Miles docentes y estudiantes marcharon este lunes por el centro de la capital chilena para pedir que la educación deje de ser un “bien de consumo” y se convierta en un servicio “gratuito y de calidad”, cuando el estallido social que vive el país suramericano entra en su cuarta semana.
“En este despertar del país, la educación ha estado en el centro de las demandas. La gente reclama que deje de ser un bien de consumo, de mercado, y que sea un derecho social”, afirmó el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, quien aseguró que las protestas “no se van a detener hasta que en Chile haya un cambio real”.
Con pancartas como “El docente que lucha también educa” o “La educación no se vende, se defiende”, la marcha partió de la icónica Plaza Italia, el epicentro del estallido social, y finalizó en el centro histórico de la ciudad, cerca de La Moneda, la sede presidencial.
Los manifestantes, que marcharon de manera pacífica y entre los que había docentes, estudiantes de secundaria y universitarios, pidieron además mejores condiciones laborales, la renuncia del presidente Sebastián Piñera y la organización de una Asamblea Constituyente que redacte una nueva constitución y blinde la educación como un derecho fundamental.
Aprobada en 1980 en un cuestionado referéndum y en plena dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), la Carta Magna chilena ha sido reformada más de 40 veces, pero sigue siendo foco de críticas por su espíritu neoliberal y por haber favorecido la iniciativa privada en temas esenciales como la salud, la educación o las pensiones.
Según dijo a Efe la profesora de infantil María Isabel Sanhueza, la Asamblea Constituyente es la única solución para asegurar “pensiones dignas” para los maestros, uno de los gremios que recibe jubilaciones “más bajas” del país.
Para la estudiante de veterinaria Tamara Elguieta, de 19 años, uno de los principales problemas de los universitarios chilenos es el alto nivel de endeudamiento que asumen para poder estudiar y que en su caso asciende a cinco millones de pesos chilenos (más de 6.500 dólares).
“Me manifiesto por los sueldos dignos, porque los estudiantes no estén endeudados con el Crédito con Aval del Estado (CAE) y para que renuncie Piñera”, agregó la joven, de 19 años.
Chile se ubica entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que tiene los aranceles más caros en las carreras universitarias, con 7.654 dólares anuales de promedio, solo por detrás de las universidades públicas de Estados Unidos.
Los manifestantes pidieron a su vez a la ciudadanía que se una el martes a la huelga general convocada por la plataforma Unidad Social, integrada por organizaciones sindicales, estudiantiles y sociales.
El estallido social que vive Chile, el más grave desde el retorno a la democracia en 1990, ya se ha cobrado la vida de veinte personas -cinco de ellas a manos de las fuerzas de seguridad- y ha causado miles de heridos y detenidos, así como denuncias de abusos y torturas por parte de los agentes.
Las protestas se iniciaron el pasado 18 de octubre en respuesta a la subida del precio de pasaje de metro, pero se convirtieron en un clamor popular contra el Gobierno y el desigual modelo económico del país.
El Gobierno ha presentado desde entonces una serie de medidas sociales, que no convencen a los manifestantes, y el domingo anunció el inicio de un proceso constituyente, que ha sido criticado por la oposición porque pide un mecanismo más participativo para escribir una carta magna y que no sean los parlamentarios los que redacten el nuevo texto.