El bloqueo terrestre, aéreo y marítimo que impone Israel en Gaza desde 2007 está generando un “colapso social” en ese territorio palestino que podría exacerbar la inestabilidad en la región, advirtió hoy el responsable de Naciones Unidas para los refugiados gazatíes, Matthias Schmale.
“En el año y medio que llevo allí ya he podido ver un cambio de humor en la gente hacia la depresión. No hay perspectivas, con un 53 por ciento de personas desempleadas”, señaló el director de operaciones en Gaza de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA) en rueda de prensa.
Según Schmale, alrededor de 1,3 millones de personas en Gaza (de los 2 millones que habitan en la Franja) viven bajo el umbral de pobreza y dependen directamente de ayuda alimentaria de UNRWA y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La agencia de Naciones Unidas para Palestina sufre problemas financieros -derivados, entre otros factores, de la retirada de ayuda por parte de EEUU, hasta ahora uno de los principales donantes- y según Schmale necesita urgentemente 40 millones de dólares para garantizar la manutención de los palestinos que reciben su ayuda en los próximos seis meses.
El representante de UNRWA añadió que la mala situación económica y social está produciendo un aumento del consumo de drogas, la prostitución y los suicidios en Gaza.
“Gaza no es una crisis humanitaria producida por un tsunami, un terremoto o una guerra, sino que es resultado del fracaso político a la hora de buscar una solución a 12 años de bloqueo”, afirmó.
Tras un año 2018 presidido por las Marchas del Retorno, en las que las fuerzas israelíes causaron unos 200 muertos y más de 30.000 heridos, Schmale advirtió de una posible escalada del conflicto ante el aniversario del traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén, mañana martes, 14 de mayo.
La conmemoración de los 70 años de la “Nakba” (“Catástrofe”), el término con el que los árabes conocen la expulsión de palestinos entre 1946 y 1949, también podría exacerbar la violencia, aunque el representante de UNRWA expresó su confianza en que “la mediación de Egipto, Catar y el coordinador de la ONU Nikolai Mladenov ayude a calmar las cosas”.
La directora de la UNRWA para Cisjordania, Gwyn Lewis, también en la rueda de prensa, destacó que ha habido asimismo en ese territorio un aumento de los problemas económicos y sociales, a los que se han unido las constantes incursiones de fuerzas israelíes en los 90 campos de refugiados palestinos que gestiona la ONU allí.
“Tenemos alrededor de dos redadas cada semana, y esto tiene un alto impacto en la población civil” de unos campamentos en los que viven unos 280.000 refugiados palestinos, señaló la responsable de operaciones en ese territorio de la UNRWA, que denunció la detención de unos 550 menores en estas operaciones.
Lewis lamentó, por otro lado, que los problemas financieros de la UNRWA obligaron a detener algunos programas educativos y sanitarios en Cisjordania, y a despedir a unos 150 empleados.