A María Dolores Pradera le gustaría reaparecer, después de casi tres años de ausencia de los escenarios, en el último que pisó, en Madrid, y repetir espectáculo, aunque incluyendo algunas de las canciones de “Gracias a vosotros II”, un pequeño milagro que sale esta semana y que no imaginaba hace un año.
“Nunca imaginé que iba a tener en mis manos un segundo disco así. Es una sorpresa muy agradable y doy gracias por esta oportunidad”, ha asegurado hoy en una entrevista con Efe la intérprete de “Fina estampa”, con 60 años de carrera y 88 “en el mundo”.
En el primer “Gracias a vosotros”, publicado a finales de 2012, fueron 14 los artistas, de Miguel Poveda a Pablo Alborán pasando por Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat y Raphael, que la envolvieron con “la manta” de su amor y devoción, para que se curara definitivamente de la neumonía y un posterior “choque metabólico” que la había puesto en serio peligro meses antes.
Ahora, “muchísimo” más recuperada y con su fino y elegante sentido del humor tan dispuesto como su memoria, han sido doce los fieles escuderos que han acudido al estudio de grabación a cantar con ella en vivo y en directo, excepción hecha de Armando Manzanero y Enrique Bunbury, que estaban fuera de España.
Con Bunbury interpreta “Se me olvidó otra vez” y dice que le gustó mucho, porque cantan “en el mismo tono”; con Sole Giménez, “una maravilla de mujer”, “Contigo en la distancia”, que es su tema predilecto porque es “muy emocionante”; y con Carlos Baute, al que conocía poco, pero que le ha conquistado por su “delicadeza”, “Ausencia”.
Manzanero, su amigo desde hace muchos años, ha elegido “Esta tarde vi llover”; Ana Torroja, “una estupenda compañera”, “Hijo de la luna”; y con Amaya Uranga, “muy divertida”, “Golondrina presumida”.
Repite con Rosana “El talismán” -“esta vez nos ha salido mejor”, se ríe-; hace con Dani Martin, “un joven moderno” con unos “tonos muy especiales”, “Amanecí en tus brazos”; con Amaia Montero, “Las mañanitas”, en una versión “con mucho encanto y ternura”; y con Carmen París, “esa aragonesa”, “El tiempo que te quede libre”.
Capítulo aparte merece la versión con Estrella Morente de “Habanera imposible”, porque se deshace en elogios para su amiga, esa “persona bellísima, llena de misterio, que pinta, que escribe, que canta como los ángeles, y un ser humano de increíble sencillez”. Así como la que ha hecho de “Cómo han pasado los años” con “el filósofo” José Mercé, al que adora.
“A mí, los flamencos me gustan muchísimo. Son gente todos fuera de serie y parece que les caigo bien”, dice modesta esta mujer, que cuando era pequeña quería ser “gitana”, “como otros querían ser ingeniero”, porque le gustaban mucho “las ojeras y el pelo negro”, recuerda.
Pero es que, además, incluye una canción que canta ella sola y que le escribió Juan Carlos Calderón, “Qué tal te fue la vida”, la historia de dos personas mayores que se reencuentran y se alegran de estar “vivos y guapos los dos” y que no es, asegura, “nada, nada biográfica”.
Cuando ha escuchado el disco, y no lo dice, advierte, “para dárselas de humildita”, se ha admirado de la voz formidable de ellos, la de sus devotos, aunque admite que la de ella “no está mal”.
“Estoy casi recuperada del todo. Creo que en dos meses o tres volveré a cantar por los escenarios, si es que no han prohibido los teatros, porque los están quitando todos. Qué pena”, lamenta apenada, porque, sostiene, “un país sin arte, sin teatro, sin pintura o sin escritores no tiene nombre”.
Cuando vuelva a subirse a un escenario para un concierto, quiere cantar algunas de las “canciones bonitas” de este disco, pero su objetivo es repetir, “con los mismos músicos y la misma túnica”, el que dio en el Teatro Coliseum de Madrid hace casi tres años y en el que presintió, y así se lo dijo a su hija Elena, que iba ser el último.
“Apareceré y diré, remedando a Fray Luis de León, 'como cantábamos ayer'. Ya lo tengo todo 'pergeñao'”, remata regocijándose con esa idea, a la que seguirá, si todo va como ella quiere, su deseo de hacer un disco de copla, al estilo de su ídolo, “la Piquer”.