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Más Madrid busca presentarse donde la representación es más proporcional para no restar escaños a la izquierda

En las elecciones del próximo 10 de noviembre habrá un partido más a la izquierda. Más Madrid decidió este domingo concurrir a las generales, pero lo harán con una precaución importante. “Hay que presentarse pero con cabeza en los sitios donde salgamos seguro”, resumía uno de los asistentes a la asamblea que apoyó masivamente que el partido dé el salto al tablero político nacional. La formación que lidera Íñigo Errejón no quiere ser percibida como un factor de división en la izquierda.

Esa cautela afecta de lleno a la variable sobre dónde presentarse para asegurarse la representación. Lo contrario puede implicar que el partido recabe apoyos de votantes de izquierda pero que se quede sin escaños con los que sumar en ese bloque.

Por tanto, la idea de los dirigentes es concurrir solo en las provincias que reparten un mínimo de siete escaños. El sistema electoral español se divide en 52 circunscripciones −que coinciden con las provincias− y cada una reparte un número de diputados según su población.

Hay 17 provincias que reparten siete escaños o más: Madrid (37), Barcelona (32), Valencia (15), Alicante y Sevilla (12), Málaga (11), Murcia (10), Cádiz (9); Baleares, A Coruña, Las Palmas y Bizkaia (8); y Asturias, Granada, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife y Zaragoza (7).

Las que menos diputados tienen se distribuyen fundamentalmente por el interior de la península. Algunas, como Soria, tan solo reparten dos. Conseguir representación es mucho más complicado: tan solo los dos o tres partidos más votados entran en el reparto de diputados.

Si Más Madrid decidiese presentarse también en esas circunscripciones, podría provocar que miles de votos que no se tradujesen en escaños. El ejemplo más claro es Vox: el pasado 28 de abril, el partido de Santiago Abascal consiguió más del 10% de los votos en territorios como Cáceres, Salamanca o León, pero se quedó fuera del reparto de escaños. En total, la formación de extrema derecha obtuvo 2,67 millones de votos. De ellos, 690.000 no sirvieron para conseguir diputados.

El PP trató por todos los medios de convencer a Vox de que no se presentase en esas provincias pequeñas porque sabían que eso haría perder votos al bloque de la derecha. Y así fue.

PSOE y Unidas Podemos sumaron 11.246.071 votos el pasado 28 de abril, lo que se tradujo en un total de 165 escaños entre ambos partidos. PP, Ciudadanos y Vox alcanzaron la cifra de 11.169.796, solo 76.275 menos. Sin embargo, solo llegaron a los 147 diputados, 18 menos que los dos partidos de izquierda.

Más Madrid no quiere ser un factor de división, según defienden desde la propia formación. Por eso optarán por presentarse en las provincias que más escaños repartan y tratar de conseguir representación en todos los territorios.

Además, el objetivo del partido de Errejón −que aún tiene que aclarar si él será el cabeza de lista− quiere formar grupo parlamentario propio en el Congreso tras las elecciones. Para lograr un grupo parlamentario propio se necesitan 5 diputados, siempre y cuando se posea un 15% de los votos correspondiente a las circunscripciones donde se haya presentado candidatura. Más Madrid obtuvo en las elecciones autonómicas un 14,65% de los votos.