Nada se movía en la trama Enredadera sin que lo supiese José Luis Ulibarri. Esta frase se repite continuamente en los informes sobre los pinchazos telefónicos que remitía trimestralmente la UDEF al juez instructor. A Ulibarri, su red de colaboradores y conseguidores le llamaban 'El Jefe', 'El Jefazo' o 'Dios'. Destaca la Policía su gran influencia en los políticos y autoridades de Castilla y León.
Uno de esos políticos es el alcalde de León, Antonio Silván. El regidor, sucesor fallido de Herrera que acaba de entrar en la ejecutiva de Pablo Casado, aparece en el sumario, cuyo secreto se levantó en el juzgado de León hace unos días y al que ha tenido acceso eldiario.es.
La UDEF interceptó varias llamadas entre Silván y Ulibarri en las que hablaban de adjudicaciones. El papel de Ulibarri en la organización era fundamentalmente de conseguidor, utilizaba su influencia para que otras empresas ganasen concursos y él se llevaba un porcentaje. Ese era el plan con el concurso de traslado de basuras de la Mancomunidad del Órbigo, de 998.181,84 euros (sin IVA). Durante meses, tanto Ulibarri como su socio Angel Luis El Patatero, fueron tocando a quienes podían influir en los miembros de la mesa de contratación para que ganase FCC.
En febrero de 2017, el contacto se hizo con el alcalde socialista de Villarejo de Órbigo, Joaquín Llamas, quien supuestamente debía indicar a dos de sus alcaldes cómo votar. La UDEF descubrió las irregularidades de la Mancomunidad del Órbigo al interceptarse conversaciones entre Ángel Luis García 'El Patatero' y José Luis Ulibarri, ambos en prisión sin fianza. Las llamadas que encendieron las alarmas se produjeron en febrero de 2017 entre Llamas, imputado en la trama, y El Patatero. En ella, el socialista da datos sobre el contrato y los pliegos.
En otra llamada, fechada el 22 de febrero de 2017, Ángel Luis García aporta datos a Joaquín Llamas: le dice que tiene una empresa, Anento, al 50% con José Luis (Ulibarri), que tiene firmada una UTE con FCC al 50%, que está en Astorga, Ponferrada, la mancomunidad del Órbigo y Villaquilambre, por lo que en este contrato también va a ir FCC, “puesto que están con ellos en todo Castilla y León”.
La conclusión de la Fiscalía es que resulta “evidente” que Ángel Luis García y José Luis Ulibarri habrían logrado “no sólo la obtención de información reservada de carácter privilegiado, pues obtuvieron los pliegos que rigen la licitación antes de su publicación, sino incluso el beneplácito de las autoridades políticas para lograr la modificación de aquellos pliegos antes de su aprobación y publicación”.
Para el Ministerio Fiscal, Llamas formaría parte de un cohecho “existiendo indicios de que a cambio de su colaboración en la irregular adjudicación de los contratos éste habría obtenido en contraprestación un tratamiento mediático beneficioso”, por parte de los medios que presiden García (El Faro de Astorga) y Ulibarri (Diario de León).
Silván: “Oye, que lo otro ya está también adjudicado”
Pero Llamas no fue el único aliado. El 29 de septiembre, con el concurso ya en ciernes, Antonio Silván llamó a José Luis Ulibarri. Eran las 10:35 horas. Tras una breve charla sobre la presentación de León como capital gastronómica que había tenido lugar el día antes, Silván informa a Ulibarri: “Oye, que lo otro ya está también adjudicado, yo no sé si lo sabes pero... [...] Pues ya, pues ya, ya está ya está”, le dice. Ulibarri le da las gracias, quedan para verse la próxima semana y se despiden con “un fuerte abrazo”.
