Según han informado este miércoles, el manifiesto nace ante la “preocupación por la deriva de la política en Cataluña, que obvia las necesidades básicas como la salud, la educación, las pensiones dignas, la vivienda, la dependencia, el trabajo y su precarización, la economía, el crecimiento de las desigualdades y la pobreza”.
Todas estas cuestiones, señalan los impulsores, han sido substituidas “exclusivamente por el eje nacional”, y aseguran que el proyecto independentista no es ninguna solución, como tampoco el inmovilismo.
“Las políticas de unos y otros se han alimentado mutuamente y no sólo han provocando una fractura interna en Cataluña, y en el resto de España, sino que también han servido para ocultar la gestión ultraliberal que ambos hacen de la crisis económica” y que ha provocado más desigualdad e injusticia social, alertan.
También defienden que la única salida es el federalismo social a través de una reforma de la Constitución que se ratifique en referéndum y que otorgue “la condición de derechos fundamentales a los derechos de ciudadanía que aún no lo son: la salud, la educación, las pensiones dignas y la atención a la dependencia”.
Además, reclaman el reconocimiento y blindaje constitucional de los derechos civiles adquiridos, como la interrupción del embarazo, el matrimonio de las personas de igual sexo y los derechos los inmigrantes y refugiados.
La reforma de orientación federal debe reconocer también “la realidad nacional catalana y de todas las realidades naciones de España”, así como la mejora del sistema de financiación, la clarificación de las competencias de cada uno de los tres niveles de administración pública, y el reconocimiento y encaje de la pertenencia a la Unión Europea; otras propuestas son la lucha contra la corrupción y en pro de la transparencia.