Margarita Robles será ministra de Defensa y tendrá el control del CNI que vuelve al lugar de donde lo sacó Soraya Sáenz de Santamaría en un gesto que cimentó su imagen de poder al frente de la vicepresidencia. El nombramiento de Robles es la decisión que Pedro Sánchez ha guardado para el último minuto y que despeja todas los rumores sobre el primer nombre que se daba seguro para su gobierno.
La exjueza fue la persona en quien Sánchez confió para defender la portavocía del PSOE en el Congreso, mientras el líder socialista trabajaba desde su despacho en Ferraz, tras haber dimitido como diputado en plena pelea con Susana Díaz.
El presidente del Gobierno ha querido llegar a su despacho con el rey con alguna novedad que ofrecer, más allá de los nombramientos que se han ido publicando en diferentes medios de comunicación. La Constitución señala al rey como el mando supremo de las Fuerzas Armadas y capitán general de los tres ejércitos (Armada, Tierra y Aire), por lo que la decisión sobre el titular para defensa se ha querido preservar de filtraciones antes del despacho oficial.