Marruecos y Francia firmaron hoy en la ciudad norteña de Tánger un acuerdo sobre la formación de imanes franceses en el país magrebí, con motivo de la visita del presidente François Hollande, informó hoy la agencia oficial MAP.
El acuerdo fue firmado por el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, y el de Asuntos Islámicos de Marrucos, Ahmed Taufiq, en una ceremonia presidida por el rey Mohamed VI y el presidente francés.
Este acuerdo entra en el marco de la lucha contra el terrorismo y el radicalismo, tema que ha sido central en las discusiones entre los jefes de Estado de ambos países, explicó la misma fuente.
Por otra parte, los dos jefes de Estado abordaron la preparación de ambos países para la presidencia de la Cumbre sobre el Cambio Climático COP21 el próximo diciembre en París y COP22 en 2016 en Marrakech, así como subrayaron su determinación a aunar sus esfuerzos para que la “comunidad internacional pueda encontrar las respuestas adecuadas” a esta problemática.
Además, Mohamed VI y Hollande acordaron “reforzar su partenariado de excepción”, particularmente en el ámbito de grandes proyectos industriales como la línea de tren de alta velocidad o el sector automovilístico, o en el de energías renovables.
En este sentido, los dos jefes de Estado inauguraron hoy un taller de mantenimiento de los trenes de alta velocidad con una inversión de 640 millones de dirhams (unos 58 millones de euros), que entra en el marco del proyecto de la línea de tren de alta velocidad Tánger-casablanca, cuya inauguración está prevista para 2018.
Hollande, que inició hoy en Tánger una visita de trabajo de dos días, fue acompañado por una delegación compuesta por cinco ministros, y varios parlamentarios y personalidades.
Esta visita también ha sido vista por varios analistas y medios como una ocasión para reforzar las relaciones entre ambos países después del restablecimiento de los vínculos judiciales y en materia policial entre París y Rabat, tras la crisis diplomática que se prolongó durante un año y que se resolvió a principios de este 2015 con la visita de Mohamed VI a Francia.
En febrero de 2014, Rabat suspendió todos los acuerdos vigentes en materia judicial después de que se intentara tomar declaración en París al jefe del contraespionaje marroquí Abdelatif Hamuchi por las acusaciones de tortura que pesaban sobre él.