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El Gobierno evita detallar los gastos de la coronación de Felipe VI

La comitiva real pasa por la Gran Vía / Antonio Rull

Carmen Moraga

Más de un año después de que Felipe VI fuera coronado rey de España se siguen sin conocer los datos desglosados de lo que costó el histórico evento. El Ministerio de la Presidencia acaba de oficializar en el Congreso los gastos de los actos de proclamación del monarca en respuesta a una pregunta escrita de la Izquierda Plural, cifrándolos en 169.660, 21 euros. Aunque el dato no es nuevo, el Gobierno se limita a contabilizarlo en tres partidas genéricas: “gastos de personal”; “gastos corrientes en bienes y servicios”, y gastos para “inversiones”.

La respuesta del departamento que dirige Soraya Sáenz de Santamaría llegó a la Cámara Baja el pasado 30 de julio, en contestación a la pregunta escrita realizada meses antes por el diputado de la Izquierda Plural, Josep Pérez Moya, que se interesaba por los costes de la proclamación de Felipe VI y el de la abdicación de su padre, “que se calculan como muy elevados”.

El diputado lo consideraba así por “los miles de invitados, la ornamentación y la recepción, el paseo del -entonces- príncipe Felipe por diversas calles de Madrid”, lo que a su juicio “supondrán un importante coste en seguridad”.

“¿Cuál fue el coste de ambas celebraciones?; ¿Cuál fue el coste del dispositivo de seguridad del paseo por Madrid?; ¿Cuál fue el coste de las flores y el resto de ornamentación para la celebración?; ¿Cuál fue el coste de la ceremonia que asumió el Gobierno?”, fueron sus preguntas.

Pero en el breve texto de la respuesta del Gobierno no se dan apenas detalles. Se explica que de esa cifra cercana a los 170.000 euros, 64.434 euros fueron para “gastos de personal”; 91.788,55 euros para “gastos corrientes en bienes y servicios”; y 13. 437,66 euros para “inversiones”.

El Ministerio de la Presidencia afirma que se hizo cargo también del alquiler de los autobuses para el traslado de las autoridades, lo que supuso 4. 474,26 euros. En cuanto al dispositivo de seguridad que se montó en torno a los nuevos reyes, se limitan a contestar “que no difirió mucho de otros dispositivos que habitualmente se establecen para eventos de gran afluencia de público, como acontecimientos deportivos o manifestaciones, siendo su coste asumido con los presupuestos ordinarios del Departamento, como ocurre habitualmente en este tipo de operativos”. Pero sin más explicaciones.

Finalmente, se escudan en que “no puede informar de otros gastos asumidos por otros poderes del Estado o instituciones distinta a la Administración General del Estado”.

No obstante, la casa Real ya hizo público en su web oficial a finales de 2014 el coste de la celebración, desvelando que pagó 65.993 euros a la empresa Mallorca Difusión y Catering, por el cóctel servido en el Palacio Real, a la que fueron invitadas cerca de 2.000 personas.

El Ayuntamiento fue más diligente y en julio del año pasado desveló que los gastos extra del evento para las arcas municipales fueron de 28.845 euros. Según el delegado de Medio Ambiente y Movilidad de Madrid de entonces, Diego Sanjuanbenito, el dinero fue destinado a la colocación de vallas y señalizaciones. Además, se consignaron otros 3.240 euros para pagar a los agentes de movilidad que trabajaron ese día festivo.

Un gasto modesto comparado con otros eventos

Sin embargo, lo primero que sorprende de la respuesta al diputado de la Izquierda Plural es que un acontecimiento de esa magnitud representara un gasto tan modesto para las arcas del Estado.

Comparándolo con otros eventos, como la fastuosa boda entre la hija de José María Aznar, Ana, con Alejandro Agag, que tuvo lugar el 5 de septiembre de 2002 en El Escorial, la coronación de Don Felipe como rey de España salió muy barata.

Según calcularon entonces diversos expertos, solo la celebración del enlace de la hija del expresidente del Gobierno -al que asintieron mil invitados, entre los que figuraban jefes de Gobierno y de Estado-, superó los 120.000 euros.

Posteriormente, gracias a la investigación judicial, se descubrió que parte de estos gastos los pagó la trama Gürtel. En concreto, unos 32.452 euros.

El Gobierno dio los mismos datos a una ciudadana

Se da la circunstancia de que en noviembre de 2014 la subsecretaria del Ministerio de Presidencia ofreció idéntica respuesta a la que acaba de enviar al diputado Pérez Moya a una ciudadana, que se interesó por los datos de la coronación de Felipe VI. La información fue dada a conocer por el portal tuderechoasaber.es.

Esta ciudadana llamada Carmen, envió sus preguntas por primera vez en junio de 2014 a la subsecretaría del Ministerio de Presidencia. Su curiosidad se centró en saber:

“¿A cuánto ascienden los gastos de la coronación del rey y a qué ha sido destinado cada uno de ellos, como la preparación del Congreso para el acto, los desfiles militares, el despliegue policial, anterior y del día de la coronación, la recepción para los 2.000 invitados al Palacio Real, etc.?”. “¿Qué gastos derivados del cambio de rey, están previstos a corto plazo, en qué se gastarán y a cuánto ascenderán, como la fabricación de monedas y sellos, los cuadros para todos los colegios e instituciones públicas, etc?”.

“¿Por qué es necesario un sueldo de más de cien mil euros para una niña de ocho años?” .

“¿Cómo van a quedar repartidos ahora los sueldos de la familia Real? ”¿Se reducirá la asignación de los antiguos reyes o se quedará igual y se aumentará la de los actuales?“.

Al final de su escrito, Carmen apelaba a la ley de Transparencia “para que mis preguntas sean respondidas a la mayor brevedad y para que, a partir de ahora, los presupuestos de la casa real sean publicados en su totalidad, no sólo en lo que se refiere a los sueldos percibidos, sino también a los del gasto de personal, vehículos, seguridad, viajes, mantenimiento de sus residencias y cualquier otro tipo de gasto relacionado con ellos y que depende de los distintos ministerios”.

En vista de que no obtenía respuesta, la mujer insistió al menos dos veces más, el 28 de julio, y el 10 de octubre de 2014, hasta que finalmente, el 24 de octubre, vio colmada su paciencia y curiosidad. Pero solo parcialmente. Cómo le ha ocurrido ahora al diputado Pérez Moya. Por ello, esta ciudadana volvió a preguntar pero no obtuvo ninguna otra respuesta.

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