Managua, 14 jun (EFE).- Nicaragua defendió este lunes los arrestos de varios dirigentes opositores, incluido el de cuatro aspirantes a la Presidencia y dos históricos exguerrilleros, y exigió la “no injerencia de cualquier Gobierno extranjero” en sus asuntos internos.
El Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega advirtió que verá “como un ataque frontal” a su soberanía cualquier intento “de socavar una investigación” contra los líderes opositores detenidos en los últimos días.
En un pronunciamiento titulado “Nicaragua: En defensa de la soberanía nacional y el estado de derecho”, el Ejecutivo afirmó no ser “una amenaza para ningún país del mundo”, y demandó el cese de las sanciones internacionales que, según dijo, en tiempos de pandemia “eleva su ilegalidad al nivel de crimen de lesa humanidad”.
El Ejecutivo también se quejó de que “se está desarrollando un ataque implacable y sin precedentes en contra del pueblo y Gobierno de Nicaragua, impulsado por falsas narrativas propugnadas por medios de comunicación de la derecha y ”figuras de la oposición“ financiados por Estados Unidos”.
OEA ABORDARÁ LA SITUACIÓN DE NICARAGUA
Ese mensaje se da en medio de los reiterados llamados de la comunidad internacional para frenar los arrestos de opositores en Nicaragua, a falta de cinco meses de los comicios en los que Ortega, en el poder desde el 2007, busca una nueva reelección.
También a un día de que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) celebre una sesión virtual extraordinaria para “abordar la situación en Nicaragua”, a solicitud de Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Paraguay y Perú.
México se sumó este lunes a la lista de países que ha expresado su preocupación por las detenciones perpetradas en Nicaragua contra líderes opositores y disidentes sandinistas.
“México ha seguido con preocupación las recientes acciones desplegadas por el Gobierno de Nicaragua”, expresó la Secretaría mexicana de Relaciones Exteriores en un hilo de mensajes en Twitter.
“México, con estricto respeto a su política de no intervención y autodeterminación de los pueblos, ha hecho saber al Gobierno de Nicaragua su preocupación por la integridad y libertad de los detenidos”, concluyó.
ADVIERTE A GOBIERNOS DE “ATAQUE FRONTAL”
La Policía de Nicaragua, que dirige Francisco Díaz, un consuegro del presidente Ortega, arrestó este fin de semana a seis disidentes sandinistas, incluidos los exguerrilleros Dora María Téllez y Hugo Torres, y al exvicecanciller Víctor Hugo Tinoco.
También mantiene bajo arresto a los aspirantes presidenciales de la oposición Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro García.
Doce de los trece opositores detenidos, incluyendo tres de los cuatro aspirantes a la Presidencia, están siendo investigados por “incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos” y “pedir intervenciones militares” contra el Gobierno de Ortega, entre otros delitos.
“Cualquier intento de un actor nacional o extranjero de socavar una investigación de esta naturaleza, también debe considerarse en el contexto de la legislación vigente, y debe ser percibido como un ataque frontal contra los principios del respeto al estado de derecho, la democracia, la soberanía nacional y la libre autodeterminación en Nicaragua”, señaló al respecto el Ejecutivo.
“NICARAGUA NO REPRESENTA AMENAZA” Y “ES ALIADO CLAVE”
Asimismo, el Gobierno sandinista aseguró que como “buen vecino y miembro digno de la comunidad internacional, Nicaragua no representa una amenaza para ningún país del mundo”.
“Por el contrario, Nicaragua siempre ha tenido como objetivo establecer relaciones bilaterales basadas en el respeto mutuo, la solidaridad y la cooperación”, agregó.
En el documento, las autoridades sandinistas resaltaron que “Nicaragua es un aliado clave en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado”, y que “no contribuye significativamente a la migración irregular”.
También rechazó las sanciones establecidas por Estados Unidos y otros países contra decenas de familiares, empresas y allegados al presidente, señalados de supuestamente estar involucrados en actos de corrupción y violaciones de los derechos humanos.
“Nicaragua exige que sean eliminadas todas las medidas unilaterales, coercitivas e ilegales impuestas a países, instituciones o individuos, reiterando que la aplicación de tales medidas en tiempos de pandemia eleva su ilegalidad al nivel de crimen de lesa humanidad”, advirtió.
Los arrestos de líderes opositores en Nicaragua a menos de cinco meses de las elecciones ha disparado la alarma de organizaciones políticas y de defensa de los derechos humanos de todo el mundo.