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El Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba cumple cien años

EFE

La Habana —

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El Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba cumple este mes de abril cien años de historia, convertido en una de las instituciones culturales más emblemáticas y visitadas de la isla por la valiosa y variada colección que albergan sus sedes.

Ubicado en La Habana, el museo fue inaugurado oficialmente el 28 de abril de 1913, a partir de la iniciativa del arquitecto cubano Emilio Heredia de recolectar el apoyo tanto de instituciones públicas como privadas, religiosas, de artistas y coleccionistas que donaron, prestaron y depositaron sus obras para iniciar el proyecto.

Actualmente, guarda un patrimonio de unas 48.000 piezas, entre ellas, importantes muestras del arte de Europa, Asia, América y sus fondos de arte antiguo, que abarcan obras de Grecia, Roma y Egipto, consideradas las importantes de América Latina.

En una entrevista con Efe, la directora del Museo Nacional de Bellas Artes, Moraima Clavijo, destacó con orgullo que la institución tiene la más completa colección de arte cubano desde la época colonial, moderna y contemporánea.

También custodia obras de arte universal, de la antigüedad, asiáticas, estadounidenses, españolas, británicas, italianas, alemanas, francesas, flamencas, holandesas y latinoamericanas.

La especialista indicó que los espacios de exhibición, fueron renovados arquitectónicamente y dotados de modernos sistemas de iluminación, climatización, control ambiental y seguridad integral, y se organizan en ocho áreas temáticas principales, que incluyen 24 salas o espacios concebidos para ser visitados de forma secuencial o a partir de alternativas de libre elección.

El museo cuenta con tres edificios: el denominado “Cuartel de Milicias”, dedicado a las áreas administrativas y de logística, el Palacio de Bellas Artes -inaugurado en 1955- y el antiguo Centro Asturiano, donde radicaban las Sociedades de esa región española en la isla.

Tras el triunfo en 1959 de la Revolución encabezada por Fidel Castro, la propiedad del Centro Asturiano fue incautada y se convirtió en la sede de la Asociación de Amistad Cubano-Española.

Desde el año 2001 se incorporó al Museo Nacional para alojar sus colecciones de arte español y universal, dejando atrás la época en que estuvo ubicado allí un Palacio de Pioneros (centro de educación infantil), o la sede del Tribunal Supremo.

“Fue una recuperación importante para el patrimonio cubano este edificio imponente, monumental y atractivo, es un gran palacio de estilo ecléctico que tiene seis niveles, domina el entorno del céntrico Parque Central, una ubicación en un sitio privilegiado dentro de la trama urbana de La Habana”, apuntó Clavijo.

Desde su entrada, el visitante puede admirar escaleras y amplios salones construidas con mármoles de Carrara (Italia), y la espléndida vidriería española de principios del siglo XX en consonancia con el “boom” de la arquitectura monumental.

Con una distribución espacial reformada para su nueva función, en sus salas especializadas pueden encontrarse cuadros de una de sus colecciones emblemáticas, la europea, fundamentalmente compuesta por obras de los siglos XV al XIX, y la de arte antiguo, que fue donada por Joaquín Gumá, el Conde de Lagunillas.

Catalogado entre las más importantes del mundo ese surtido destaca por la variedad y riqueza de más de 600 piezas únicas, y se exhibe en orden cronológico y geográfico.

La de arte español conserva más de 700 piezas, la más numerosa de todas las series internacionales del museo y la mayor colección de obras que se mantiene fuera del país europeo.

En esa área destacan piezas del siglo XV hasta el XX, de autores del Siglo de Oro español, tales como Luis Tristán, José de Ribera, Francisco de Zurbarán, Bartolomé Murillo, Eugenio Lucas Velázquez, Raimundo de Madrazo, Ignacio Zuloaga, Pablo Picasso, Joan Miró y además de un amplio conjunto de pinturas de Joaquín Sorolla.

El edificio más moderno del Museo, el “Palacio de Bellas Artes”, fue concebido como “una gran galería de exposiciones” donde se encuentra instalada la exclusiva muestra nacional, indicó Moraima Clavijo.

Allí están las obras de los grandes maestros de la plástica cubana como Wilfredo Lam, Carlos Enríquez, Fidelio Ponce, Víctor Manuel, Maro Carreño, René Portocarrero, Amelia Peláez, Rita Longa y Roberto Fabelo, entre otros muchos.

Ese conjunto de arte cubano reúne más de 4.300 pinturas, 12.800 diseños y grabados y 285 esculturas, además de fotografías y ejemplares de artes gráficas.

Pero, según aclaró su directora, los tres edificios conforman “un mismo museo a lo largo de diferentes etapas” y una institución cultural en activa colaboración con similares de España, Holanda, Canadá, México, Italia, Argentina, venezuela y Ecuador, China, Austria, Japón y Estados Unidos, entre otras naciones.

Para celebrar su centenario, el Museo tiene preparado un programa de exposiciones de sus obras fundacionales, un coloquio internacional, la conmemoración de su primera sede o una gala del Ballet Nacional de Cuba, entre otros.

Raquel Martori