Pero la conversación más interesante se registra el 6 de octubre a las 20:05 horas. Es Silván quien vuelve a llamar a Ulibarri para contarle que 'Rosa' le acaba de mandar un mensaje. Rosa está en la mesa de contratación del concurso de basuras y se están abriendo las ofertas. Esa adjudicación no depende del Ayuntamiento, y el alcalde está al tanto.
Las noticias que transmite no son buenas: Silván le dice que una empresa les ha superado en 5 puntos con la oferta técnica. “No me jodas”, espeta Ulibarri. Entre risas, Silván le dice que él “no le jode”, pero la respuesta de Ulibarri es tajante: “Que lo arreglen”. Silván intenta tranquilizarle diciendo que aún falta por abrir la oferta económica, pero advierte de que ha habido “un, un, un corrimiento al final de alguno”, según le informa 'Rosa'.
No puede dar muchos más datos, porque la tal 'Rosa' sigue en la mesa. “Pero vamos, que yo quería que lo supieras, vale”, insiste Silván. Sin embargo Ulibarri, que dice que se da por “enterao”, cuestiona que a ver “qué hace (Rosa)”. Silván intenta tranquilizarle, porque la oferta económica vale el 55%.
Ulibarri le dice que “a ver cómo se arregla”. “Pero mal ya, ¿no?”, comenta. Silván titubea: “Bueno, yo lo que pasa que yo, yo no...”. “Vale, venga”, le interrumpe Ulibarri. “No, no, no te puedo decir, no te puedo decir”, sigue diciendo Silván. Ulibarri contesta que va a hacer “una gestioncilla rápida”, mientras Silván le confirma que “siguen allí sentados”.
“Yo a usted no le he fallado, he cumplido. Cuando doy mi cuerpo, lo doy entero”
Lo que ocurrió es que Ulibarri perdió el concurso y al día siguiente estaba pidiendo explicaciones. El primero en darlas fue uno de los integrantes de la mesa: el alcalde de Hospital de Órbigo, Enrique Busto Marcos. Este hombre llamó a las 13.43 horas. Tras dar los buenos días, Ulibarri pregunta con un “a ver” y Busto trata de explicar qué falló.
“En la oferta económica todos igual, pero en la, en la valoración, en la valoración claro, no se qué...”. Ulibarri le pregunta si la hizo un técnico. Busto le dice que no, que la hicieron los miembros de la mesa, votando cada uno en una hoja. “Yyy, quitándome a Rosa y a mí, que dábamos FCC, FCC, FCC, los demás por ejemplo, ahora mismo no lo tengo aquí porque estoy en León, pero por ejemplo en el punto de, eh difusión, y no se qué no se cuánto, Urbaser 3, FCC 0. Y nosotros éramos FCC 3, Urbaser 0, y claro, y ellos tres son más que nosotros dos. Lo que yo le dije”, se excusó.
Ulibarri preguntó si fue Joaquín (Llamas), “el equipo de Joaquín”. Busto lo niega, pero señala: “No, no, yo no digo que sea Joaquín, fueron el alcalde Turcia... Turcia... Santa Marina... Turcia, Santa Marina y Villares. Lo que yo le dije a usted. Lo que yo le dije, lo que yo le dije a usted”. Aunque Ulibarri asiente, el alcalde prosigue justificando sus palabras. “Pero que estén mangoneaos, que estén mangoneaos por Joaquín, no le puedo decir porque, pero usted a lo mejor se puede enterar, pero Rosa cumplió eh”.
Ulibarri señaló a Joaquín porque sabía que su hombre había hablado con él; sin embargo, por su reacción, Busto desconocía este dato. Ulibarri asiente y le dice que Rosa ya le había mandado un mensaje. Busto insiste en que ella “cumplió”, que ambos cumplieron “al máximo” y que su voto había sido “muy cantoso” porque la basura en su pueblo no está mancomunada.
