Moncloa obvia al Ministerio de Igualdad en el 8M tras la crisis del 'solo sí es sí'

Nada hace indicar que el enfrentamiento más duro entre los socios de Gobierno en lo que va de legislatura vaya a desembocar ni en la ruptura de la coalición ni en un cese de Irene Montero por parte del presidente Sánchez. Mucho menos, en una dimisión de la ministra. Pero veinticuatro horas después de que el PSOE y Unidas Podemos se lanzasen a la yugular del prójimo en el Congreso a cuenta de la reforma del ‘solo sí es sí’, las dos alas del Ejecutivo se tentaban la ropa al afrontar el balance de daños de un choque que, reconocen ambas partes, ha acabado fuera de control. La conclusión generalizada es que, aunque no se concrete la ruptura, resulta imposible ya salir indemnes. 

El despliegue institucional y la agenda política del propio Gobierno de cara a la conmemoración del 8M dan buena muestra de la fractura entre la Moncloa y el ministerio de Igualdad. Por primera vez en su mandato no hubo foto del presidente con su ministra en el Día Internacional de la Mujer porque Pedro Sánchez no acudió al acto institucional organizado por el departamento de Irene Montero. Un gesto que se sumó a la ausencia de la titular de Igualdad el día antes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde es habitual que dé lectura a una declaración institucional. 

“Las comparecencias se ligan a la agenda del Consejo. La semana pasada nos acompañaba la ministra de Igualdad. Y, además de una buena ministra de Igualdad, este Gobierno tiene tres vicepresidentas de las que nos sentimos muy orgullosas”, respondió la portavoz, Isabel Rodríguez, cuestionada por el papel de Montero. En esa comparecencia fue la vicepresidenta Nadia Calviño quien desgranó los detalles de la propuesta estrella del Ejecutivo para el 8M: una ley de paridad salida directamente de Presidencia sin contar con Igualdad. 

La interlocución no existe y se ha visto afectada incluso la coordinación a nivel técnico de cualquier asunto del trabajo diario

En la Moncloa admiten que la bronca parlamentaria del martes durante la toma en consideración de la proposición de ley para reformar el ‘solo sí es sí’ supuso un salto cualitativo en la escalada de tensiones. Pero subrayan que la orden expresa del presidente de actuar al margen de Irene Montero y su equipo llegó mucho antes. “Nosotros les ofrecimos liderar esa reforma y rentabilizar políticamente la solución a la norma, pero vimos que estaban más en el relato que en una voluntad real de cambiar nada y por eso el presidente mandó actuar”, cuenta una de las personas del equipo de Sánchez al corriente de las negociaciones. 

Fuentes del Ejecutivo reconocen que, en la práctica, la Moncloa obvia a día de hoy al ministerio de Igualdad. La interlocución no existe y se ha visto afectada incluso la coordinación a nivel técnico de cualquier asunto del trabajo diario. La propia campaña institucional del ministerio para el 8M no recibió luz verde hasta este mismo miércoles por la tarde. En el Congreso, con motivo de la sesión de control, Pedro Sánchez se fotografió con todas las ministras socialistas, una instantánea que el PSOE distribuyó en redes sociales y a la que tampoco estaba invitada Irene Montero. 

Mientras, en la Moncloa se intenta compaginar ese evidente empeño por marcar distancias ante Podemos e Igualdad con una estrategia comunicativa que no contribuya a echar más leña al fuego. “Feliz Día de la Mujer. Todavía quedan muchísimas cosas por las que tenemos que seguir trabajando”, se limitó a comentar Pedro Sánchez en los pasillos del Congreso tras intervenir en una sesión de control en la que defendió la agenda feminista de su Gobierno al completo.

En la manifestación de Madrid, la vicesecretaria general de los socialistas, María Jesús Montero, también incidió en el intento por rebajar el tono. “Hay que trasladar que todavía hay una cuesta empinada por recorrer y es mucho mejor hacerlo todas juntas, y desde el PSOE vamos a seguir contribuyendo a la unidad del movimiento feminista”, aseguró. Hay quien opina entre las propias filas socialistas que mensajes como el de Patxi López, que llegó a calificar de “impresentables” las acusaciones de Unidas Podemos en el debate parlamentario, tampoco apuntan en la dirección marcada por Moncloa aunque pongan voz a un sentimiento generalizado en el PSOE.

Irene Montero: “No está en riesgo el Gobierno de coalición”

A pesar de la gravedad del choque, en Unidas Podemos descartan cualquier tipo de ruptura de la coalición si en la tramitación parlamentaria no se produce un acuerdo que hoy por hoy ninguna de las partes ve como una opción realista. Aunque dentro del espacio confederal coexisten diferentes sensibilidades y hay quien cree que las posiciones no están tan alejadas como para llegar a un acuerdo, el sentir general es que después de lo exhibido en los últimos días una salida pactada es prácticamente una quimera. Fuentes de la dirección de Podemos ven claro que si alguien tiene que moverse ahora es el Partido Socialista, quien “se levantó de la mesa” con una propuesta unilateral y quien “ha roto la mayoría feminista del Congreso”.

Pase lo que pase durante la tramitación parlamentaria, en el espacio hay una sensación generalizada: el que sale del Gobierno pierde. Por un lado, por las repercusiones electorales que una decisión de este calado acarrearía, pero también porque todo el mundo entiende que si bien la producción legislativa y las medidas sociales implementadas hasta ahora son muy positivas, todavía quedan muchas cosas por hacer. 

“No es el primer conflicto que tenemos, aunque sí que es un conflicto grave. Sin embargo, aún nos queda una agenda legislativa que sacar adelante y que puede ser muy importante para las mayorías sociales de nuestro país. En lo que queda de legislatura vamos a centrarnos en esa agenda y en esas tareas”, dijo este lunes la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, en una entrevista con este diario. “Sin un Gobierno de coalición en el que hubiese estado Unidas Podemos aún como socio minoritario nunca hubiese habido leyes como la de eutanasia, la de cambio climático, la ley 'sólo sí es sí', la ley trans, el tope al gas, espero que pronto la ley de vivienda o la limitación de los precios de los alimentos”, añadió. 

Este miércoles Irene Montero ratificaba la unidad del Ejecutivo en declaraciones a los medios en el Congreso: “No está en riesgo el Gobierno de coalición sino los derechos de las mujeres”. Fuentes de su entorno se remiten a estas palabras y piden no entrar en especulaciones sobre la convivencia de los dos socios dentro de la coalición. 

La tensión vivida en el Congreso, la dureza del discurso de la diputada de Unidas Podemos, Lucía Muñoz, en la tribuna y particularmente la falta de acuerdo entre los socios llevaron el martes a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, a manifestar su disgusto. “Nunca debimos haber llegado hasta aquí”, dijo en declaraciones a los medios. 

La ministra de Trabajo, que ha mantenido un perfil bajo en esta negociación y se ha remitido siempre al trabajo de la ministra de Igualdad, se dejó fotografiar en la noche del martes con Montero y con el diputado del espacio Enrique Santiago, tras una reunión en una de las salas adyacentes al hemiciclo, poco antes de la votación. Horas después, el portavoz socialista, Patxi López, recriminó a Díaz su falta de liderazgo en este asunto. Este miércoles, la vicepresidenta pidió “responsabilidad a todo el mundo”.