidad. Sobre todo, para evitar repetir los errores que se cometieron tras el Congreso del Sevilla. Creo que el partido necesita renovación, participación y unidad. Mi compromiso está ahí.
¿Cree que le ha pasado factura su pulso para que la militancia eligiera al secretario general del PSOE?
Hay mucha gente que se ha ilusionado y creo que es la gran mayoría del partido. Y sé que ha habido gente que no. Pero no lo valoro negativamente, lo entiendo, incluso. Me consta que hay gente que muy contenta no se ha puesto, por algunas conversaciones que he tenido y algunas cosas que me han llegado. Pero en un momento como este, el PSOE necesitaba apelar a una de sus principales fortalezas: un proceso de participación que está llenando las sedes, que está llenando el ambiente de debates políticos, de ideas, de oportunidades de decisión. Creo que estamos en un proceso de fortalecimiento del PSOE. Sólo decidí aquello al servicio del PSOE, no lo hice contra nadie. Y estoy convencido que lo que hice, por lo que estoy viendo en todos los territorios, lo hice bien.
Tres ideas de lo que quiere que sea el PSOE si usted es el próximo secretario general.
Quiero que sea un partido con más participación y más apertura, por ello mantengo mi compromiso de hacer las primarias en el mes de noviembre abiertas a todos los ciudadanos. Quiero que sea un partido que limite mandatos y que establezca que una persona, un cargo. Y quiero un partido con más rendición de cuentas y que vuelva a reencontrar todos los espacios de conexión social que ha perdido.
En segundo lugar, quiero que prepare la mejor campaña de las elecciones municipales y autonómicas de la historia del PSOE. Y, por último, quiero que construya un proyecto político para el mayor proceso de transformación histórica de nuestro país desde 1982.
¿Cómo se plantea la campaña en estos once días?
Conjugando todos los verbos limpios de la política. Todos ellos. Que sea de verdad. Soy lo que se ve, con mis luces y con mis sombras. Me planteo una campaña recorriendo todos los territorios y compartiendo mucho tiempo con compañeros y compañeras del partido, debatiendo, discutiendo de ideas, compartiendo proyectos y viviendo este proceso de ilusión que está viviendo el partido. La voy a hacer limpia, la voy a hacer de verdad y la voy a hacer participativa.
¿Por qué ha hecho bandera para pedir que se desvele el voto por federaciones?
Por transparencia y porque tener más datos es mejor que tener menos. Tener más información es mejor que tener menos. La transparencia es buena en política, son conceptos buenos de una nueva manera de entender la política, y no va contra nadie. Es para que el partido vea que resultados, y los periodistas también lo puedan ver. Es información y transparencia, no es nada más.
A pesar de la diferencia de los datos y lo que se intuye de la posición de Andalucía, ¿aún cree que puede ganar?
Sí, claro, creo que puedo ganar. Creo que más de 100.000 personas que no han avalado a nadie. Porque yo lo pedí, el partido lo aceptó y todas las federaciones estuvieron de acuerdo, vamos a tener un proceso de participación de casi 200.000 personas. Esto se conjuga en claves de ilusión, de esperanza, de proyectos y de propuestas políticas. Y, en función de eso, los militantes decidirán a quién quieren votar. Todas las opciones están abiertas.
Y si pierde, ¿qué va a hacer?
No daré la lata a nadie. Colaboraré en lo que el partido me pida, ayudaré a que al PSOE le vaya lo mejor posible y seguiré con el carné de este partido, con el que recorreré toda mi vida.
¿Cuál es su postura sobre cómo trabajar con las nuevas formaciones, como Podemos? ¿Habría que establecer puentes o el camino del PSOE es un camino propio?
El PSOE es un partido de izquierdas, que tiene el máximo respeto por todas las formaciones, incluida Podemos. Ahora, me pregunto si Podemos tiene el mismo respeto por un partido centenario como es el PSOE. Y, segundo, sólo entiendo la política en clave de diálogo, hablar con todas las fuerzas políticas está en la naturaleza de esto que hacemos. Por tanto, diálogo, en un momento como el que está viviendo este país es una palabra adecuada.
¿En su agenda estaría un intento de acercamiento a Podemos?
No. En mi agenda está un acercamiento a los militantes del partido y una reconstitución del espacio político del PSOE que, en mi opinión, es el único instrumento por el que este país puede aspirar a un proceso de cambio político como el que necesita.
Usted se presenta al 38º Congreso Extraordinario del PSOE, luego vienen las primarias, elecciones municipales y autonómicas, generales y otro Congreso... ¿qué riesgo ve en que de este proceso salga un líder del PSOE en una situación interina?
Todos los líderes del PSOE hasta que no construyen un proyecto, que termina siendo un proyecto de vocación de mayoría y respaldo social, son líderes en espera de resultados, como pasa siempre. Le pasó a Zapatero en su día, y hasta a Felipe en su día. Le pasa a todo el mundo. El partido tiene un gran reto por delante que es reconstruir todos los apoyos que en estos años hemos perdido, recuperar su vocación de mayoría y presentar un proyecto de transformación histórica de este país Y no hay cambio político en España que no pase por el PSOE.