“Sí, prometo. Omnia sunt communia”. Así han prometido los concejales de Ahora Madrid Pablo Carmona y Guillermo Zapata su cargo. Y lo han tenido que hacer dos veces, porque el secretario del Ayuntamiento no los entendía: “Sí, prometo. Omnia sunt communia”.
Omnia sunt communia es una expresión del latín que significa “todo es común” o “todo es de todos”. Tanto Carmona como Zapata están muy vinculados al Patio Maravillas, un común urbano, un espacio de reunión, cultural, intelectual... Que la alcaldesa de Madrid saliente, Ana Botella, desalojó este jueves. “Todo es común”. “Todo es de todos”. Como el Patio, como los centros sociales.
También es un grito a favor del dominio público en las creaciones artistas, intelectuales, en los espacios públicos, tanto físicos como no tangibles.
Traficantes de sueños, librería y editorial de la que participa Carmona, tiene una colección de novelas históricas y estudios científicos en la que recogen “alternativas imposibles: los rastros de viejas batallas que sin llegar a definir completamente nuestro tiempo, nos han dejado la vitalidad de un anhelo tan actual como el del grito anabaptista Omnia sunt communia!”
La expresión fue utilizada en el siglo XVI por Thomas Müntzer, símbolo del protestantismo reformista, durante la guerra de los campesinos alemanes de 1524, también conocida como la revolución del hombre común. Omnia sunt comunia!, repetían los campesinos contra los que vallaban las tierras: lo que antes había sido común se iba convirtiendo en propiedad privada.
Omnia sunt communia se inspiraba en una jaculatoria empleada por Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII: In extrema necessitate omnia sunt communia. Es decir, “en casos de extrema necesidad, todo es común”.
En las últimas elecciones municipales varias listas, como la encabezada por Ada Colau que se ha ganado las elecciones en Barcelona, se han presentado con la fórmula En Común en sus candidaturas.