Al PSOE le esperan semanas intensas para intentar colocar a Pedro Sánchez en Moncloa en un plazo aproximado de un mes. Tras las primeras rondas de contactos con los grupos a los que ha priorizado por su esperanza de ser más proclives a un acuerdo, el equipo negociador de los socialistas retoma la actividad. Lejos de asumir las palabras de Pablo Iglesias, que les ha dado a elegir entre Podemos o Ciudadanos para negociar, el grupo dirigido por Antonio Hernando ya ha mantenido el primer encuentro con la formación naranja para fijar una metodología de trabajo para las próximas semanas.
¿En qué consistirá el método? El PSOE se ha comprometido con las demás formaciones a enviarles el lunes a las 10 de la mañana un documento base sobre el que empezar a trabajar. Aunque no ha revelado los contenidos mínimos de ese borrador, Hernando ha explicado que se trata de unos ejes que tienen su “génesis” en el programa electoral. Ciudadanos, por su parte, les ha hecho llegar un documento con lo que serían sus prioridades en la negociación.
Los socialistas creen que esos ejes son similares en ambos casos. Los de Albert Rivera plantean que la negociación gire en torno a cuatro bloques: renovación del modelo económico, pacto social, lucha contra la corrupción y por la regeneración democrática y reforma constitucional.
Esas bases son similares a las que ha planteado Sánchez: creación de empleo, lucha contra la corrupción, agenda social para acabar con la desigualdad, la posición de España en la UE y la reforma constitucional. Además, el candidato socialista estableció ocho grandes bloques sobre los que debía articularse cualquier pacto de gobernabilidad (recuperación económica, pacto por la educación, la cultura y la ciencia; regeneración democrática, Pacto de Toledo, lucha contra la desigualdad, pacto de Estado contra la violencia machista, reforma de la Constitución y la situación de España en Europa).
De esa primera reunión, que ha sido distendida y en la que ha habido incluso carcajadas, PSOE y Ciudadanos han salido contentos por la “voluntad de diálogo y acuerdo” de ambas formaciones, que se han emplazado a una nueva reunión para el lunes a las 16 horas. Será entonces cuando empiecen a trabajar en posibles aportaciones al documento base que irá transformándose a partir de lo que vayan introduciendo los distintos grupos.
El número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha explicado que su preferencia es trabajar con el PSOE en una mesa única de negociación sin que se disgregue, aunque para temas puntuales se pueda separar para avanzar en los contenidos. Su intención es que el ritmo sea “ágil” con dos o tres reuniones a la semana.
El PSOE, por su parte, irá negociando de manera bilateral con los demás grupos con los que se ha reunido hasta ahora -más el PNV, a quien Pedro Sánchez recibe este sábado-. El documento se lo hará llegar igualmente a Podemos y espera que se sume a las negociaciones. Los socialistas insisten en que sería “incomprensible” que Pablo Iglesias renunciara a investir a un presidente socialista y favoreciera al PP.
El equipo negociador del PSOE tiene previsto reunirse con el de las demás formaciones tan pronto pueda la semana que viene. Está a la espera de conocer quiénes son sus interlocutores en IU, que elige a su grupo este sábado en una reunión del Consejo Político.
¿Y el PP?
Ciudadanos tiene previsto mantener una reunión con el PP la próxima semana. Albert Rivera se ofreció como intermediario entre Sánchez y Mariano Rajoy al entender que en el acuerdo es necesario contar con los conservadores. El PP rechaza apoyar -ya sea con el voto a favor o mediante la abstención- cualquier investidura que no sea de su partido. Pero la formación naranja se ve en la obligación de presentar sus propuestas porque “no tendría sentido pactar grandes reformas en las que no esté el PP”, según ha explicado Villegas.
También Sánchez tiene previsto convocar a Rajoy en el Congreso, aunque no le ha llamado todavía. Ambos candidatos mantienen una tensa relación desde el 'cara a cara' del ecuador de la campaña, cuando Sánchez dijo que el presidente en funciones no es un “político decente”. Desde el 20D Rajoy le ha recriminado que no haya querido sentarse a hablar y Sánchez huye de cualquier acercamiento que siembre la duda sobre la “gran coalición”. “No es no, señor Rajoy”, dijo en un acto recientemente.
Aun así los socialistas pretenden reunirse la próxima semana aunque aseguran que en ningún momento pedirán el apoyo a los conservadores. Será una mera deferencia hacia los siete millones de votantes que han tenido, según explican. Lo mismo sucederá con ERC y Democracia y Libertad. Sánchez se reunirá la próxima semana con sus representantes en el Congreso pero pretende decirles que el PSOE “no está de acuerdo” con sus planteamientos y que no quiere su apoyo, tal y como subrayaron varios barones en la última y tensa reunión del Comité Federal. Con el no de los independentistas y el veto mutuo de Ciudadanos y Podemos, a Sánchez se le complica aún más la estrategia. Pero la dirección socialista no pierde el optimismo.