Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se reunirán el próximo miércoles 13 de julio en el Congreso de los Diputados, según fuentes socialistas. El encuentro será el último del presidente en funciones con los líderes del resto de partidos para abordar su investidura.
Sánchez trasladará a Rajoy su “no” y le emplazará a encontrar los apoyos que necesita para seguir en Moncloa entres sus “afines ideológicos”. En ese grupo, los socialistas señalan a toda la derecha parlamentaria, incluidos los independentistas de Partido Democrático de Catalunya (la antigua Convergència).
El PP cambió de opinión en el orden de la ronda de contactos que Rajoy ha mantenido para empezar a hablar de los posibles apoyos que puede recabar para seguir en Moncloa tras el 26J. Primero pretendía centrar priorizar al PSOE -cuya abstención puede permitirle sacar adelante la investidura- pero finalmente optó por hablar con los grupos de menor a mayor representación parlamentaria.
Rajoy recibió en Moncloa a los representantes de Coalición Canaria, PNV y ERC la semana pasada. El Gobierno ha jugado al despiste con la reunión con Convergéncia y no ha determinado si ha tenido ya lugar o no.
Las reuniones de Rajoy con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y con Pablo Iglesias -que se celebrarán este martes- tendrán lugar en el Congreso de los Diputados, a petición de los interlocutores. Lo mismo ha sucedido con Sánchez. Rajoy y el líder socialista se reunieron en en la antesala del comedor de la Presidencia del Congreso durante las conversaciones del candidato del PSOE para su investidura. Aquel tenso encuentro -en el que Rajoy no dio la mano a Sánchez- se desarrolló en un lugar distinto al escogido por Ferraz para el resto de negociaciones.
Los conservadores querían esperar a la reunión del Comité Federal del PSOE del pasado sábado. En ese órgano interno, el PSOE ratificó su “no” a Rajoy. No obstante, en las filas socialistas se ha instalado el debate sobre una posible abstención en el último momento -si Rajoy consigue más apoyos que sus 137 diputados- para evitar las terceras elecciones que serían una “catástrofe”, en palabras de Susana Díaz. El 'no' a unos nuevos comicios es una premisa compartida por los distintos poderes socialistas.
Hay dirigentes socialistas que consideran que tendrán que replantearse su posición en el caso de que Rajoy logre sumar a Ciudadanos y Coalición Canaria y, por tanto, someterse a la investidura con 170 escaños a favor (a seis de la mayoría absoluta).
Consciente de ese debate, Rajoy ininuó que la negativa del secretario general del PSOE puede cambiar y que está dispuesto a esperar. El PP tratará de presionar con que la aprobación del techo de gasto y la senda de déficit corre prisa porque tienen que estar listos en agosto para poder aprobar después los nuevos Presupuestos Generales del Estado.
La última idea que manejan en las filas socialistas para evitar el bloqueo es que los grupos parlamentarios alcancen un acuerdo para que haya una “abstención concertada”, es decir, compartida entre varios grupos para evitar, así, que el castigo por que Rajoy siga en Moncloa sea exclusivamente para un partido.