La construcción de nuevos sujetos que articulen orgánicamente el espacio político articulado alrededor de Podemos y de las confluencias avanza de forma desigual en el Estado. En Catalunya, pese a los problemas con el secretario general de Podem, se han sentado las bases con el liderazgo de Ada Colau y Xavier Domènech. En Andalucía, el entendimiento entre Teresa Rodríguez (Podemos) y Antonio Maíllo (IU) es fructífero, a diferencia de lo que está ocurriendo a nivel estatal. Pero en Galicia las diferencias entre los alcaldes de las mareas municipalistas, el portavoz en el Parlamento regional, Luís Villares, los diputados estatales y los partidos que componen el espacio (Anova, EU y Podemos) ponen a En Marea en riesgo real de ruptura.
Este sábado, En Marea vivirá un momento fundamental en su desarrollo. La capital gallega acogerá el segundo plenario del partido, que deberá definir algunos de los elementos orgánicos y políticos que marcarán el futuro del partido: el qué y el cómo. La cita, acordada el pasado mes de abril, llega en medio de fuertes discrepancias entre los partidos y organizaciones que componen el espacio, que se trasladan a las actividades de los grupos parlamentarios.
La situación es tal que dos de los principales partidos que integran en Marea, Esquerda Unida (EU) y Podemos, han decidido no asistir al plenario de forma oficial, aunque sí han dado libertad a sus militantes para hacerlo a título individual. EU y Anova (una excisión del histórico BNG y la tercera pata de En Marea), se unieron en 2012 para poner en marcha Alternativa Galega de Esquerdas (AGE).
Aquella experiencia, en la que participaron algunos de los nombres propios que hoy dominan parte de la escena política, como Pablo Iglesias, sirvió como banco de pruebas de muchas de las cosas que han ocurrido desde el surgimiento de Podemos.
Desde que las llamadas mareas se hicieron con algunas de las principales ciudades en 2015 (Santiago de Compostela, A Coruña o Ferrol) y la posterior irrupción de En Marea en el Congreso, el espacio se ha tensionado entre las dos almas que pugnan en su interior. Una que antepone la construcción nacional y otra que prima la construcción popular.
Ambas opciones son públicas y notorias desde hace meses a cuenta, por ejemplo, de la posición sobre el referéndum en Catalunya. El histórico dirigente Xosé Manuel Beiras, fundador de Anova, ha criticado abiertamente la posición del partido de Colau y del de Iglesias. También lo han hecho desde Cerna, una escisión nacionalista de Anova que también forma parte de En Marea.
Las partes someterán sus planteamientos al plenario que arrancará este sábado a las 9.30. Todos asumen el riesgo ante una asamblea de incierto resultado. “Estamos al 50%. Como se parta, de esta no nos levantamos en la vida”, reconoce a eldiario.es uno de los dirigentes más importantes del espacio.
El conflicto orgánico: ¿partido real o instrumental?
Los elementos más críticos del plenario son políticos y orgánicos. En estos últimos destacan el debate y votación de los reglamentos que diseñan el funcionamiento interno del partido, tanto de la Coordinadora como del Consello.
También se discutirá una siempre complicada carta financiera. Es decir, el dinero que los cargos deben aportar al partido. Un elemento que en las últimas horas ha estallado, por ejemplo, en Madrid. Las carta financieras son muy habituales en los partidos de carácter asambleario y de naturaleza izquierdista, pero en el caso de las confluencias surge el problema de que hay cargos que pertenecen a la vez a diferentes espacios y cada uno tiene su propio código, no siempre complementarios.
También se abordará la relación del partido En Marea con las mareas municipalistas. Esta candidaturas son germen de la formación. Y no todos los alcaldes del cambio reconocen la potestad del portavoz y líder nominal de En Marea, Luís Villares. En realidad, no lo hace ninguno.
La gestación de En Marea como candidatura para las autonómicas en octubre de 2016 se resolvió en el último minuto y dejó flecos abiertos. Algunos se han repetido por todo el Estado desde mayo de 2015 y, bajo el aburrido paraguas del debate jurídico (partido instrumental o partido real), esconde una pugna por el control del espacio.
En un comunicado oficial hecho público el jueves, Podemos Galicia reitera su rechazo a convertir en partido de hecho lo que se concibió, al meno de su parte, como instrumental.
Una explicación similar a la de EU. Una portavoz de la organización asegura a eldiario.es que su intención al ausentarse es “no legitimar ese espacio tal y como se está construyendo”. “Queremos un espacio de ruptura, no un partido más, con la participación de todos los colectivos con los que llevamos años trabajando la confluencia. La fórmula jurídica no invita a un espacio plural que se construya horizontalmente”, añade. Y zanja: “No queremos ir para no confrontar. Si perdemos, perdemos todos. Si ganamos, ganamos todas”.
Rendición de cuentas y legitimidad
Los debates orgánicos serán por la tarde. Pero el plenario puede estallar ya desde el arranque. Por la mañana están previstas las rendiciones de cuentas de los representantes públicos. Tanto del Parlamento gallego, como del Congreso y de las mareas municipalistas. Y no está caso que esto vaya a ocurrir.
Podemos y EU han protestado por la inclusión en el orden del día de la rendición de cuentas de los diputados estatales y los concejales en un espacio que es posterior. El partido En Marea se organizó después de las mareas como la coalición que concurrió el 20D y el 26J. Y aunque los integrantes son los mismos, o similares, las diferencias políticas han hecho que se ponga en duda la legitimidad de este espacio para controlar a representantes formalmente ajenos.
Del grupo parlamentario regional solo subirá al escenario un diputado, que ofrecerá una visión general de los meses de legislatura. Al plenario no asistirá la portavoz parlamentaria y secretaria general de Podemos, Carmen Santos. Tampoco la recién elegida líder de EU, Eva Solla.
Sí lo harán algunos a título individual como uno más de plenario. Será la misma actitud que han tomado los diputados nacionales. El anterior portavoz, Antón Gómez-Reino, ofrecerá explicaciones ante el plenario. El resto, lo escucharán desde las gradas.
Un acuerdo de última hora ha evitado que los diputados estatales ni siquiera participaran en el acto. Finalmente se ha modificado el orden del día para que puedan hacerlo por la tarde. Los representantes de En Marea en el Congreso defienden su propio calendario de rendición de cuentas, que ha empezado este mismo viernes.
Los relatos que hagan los cargos serán votados por el plenario. Una votación que algunos temen que acabe en reprobación. No será la única votación del día. La ausencia oficial de Podemos y EU deja en el aire la correlación de fuerzas. Y ante una asamblea dividida, la experiencia de quienes llevan muchos años haciendo política asamblearia será un grado. Determinante.