Los ofrecimientos de la izquierda a Ciudadanos para formar un gobierno alternativo y “encapsular” a Vox en Madrid han hecho mover ficha al Partido Popular en el gran puzzle de los pactos postelectorales. El tanteo del PSOE y Más Madrid a Ciudadanos en reuniones informales ha incrementado la presión sobre los populares, que enfrían su posición sobre la entrada de Vox en los gobiernos ante la negativa de los de Rivera a repartirse consejerías y concejalías con la extrema derecha.
Si el PSOE ya reveló el miércoles que se mostraba dispuesto a dar la alcaldía a Begoña Villacís a cambio de la investidura de Ángel Gabilondo como presidente de la Comunidad de Madrid, el candidato de Más Madrid, Iñigo Errejón, hizo horas después otra oferta a la formación de Albert Rivera “para que el Ayuntamiento y la Comunidad no dependan de Vox”.
Ante este escenario de ofertas cruzadas, el partido ha pasado de dejar todas las puertas abiertas de los gobiernos a Vox –la candidata en Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dijo el lunes que no “puedes pretender que te apoyen a cambio de nada– a prometer atender consideradamente la ”línea roja“ de Ciudadanos de evitar su entrada. ”No hay ningún hecho que confirme que Vox va a entrar en ningún gobierno. Si los gobiernos son de coalición de centro derecha e incluyen a Ciudadanos, habrá que atender a parte de las razones que explica Ciudadanos“, ha indicado este jueves el Vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, en una entrevista en RNE.
Todos los esfuerzos de los conservadores están puestos ahora en lograr una mesa de negociación a tres, como pide el partido de Santiago Abascal, y a la que de momento Ciudadanos se niega. “Nuestra vocación es tener una relación extraordinaria [con Ciudadanos] para poder forjar acuerdos que ya están dando resultados en el caso de Andalucía”, ha señalado Maroto, que ha pedido explícitamente un “esfuerzo” al PP, su “socio prioritario”. “Sentarse no es asumir el 100% de los postulados del que se sienta al otro lado, sino ver qué se plantea”.
Mientras, el PP ha empezado a reunirse por separado con cada uno de los partidos con el temor de que, si ninguna de las formaciones se mueven de sus posiciones, será imposible el acuerdo de las tres derechas en Madrid y el feudo de la Puerta del Sol podría estar en riesgo. El secretario general popular, Teodoro García-Egea, ha admitido dos encuentros “informales” con José Manuel Villegas (Ciudadanos) e Iván Espinosa de los Monteros (Vox).
En Madrid, el PP ha priorizado en sus bilaterales a Ciudadanos, una decisión que Vox le ha afeado públicamente después de que la candidata del PP abriera las puertas a formar un gobierno a tres con Vox. “Así, no”, escribía la candidata de Vox, Rocío Monasterio, como reacción a la noticia del encuentro entre Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado este miércoles para empezar a trabajar en un programa conjunto de gobierno.
El PP niega que cederá la alcaldía a Villacís
Las ofertas cruzadas a Ciudadanos podrían engordar sus expectativas sobre qué pueden o no pedir a cambio y hacer al partido resideñar su estrategia. Cuca Gamarra (PP) ha salido este jueves a desmentir que su partido esté planteándose ceder la alcaldía de Madrid a Begoña Villacís, pese a que ha obtenido menos votos que su candidato José Luis Martínez-Almeida, a cambio de recabar el apoyo de los de Rivera para hacer presidenta a Díaz Ayuso.
Mientras, mantienen el bloqueo a Vox pero dejan una puerta entreabierta al PSOE con una condición imposible: que el candidato Ángel Gabilondo reniegue de Sánchez si quiere recabar su apoyo. No dar un portazo a esta posibilidad, por difícil que sea, es visto también en el partido como un modo de ganar ventaja a la hora de negociar con el PP. El secretario general de la formación, José Manuel Villegas, ha reiterado en todo caso que no quieren oír hablar de “tripartitos” y mantiene su aspiración de convertir a Begoña Villacís en alcaldesa.
“Los votantes de Ciudadanos prefieren que Carmena no gobierne el Ayuntamiento de Madrid”, ha remarcado Villegas en una entrevista en TVE. Una negativa clara, esta vez sí, a la posibilidad de entendimiento con Iñigo Errejón, con quien ha negado tener “ningún contacto”. “Pronto habrá una solución para que Madrid nos sea gobernada con los populistas”, ha añadido.
En este puzzle inacabable, cuyas piezas deben estar colocadas antes del 11 de junio pero se entremezclan con las del resto de territorios, todos están pendientes de las exigencias de Vox, que aún no ha decidido si pedirá como condición sine qua non ser parte de algunos gobiernos para permitir que sumen los números de los pactos de la derecha. Este jueves el partido ha reunido al Comité Ejecutivo Nacional para “tratar con precisión cuáles son las líneas rojas programáticas y las pretensiones” de la formación de cara a los pactos.
La izquierda continúa en su operación para evitar que todos los caminos pasen por Vox en Madrid. El objetivo es “encapsular” a la extrema derecha y dejarla fuera de las instituciones y de los programas de gobierno. Pero cada formación tiene un plan distinto. Los socialistas de Pepu Hernández pagarían el peaje de que Begoña Villacís fuera alcaldesa a cambio de lograr un cambio de gobierno en la Comunidad tras 24 años de PP. Incluso estarían dispuestos a que Gabilondo y Aguado se repartieran consejerías, aseguran fuentes socialistas, que dicen que este extremo “se concretaría después”.
Este escenario permitiría a Ciudadanos tocar poder en la región y, además, tener el gobierno de la ciudad más importante y visible de España. En este caso, los socialistas tendrían que proponer algún tipo de rédito a Más Madrid por este cambalache que supone sacrificar a Carmena y no dar poder a Errejón porque las cuentas solo dan si esta plataforma permite sus votos en el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid la ecuación.
La solución preferente para Más Madrid pasa, sin embargo, por hacer alcaldesa a Manuela Carmena. “Creo que lo normal es que gobierne Manuela Carmena, que es la más votada y vamos a intentar llegar a acuerdos para eso”, apuntaba el candidato en una entrevista con eldiario.es. Aunque no se cierra a otras sumas. “A mí no me gusta un gobierno del PSOE con Ciudadanos, así que menos aún me gusta un gobierno de Ciudadanos con el PSOE. Lo que pasa es que la política no es elegir lo que a uno le gusta más, sino elegir entre lo posible”.