Los veinte minutos andando que separan la universidad privada College for the Intenational Studies y el despacho de abogados Martínez-Almeida ocupan un paseo plagado de domicilios donde reside el poder económico en Madrid. El centro de enseñanza está presidido por María Díaz de la Cebosa, la persona que puso en contacto a Luis Medina Abascal con Carlos, el primo del alcalde de la capital que ostenta el bufete con el apellido de la familia. Para tomar el camino más corto entre un lugar y otro es obligatorio atravesar la adinerada colonia de El Viso, habitual remanso de paz alterado estos días por las cámaras que buscan al comisionista Medina, ya sea sacando en bata al perro o esperando un taxi para acudir al juzgado.
Para desmentir la afirmación del fiscal Luis Rodríguez Sol acerca de que Luis Medina y Carlos Martínez-Almeida mantienen una relación de “amistad”, el comisionista ha declarado en el juzgado que no conocía al primo del alcalde hasta que recurrió a su verdadera amiga, María Díaz de la Cebosa, directora de The College for the International Studies (CIS), donde el hermano del duque de Feria dice haber estudiado un año. Medina y su socio, Alberto Luceño, pasaron los primeros días del confinamiento, los de los cientos de muertos a diario, pensando en vender material sanitario a la Comunidad o el Ayuntamiento, las dos administraciones radicadas en la capital que están gobernadas por el PP; la tercera es el Gobierno central.
Uno de los dos comisionistas, el que tenía más abultada la agenda, escogió de su entorno a María Díaz de la Cebosa. Y ella pensó en el primo del alcalde como el modo en que podía ayudar a Luis Medina en su interés por hacer una oferta de material sanitario a la administración pública madrileña. Con esa operación, Luceño y Medina terminarían embolsándose seis millones de euros de dinero público. Dos acusaciones populares ya han pedido la declaración de María Díez de la Cebosa como testigo en el caso mascarillas para que arroje luz sobre cómo y por qué llegaron realmente los dos investigados hasta la responsable de compras del Ayuntamiento.
A falta de esas explicaciones hay un nexo público entre la presidenta de la universidad privada y el primo de Martínez-Almeida. En la misma dirección que el centro universitario que dirige Díaz de la Cebosa se radica la fundación Robert Fitzgerald Kennedy Human Rights, que también preside ella. Como secretario no patrono de esa fundación figura el abogado Carlos Martínez-Almeida. La Fundación dice en su web que se dedica la formación en derechos humanos y cuenta con un proyecto de “liderazgo”. Las acusaciones populares también quieren que el juez Adolfo Carretero cite al primo del Alcalde, unas como testigo y otras como imputado.
Una familia vinculada a las aguas públicas
María Díaz de la Cebosa está casada con Gaspar Cienfuegos-Jovellanos, quien ha sido prácticamente todo en la empresa pública de aguas Canal de Isabel II, desde gerente a director financiero. También presidió la filial Canal Extensia, que compró una empresa colombiana, Inassa, en una operación ruinosa para los madrileños y que es objeto de investigación por la Audiencia Nacional en el caso Lezo.
Cienfuegos-Jovellanos resultó imputado, al igual que el resto de miembros del consejo de administración que autorizaron esa compra en 2001 y que supuso pagar un sobreprecio con dinero público de los madrileños de entre 23 y 35 millones de dólares, según Anticorrupción. La causa resultó archivada finalmente para Cienfuegos-Jovellanos y otras 14 personas, entre ellas Alberto Ruiz-Gallardón e Ignacio González, aunque este se sentará en el banquillo por el saqueo de la empresa pública del Canal que se investiga en otras piezas.
El marido de Díaz de la Cebosa aparece en el Boletín Oficial del Estado como miembro del patronato con el que se constituyó IUVE en el año 2000, una fundación vinculada a los Legionarios de Cristo. María Díaz de la Cebosa fundó asimismo en 1995 la ONG Cruzada por los niños, que desarrolla proyectos de ayuda al desarrollo en Mozambique y que en España tiene un acuerdo con la Fundación del Real Madrid.
Las aguas públicas del Canal de Isabel II han estado vinculadas a María Díaz de la Cebosa desde su nacimiento. Su padre, Benito Díaz de la Cebosa, fallecido en 2001, fue un destacado ingeniero de la empresa pública durante el franquismo, responsable de grandes obras públicas como la presa del Atazar. Su marido Gaspar se desvinculó en 2008 del Canal de Isabel II para activar la puerta giratoria en los negocios del agua. Creó Professional Water & Partners, que se define como “una sociedad independiente española, constituida con el objeto de prestar servicios de alto valor añadido a inversores, empresas e instituciones públicas y privadas en el ámbito del sector del agua”.
El centro educativo que preside Díaz de la Cebosa se vende como “la universidad americana en España” y está ubicado en el distrito de Salamanca. En el CIS estudió, según El Periódico de España, Felipe Juan Froilán de Borbón, hijo de la infanta Elena. Un semestre en la universidad cuesta entre 9.884 y 12.871 euros. El centro cuenta con grados compatibles con el sistema estadounidense y entre sus infrecuentes ofertas educativas está la de un programa que permite compatibilizar estudios y las aspiraciones por convertirse en un jugador profesional de “soccer”, el nombre que el fútbol recibe en Estados Unidos.
elDiario.es se puso en contacto con The College for the Intenational Studies para recabar la versión de los hechos de María Díaz de la Cebosa, pero no recibió respuesta. Una voz al otro lado del teléfono se disculpó por el ruido de fondo al producirse la llamada justo cuando salían “los niños”, en referencia a los estudiantes universitarios.
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