El escándalo producido por la publicación de un informe de la Cámara de Cuentas de Madrid en el que se desvelaba un desfase contable de 20 millones de euros en la Empresa Municipal de la Vivienda de Rivas (Madrid, 78.000 habitantes) y su gestión política han provocado un cisma definitivo en la principal Alcaldía que controla Izquierda Unida en toda España: la Asamblea local de la coalición ha exigido este jueves en una votación la dimisión del regidor del municipio, José Masa. Los militantes, además, han conminado a la dirección local del IU a llevar a los tribunales las denuncias recogidas en el informe del órgano fiscalizador.
La votación, que ha terminado pasadas las diez de la noche, se ha saldado con 166 'síes' a la dos preguntas, un voto en contra y otro nulo sobre un censo total de 290 personas.
La decisión, último capítulo de un enfrentamiento que dura ya varios meses, además de poner en riesgo el Ayuntamiento más grande gobernado por el partido añade otro problema a la delicada situación interna de Izquierda Unida de Madrid (IUCM), cuya dirección recordó en una carta a los responsables de la coalición en Rivas que la Asamblea local no tiene competencias para convocar un referéndum. La Asamblea, sin embargo, ha optado por celebrar la consulta y hacerlo en urna cerrada tras la petición de varios asistentes.
Un grupo de cinco militantes, miembros del Consejo Político Local y afines a Masa, ha rechazado la celebración de la consulta y han optado por abandonar la Asamblea antes de producirse la votación, que han calificado en un comunicado de “maniobra política, sin precedentes en nuestra localidad, con la que se busca deteriorar la imagen y el prestigio de IU de Rivas en la Comunidad de Madrid”, además de considerarla “una acción desautorizada por el máximo órgano competente (la ejecutiva regional de IU de la Comunidad de Madrid)”.
20 millones de desajuste
La tormenta se desató a finales del pasado mes de noviembre cuando la Cámara de Cuentas de Madrid desvelaba en un informe un desajuste contable de 20,9 millones de euros en las cuentas de la EMV de Rivas-Vaciamadrid de los años 2010 y 2011. El organismo fiscalizador detallaba diversas irregularidades en el documento y constataba la ausencia absoluta del control que el Ayuntamiento debería ejercer sobre la empresa, externalizada y adjudicada a la gestoría privada Habyco XXI.
Desde entonces, las diferencias entre le alcalde, José Masa, el concejal de Urbanismo y máximo responsable político de la EMV, Fausto Fernández, y el portavoz del Grupo Municipal de IU y coordinador local de la formación, Pedro del Cura, no han hecho más que crecer, con cruces de acusaciones, destituciones y peticiones de dimisión.
Masa y Fernández, por un lado, quieren resolver el problema en una comisión municipal sin publicidad que analice el informe de la Cámara de Cuentas en conjunto y sin pedir, de momento, responsabilidad política alguna ni tampoco a la empresa que gestiona la EMV. La mayoría de la militancia local y del Grupo Municipal, por su parte, han exigido en diversas ocasiones la dimisión del edil de Urbanismo, reclamar a Habyco las cantidades supuestamente cobradas indebidamente, así como la remunicipalización de la EMV.
Por el camino, IU ha perdido de facto la mayoría absoluta que ostenta en Rivas merced a los 13 concejales obtenidos en las elecciones de 2011 ya que el pasado mes de diciembre el Grupo Municipal que comanda Pedro del Cura registró un escrito por el que expulsaba de su seno a la edil María Luz Matas Soto, aunque de momento no se ha tramitado su pase al grupo de los no adscritos. Antes, el alcalde había cesado en sus competencias en el Gobierno municipal a su concejala de Hacienda, Ana María Reboiro.
Para terminar con las purgas, en las últimas horas de 2013 Masa cesó también al propio Pedro del Cura, segundo teniente de alcalde. Este mismo jueves el Ayuntamiento informaba en una nota de prensa de que las competencias que detentaba Del Cura se repartían entre otros miembros del Gobierno municipal, dejando al portavoz del Grupo Municipal que sustenta al alcalde sin competencia alguna.
La batalla final en Rivas ha estallado cuando el coordinador regional, Eddy Sánchez, estaba de viaje en Bruselas y se suma a la grave división interna que atenaza a IUCM, que se asoma a la bicefalia interna ante la negativa de la dirección a integrar a los críticos y que tiene judicializada su vida interna en los órganos de control tanto regionales como federales.