“Estaba esperando a ver si me decía algo el gilipollas de Turcia, no me dijo nada. Puedo ser libre de votar lo que quiera, Rosa cumplió, yo cumplí, pero claro son tres, lo que yo me, me temía”, insiste. Ulibarri claudica, pero él sigue explicando las puntuaciones, cómo se lo daban todo a FCC y restaban a Urbaser; y los otros tres de la mesa, al contrario.
Ulibarri vuelve a preguntarle por esos tres. Tras confirmar qué alcaldes eran, Busto teme alguna consecuencia: “Pero yo no sé si no eso... Pero vamos que, lo que le voy a pedir es que, eh, que ni yo ni Rosa, yo por supuesto que... que yo sé que usted en mí confía”. “Total”, contesta Ulibarri. Pero el alcalde de Hospital no está tranquilo: repite que Rosa tampoco falló, que él mismo lo vio. Y Ulibarri lo explica: “Claro, yo, yo claro, yo hice la gestión que tenía que hacer y por eso no, no te contesté por el teléfono, porque no la había hecho en aquel momento, pero..”. “Rosa no falló”, repite. “Yo por supuesto no fallé porque no iba a fallar, claro, eso está claro, pero, pero Rosa tampoco falló. Y del otro tema tenemos que hablar esta semana antes del día 13, usted y yo”, indica Busto.
“Estoy recopilando yo información, que si existía alguna baja sabes, en el pleno, para yo adelantárselo vale”, adelanta. “Pues yo la verdad, lo que quiero es que no piense mal de mí por favor”. Ulibarri trata de tranquilizarlo y le dice que “estas cosas pasan” y que “la gente tiene a veces unos intereses que no los conoce nadie”. Ni aún así, Busto deja de justificarse: “Yo no, yo no sé, yo cuando doy, cuando doy mi palabra, y cuando doy mi cuerpo, lo doy entero, aún así me llevo alguna hostia, pero bueno, porque a mí ya ve lo que me interesaba esto, yo total no tengo basura...”.
Ulibarri quiere decir algo, pero él sigue: “Pero dio, pero dio un cante de la leche porque yo solo votara pa FCC ¿vale?”. Llegados a este punto, a Ulibarri le da la risa y concluye con un “bueno, venga, de acuerdo” antes de despedirse.
Ulibarri sobre la supuesta traición de un alcalde: “Que no me haga más favores, (...) voy a reventar”
Nada más colgar a Busto, Ulibarri llama a su socio, Ángel Luis. De manera sarcástica le dice que le dé las gracias de su parte a Joaquín (Llamas), porque los alcaldes de Villares, Santamarina y Turcia votaron a Urbaser. Su socio sólo acierta a mascullar “buf”, mientras Ulibarri le dice que eso para que se fíe “de los amigos”. “Los dos con los que yo traté, esos dos, estuvieron con nosotros, máxima puntuación. Tú le dices eso a Joaquín, que le das las gracias de parte mía”.
Aunque Angel Luis empieza una frase, Ulibarri no le deja acabar, está indignado: “Y que no me haga más favores, porque si me hace más, voy a reventar ya de, pero de ganas de llorar ¿eh?”. Enumera a los alcaldes que votaron a la competencia (Villares, Turcia y Santamarina), mientras que Ángel Luis dice que “realmente” votaron Enrique (Busto) y Benavides, pueblo del que Rosa Sopeña es alcaldesa.
Aunque la UDEF no la identifica, esta mujer cuadra con el nombre que se repite incesantemente. Es además procuradora en las Cortes, como Silván, lo que explicaría su cercanía y que esta pudiera informarle de la marcha del concurso mientras se abrían los sobres. La conversación sigue y Ulibarri reprocha a su socio que es muy confiado, que la gestión de Joaquín con los otros ayuntamientos “ha sido perfecta”, con “los tres en bloque a favor del enemigo”.
