Pedro Sánchez ha asegurado este jueves que el Gobierno que preside va a “ver” que el anuncio realizado Ferrovial sobre el traslado de su sede a Países Bajos “corresponde con la legalidad”. Además, ha puesto en duda la ejemplaridad del presidente de la compañía, Rafael del Pino, y su compromiso con España. El jefe del Ejecutivo ha realizado estas declaraciones en Copenhague, durante la rueda de prensa que ha protagonizado junto a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, en la residencia oficial de esta última.
“Creo que los empresarios juegan un papel muy importante en esta sociedad y tiene una enorme responsabilidad social en la sociedad en la que nacen y desarrollan toda su acción y creo que además en España hay ejemplos extraordinariamente positivos de grandes empresarios comprometidos con su país. Desde luego creo que, tras este anuncio, no es el caso del señor Del Pino”, ha dicho Sánchez.
El Gobierno, de hecho, no considera creíbles las explicaciones ofrecidas por la dirección de Ferrovial, que ha vinculado el traslado de su sede social a los Países Bajos a una supuesta búsqueda de una mayor “seguridad jurídica” de la que tiene España. Fuentes de la Presidencia del Ejecutivo han considerado este jueves que es “ridículo” que la empresa se marche cuando, según afirman, están llegando grandes inversiones al territorio español.
Moncloa cree que, en realidad, tras el movimiento hay un “interés personal” del presidente de la compañía, Rafael del Pino, que cuenta con un patrimonio valorado en 3.800 millones de euros –según la revista Forbes– por lograr beneficios fiscales en los Países Bajos y evitar pagar el impuesto de patrimonio en España.
El equipo de Pedro Sánchez, que este jueves ha iniciado una nueva gira por Europa que le llevará a visitar en solo dos días Irlanda, Dinamarca y Finlandia, considera “difíciles de creer” los argumentos esgrimidos por la cúpula de Ferrovial para dejar España, en la misma línea que manifestó el miércoles la ministra de Economía, Nadia Calviño. “España le ha dado todo a Ferrovial”, aseguró ella, que recordó que la compañía “ha nacido y crecido en España y gracias a la inversión pública de los ciudadanos españoles”.
Moncloa, además, se muestra molesta por la manera en la que el equipo de Del Pino comunicó su decisión al Ejecutivo porque, explican, el propio presidente de la compañía se intentó poner en contacto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se hizo cuando la marcha ya había sido acordada por el consejo de administración de la compañía. El equipo económico de la Presidencia del Gobierno insiste, como hizo Calviño el miércoles, en que el país tiene un nivel de seguridad jurídica de los mejores del mundo y suele situarse “en el top” en todos los índices internacionales.
En el indicador de estabilidad jurídica, insisten en Moncloa, España está por encima incluso de EEUU y de los Países Bajos. La única diferencia sobre estos últimos es que en Holanda hay una menor presión fiscal que en España “para empresas pero sobre todo para individuos”. Inciden así en la idea de que sería ese “interés personal” del propio Rafael del Pino el que habría motivado la marcha de la compañía. Desde la Presidencia apuntan, además, que Del Pino, a través de sus empresas, lleva “años” pagando mínimos impuestos porque se beneficia de créditos fiscales y consideran que la marcha a Países Bajos podría explicarse por el vencimiento de esos créditos en los próximos años, que le obligaría a aumentar su contribución.
El Gobierno no teme un “efecto contagio”
También remarcan en Moncloa que, si bien están estudiando las razones esgrimidas por la empresa y analizando lo ocurrido, no creen que sea “evidente” que se pueda paralizar el movimiento empresarial. Pero tampoco creen que se vaya a producir un “efecto contagio” en otras compañías a las que atribuyen una mayor seriedad que a la presidida por Del Pino.
El Ejecutivo sí considera, no obstante, que el gesto de Ferrovial “debilita” a Europa en su conjunto ante el riesgo de que se produzca una suerte de batalla por el dumping fiscal entre los socios de la UE que haga que las empresas cambien constantemente de ubicación para tratar de terminar pagando impuestos del entorno del 0,02% de sus beneficios como, apunta Moncloa, ha ocurrido en algunos estados de EEUU. Una “carrera fiscal”, agrega el equipo de Sánchez, situaría al continente en una senda peligrosa en un momento en el que a nivel comunitario se ha decidido abordar las crisis generadas por la pandemia y la guerra en Ucrania tratando de hacer el menor daño posible al bolsillo de los ciudadanos. Moncloa también destaca que Ferrovial es una empresa que ingresa mucho dinero gracias a las inversiones españolas.
Con todo, el Gobierno sitúa las críticas del PP atribuyendo la decisión de Ferrovial a las políticas del Ejecutivo, al margen de la “realidad”. E insisten en destacar el trabajo por la “armonización fiscal” que se está haciendo por parte de la coalición, que España está en el “top ten” mundial en cuanto a seguridad jurídica y que no para de recibir inversiones extranjeras.