El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, rechaza condenar expresamente el franquismo, igual que afirma que no hace con ninguna otra parte de la historia, negándose a ejercer de “tribunal de la censura”. Este discurso entra en contradicción con la propuesta de su partido de eliminar del callejero de la capital los nombres de los históricos socialistas Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto.
A su juicio, en todo hecho histórico hay “luces y sombras” y solo los “sectarios” se atreven a negarlo. Pone como ejemplo “el resurgimiento” de la economía española durante la dictadura o la red de pantanos y carreteras: “No, yo no condeno expresamente el franquismo. Como no condeno ni aplaudo ninguna parte de la historia de España. Qué es eso de condenar una parte de la historia como si hubiera un tribunal de la censura o un gran hermano que decide”.
Aun así, critica que se reivindiquen otras figuras históricas como la del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Lluís Companys, ya que, según el portavoz, “es un criminal que debería haber sido juzgado por genocidio; fue responsable de 8.500 fusilamientos, era un paranoico, un criminal de libro”.
El diputado de Vox y portavoz en el Ayuntamiento de Madrid cree que cada ciudadano podrá tener “su opinión” personal sobre los acontecimientos históricos e incluso reconocer “luces y sombras”. “Por ejemplo en el franquismo no todo era negro ni todo blanco”, sostiene apuntando el “resurgimiento” económico del país tras la Guerra Civil o la red de pantanos y carreteras.
A su juicio, esto solo se puede negar “si eres un sectario”. Y ha censurado que hoy en día haya muchos “adalides de la lucha antifranquista” que durante los años de dictadura “vivían del régimen” ellos o sus padres. “Cada uno puede tener la opinión que quiera sobre cualquier etapa”, ha insistido rechazando con ello las leyes de memoria histórica. Aunque deja claro que, “si se quieren abrir heridas”, Vox también pondrá sobre la mesa los hechos de Paracuellos, las checas de Madrid, la quema de iglesias o las violaciones de monjas.
“¿Hablamos de esa triste historia?, ¿qué pretenden?, ¿volver a enfrentarnos? --pregunta--. Pero si hay que hablar, si quieren que hablemos de historia, ahí están los datos”. Y recuerda que Vox ya dio los primeros pasos en el Ayuntamiento de Madrid provocando la retirada de las calles y placas en homenaje a Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto.
Y lo mismo sobre Largo Caballero o Indalecio Prieto, a quienes tilda de “criminales”. “Yo creo que este país se está empezando a volver loco”, apunta lamentando que se recupere “una de las etapas más dolorosas” de la historia de España como fue la Guerra Civil y “volver a abrir heridas que los padres y abuelos ya cerraron”.
En este punto, Ortega Smith incluye en sus críticas a PP y Ciudadanos por no haberse opuesto a ese “discurso único”. Según subraya, los 'populares' se quejan alguna vez “con tonillo acobardado” de las leyes de memoria, pero no las derogaron cuando tuvieron oportunidad de hacerlo gracias a la mayoría absoluta que ostentaban en el Congreso de los Diputados.
En cuanto a Ciudadanos, lamenta que se haya apresurado a anunciar que no volverá a apoyar este tipo de medidas de Vox en el Ayuntamiento de Madrid después de haber recibido “las críticas de la izquierda”. “Están siempre mirando de reojillo a la izquierda a ver si les dan permiso, es arrodillada, sumisa”, dice sobre la formación de Inés Arrimadas.