Aunque Ángel Luis afirma que está en contacto con él, Ulibarri le dice que nunca le transmitió confianza. “Que te lo he dicho a ti, eh, y yo te lo puedo hablar, ahora ya puedo hablar que no ha hecho nada, ahora sí, antes no”, lamenta. La siguiente frase de Ulibarri es demoledora: “Pero escúchame, advertido estaba ¿eh?”. Y le da un consejo: “Pues escúchame, pues así como no, como no se atornille bien, ¿eh? Es así todo, Ángel”. Él responde que “más no se puede hacer” y Ulibarri sigue insistiendo en que no votaron lo acordado y advierte: “Pues a ver que no se nos líe más el resto”.
Silván no se pronuncia, el alcalde de Hospital dispuesto a dimitir “en media hora”
eldiario.es quiso conocer la versión de los hechos del alcalde de León, Antonio Silván. Desde el Ayuntamiento sólo apuntaron que respetan la investigación y las decisiones judiciales, y que no van a pronunciarse. El alcalde de Villarejo de Órbigo, Joaquín Llamas, negó tajantemente haber participado en ningún amaño. “Ni he influido, ni lo he intentado, ni desde el Ayuntamiento hemos participado, aun perteneciendo a la M ancomunidad, porque no nos afectaba ese contrato”, aseguró.
El alcalde de Hospital de Órbigo, Enrique Busto, reconoció una conversación previa a la pinchada por la UDEF, en la que Ulibarri le comentó que iba a presentarse al concurso. “Yo le dije que en igualdad de condiciones votaría a FCC porque es que nos iban a alquilar una nave que teníamos”, matizó. La llamada a Ulibarri en la que le repite incesantemente que no le ha fallado, se produce después de que él le llamase.
“No le pude coger el teléfono porque estaba en un acto de Antonio Alonso (exministro) por eso luego le llamé yo. Sí dije que Rosa no falló, pero en realidad no sé qué votó, yo dije eso por quedar bien. Además es que yo no tenía interés en el caso, no tengo basuras”, aseguró. Además Busto, a pesar del tono de la conversación, en la que se justifica continuamente ante Ulibarri, declaró a eldiario.es que “no tenía miedo para nada”.
Busto aparece señalado como imputado en el sumario, aunque no ha tenido comunicación del juzgado de ningún tipo. “Si he cometido alguna infracción, alguna irregularidad, yo dimito en media hora. El de Hospital no es mi Ayuntamiento, no tengo sueldo de alcalde, yo soy funcionario, así que quede claro que si me tengo que ir, me voy, pero sin ningún problema”, insistió. eldiario.es también intentó hablar con Rosa Sopeña, sin éxito.
Silván, el “tonto útil” y acabado
Uno de los datos que destaca la UDEF en un informe sobre la actuación de la trama en León es que “la verdadera relevancia de la ciudad está en la obra pública”. En este sentido, refiere una conversación entre Ángel Luis García, y Concha, una empleada de Ulibarri. Le dice que están haciendo pequeñas obras en León, con un presupuesto que ronda entre los 50 y los 20.000 euros, pero que en esas obras pequeñas se van metiendo ampliaciones: “Y te ponen 18.000, y después te ponen 20.000 y después, y acabas en ciento y pico mil euros”.
Lo que deduce la Policía es que se hacen contratos menores cuando en realidad se produce un fraccionamiento “forzado, lo que refuerza la hipótesis de que en el Ayuntamiento cuentan con la connivencia de políticos y técnicos, hecho que no puede disociarse de las excelentes relaciones que mantiene José Luis Ulibarri con Silván, alcalde de León”.
Hasta el momento, Silván no ha sido investigado ni llamado a declarar. Su condición de aforado -es procurador en las Cortes- trasladaría la causa al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Sí está imputado su concejal de Infraestructuras y Deportes, José María López Benito, que dejó su cargo, pero no su acta de concejal, el pasado viernes, cuando se levantó el secreto de sumario en la pieza de León. En las conversaciones pinchadas, García y Ulibarri, califican a Silván de “tonto útil” y consideran que está “acabado políticamente”.